POLÍTICA
Esta es la estrategia del Pacto Histórico para convertirse en un partido único, como pidió Petro. No hay consenso
El Pacto Histórico realiza trámites para convertirse en un partido único, pero hay colectividades que tienen reparos y no están dispuestas a ceder. Así están las fuerzas.
El presidente Gustavo Petro lanzó una idea que viene rondando a los círculos de la izquierda desde hace tiempo: realizar un “congreso progresista” y que de ahí surja un partido único bajo la sombrilla de lo que es el Pacto Histórico, la coalición que lo llevó al poder en 2022. Petro sabe que ese es el único camino que podría llevar a que su proyecto tenga vigencia más allá de sus cuatro años de gobierno. “Objetivo: ganar las elecciones de 2026 y hacer irreversible la transformación democrática de Colombia y el acuerdo nacional para la justicia y la paz”, aseguró.
Como la campaña de 2026 se anticipó, en la izquierda no son indiferentes. Los distintos partidos y movimientos hablan del tema entre sus bases y líderes, al tiempo que se toman decisiones.
El mensaje de Petro es visto como un llamado de emergencia a sus filas para moverse, en especial, luego de su fracaso en las pasadas elecciones regionales. Precisamente, una de las reflexiones es que, por separado, la coalición no tiene la misma fortaleza y por eso deben unirse alrededor de una sola personería jurídica.
Pero ese camino no es sencillo ni política ni jurídicamente. SEMANA consultó a militantes y líderes de los 14 partidos y los 12 movimientos que componen esa alianza, en los que la propuesta no tiene el alcance esperado.
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El pasado jueves se tomó la primera decisión sobre ese proyecto. El comité político del Pacto Histórico, en el que cada partido ocupa dos sillas, se reunió e invitó a las distintas bancadas para emitir una declaración conjunta en la que dicen que trabajarán en pro de esa idea. La declaratoria está firmada por siete colectividades: Colombia Humana, Unión Patriótica, Polo Democrático Alternativo, Partido Comunista Colombiano, Todos Somos Colombia, Partido del Trabajo de Colombia y Esperanza Democrática. Esta revista conoció, por fuentes de ese comité, que se sumarán los Comunes (ex-Farc), ya que se les cumple el plazo para funcionar bajo la figura del acuerdo de paz y no lograrían los votos suficientes para subsistir.
El resto de colectividades y movimientos que componen el Pacto tienen reparos y no quieren dar el salto. Otros han dicho que no seguirán esa idea; por ejemplo, el Movimiento Alternativo Indígena y Social (Mais). “Esta propuesta es inviable porque el Mais se crea bajo la circunscripción especial indígena”, aseguró la senadora Martha Peralta Epieyú.
El caso del Mais no es sencillo y refleja lo que pasa en el Pacto con la idea de Petro. Si bien Peralta es la lideresa de la colectividad, allí están inscritos la senadora María José Pizarro y los representantes a la Cámara Heráclito Landínez y David Racero. Los tres son figuras en el Pacto y quieren aterrizar en el partido de Petro. En su caso, analizan alternativas para salirse de la colectividad indígena sin quedar inhabilitados.
En el Polo los líderes han dicho que están de acuerdo con la idea de Petro y firmaron la declaración del comité; sin embargo, en sus bases hay reparos. Carlos Carrillo, exconcejal de Bogotá, aseguró que está de acuerdo con la idea de Petro, pero afirmó que no debe cometerse el error de que los caciques políticos sean los que tomen las decisiones.
“Si eso queda en manos de las cúpulas de los partidos, puedo decir con absoluta certeza que va a salir mal, porque lo que han hecho las cúpulas desde que apareció el Pacto es instrumentalizar esa idea del presidente Petro de tener listas cerradas sin democracia interna”, aseguró. Propone que los dirigentes del partido único sean escogidos por votación.
El representante Andrés Cancimance, de Colombia Humana, lanzó una alerta similar. “El temor de las bases sociales de los movimientos que dieron origen a los partidos del Pacto Histórico es que en esa unidad electoral no queden representados de forma directa esos liderazgos más populares y de base. Los mecanismos internos de los partidos para la toma de decisiones no son democráticos”, afirmó.
Otro partido que ya le dijo no a Petro fue la Alianza Democrática Amplia (ADA). El senador Paulino Riascos aseguró que no están de acuerdo por el trato que ha recibido de algunos congresistas. Esta colectividad de negritudes fue la que avaló a Roy Barreras para competir en la consulta interpartidista con Petro.
Precisamente, la colectividad del embajador de Colombia ante el Reino Unido tampoco está dispuesta a participar del Pacto Histórico como partido. Así lo confirmó a SEMANA John Rojas, el recién posesionado presidente de La Fuerza de la Paz.
“Para nada estamos de acuerdo con que se vaya a perder nuestra personería jurídica. Es un partido que ya tiene su trayectoria. En lo que sí estamos de acuerdo es en unirnos, pero bajo un tema de coalición y apoyar al Gobierno”, aseguró Rojas.
En el caso de Soy Porque Somos, de la vicepresidenta Francia Márquez, un dirigente le confirmó a esta revista que por ahora no han tomado una decisión y siguen evaluando si entran al partido único.
El representante Gabriel Becerra, de la Unión Patriótica, reconoció que no todos los partidos que forman parte del Pacto seguirán la idea. Por eso, explicó que quieren manejarlo en tres niveles. El primero es el Pacto como partido. El segundo, el Frente Amplio, en el que se hagan alianzas con otras colectividades afines, siguiendo el modelo uruguayo. Y el tercero, el denominado “acuerdo nacional” con colectividades fuera de su espectro ideológico.
En el caso del Frente Amplio, dijo que podrían caber colectividades que no están, pero que saben que son aliadas.
Por ejemplo, Fuerza Ciudadana, que ha sido afín ideológicamente, aunque en elecciones siempre van aparte. O Independientes, de Daniel Quintero, el exalcalde de Medellín, quien buscaría competir en una consulta interpartidista de la izquierda en 2026.
Más allá de la discusión política en la que se encuentran actualmente el Pacto Histórico y los partidos que lo integran, el debate jurídico también es fundamental, es decir, la forma en la que lograrán configurarse como un solo partido político. De todas maneras, en 2026 ya no podrían volver a ser coalición, pues ya no son minoría. “Vamos a constituir una comisión para evaluar las opciones jurídicas que hay. Mirar si es necesario promover algunas reformas, en el marco de una reforma política, y qué opciones habría”, afirmó Becerra.
Según Alejandro Ocampo, representante a la Cámara, ya hay unos delegados jurídicos que están averiguando ante el Consejo Nacional Electoral y otros organismos para saber por qué vía podrían tramitar esa idea de agrupar varias personerías jurídicas bajo una misma sombrilla llamada Pacto Histórico o tener que renunciar a ellas.
Como ha mencionado Petro, el objetivo de esa idea es claro: conservar el poder en 2026. “Definir cómo se escogerían las personas que van a suceder en 2026 al Gobierno Petro”, confirmó Ocampo.
El paso a seguir en el comité del Pacto será convocar a ese congreso progresista o asamblea, en la que se puedan suscribir unos estatutos, elegir una dirección y representante legal, entre otros detalles que les permitan eventualmente decidir cómo escogerán a sus candidatos y líderes.
La idea está relacionada con el discurso de Petro en el que ha dicho que no lo quieren dejar gobernar. Esta semana sacó a relucir ese tema otra vez. “Nos va a costar, nos van a suspender ministros aquí y ministras allá, ya lo vivimos en la Bogotá Humana, no nos van a dejar gobernar”, afirmó el mandatario.
Por su parte, el senador David Luna revivió el fantasma de la reelección y dijo que Petro está buscando perpetuarse en el poder.
Por ahora, es claro que el Pacto Histórico se enfocará en sacar adelante dicha unión con el objetivo de que alguien con ideas similares a Petro pueda llegar a la Casa de Nariño en 2026.