POLÍTICA
Esta es la estrategia maquiavélica del Gobierno Petro para desconocer la multitudinaria marcha de inconformes. Crecen críticas contra el presidente
Miles de ciudadanos de distintos sectores mostraron su inconformidad con el presidente, quien trata de restarles importancia a las manifestaciones, pese a su contundencia.
Una vez más, quienes están inconformes con el Gobierno Petro se hicieron sentir. Las manifestaciones fueron masivas y contaron con la participación de más de 52.000 personas en todo el país, según la Policía. En la plaza de Bolívar en Bogotá se concentraron más de 15.000 ciudadanos. En Medellín, cerca de 35.000.
Los reclamos fueron diversos. Por un lado, el rechazo a las polémicas reformas del Gobierno, entre ellas la pensional, la de la salud y la laboral. Otros mostraron su preocupación por lo que pueda pasar con sus ahorros y el acceso a los servicios de salud.
Algunos hablaron de un “juicio político” contra Petro, argumentando que se han revelado irregularidades en la campaña, investigadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE). Varios líderes le pidieron a la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes que tome decisiones de fondo.
El petrismo insinuó que la convocatoria había sido menor y publicaron fotos con las que se intentó relatar una mentira, que la plaza de Bolívar estaba vacía.
Ante la contundencia de las marchas, Petro reaccionó. Descalificó las movilizaciones y trató de minimizarlas, pese a su contundencia, y dijo que eran de un sector que no quiere el cambio. “Hoy tenemos manifestaciones que no quieren cambiar al país y está bien, siempre habrá fuerzas que saliendo de los privilegios no quieren perderlos”, aseguró el mandatario.
La senadora Paloma Valencia, quien salió a marchar, le dijo a SEMANA que es claro que millones de colombianos no quieren perder los privilegios de vivir con condiciones dignas.
“Él dice que queremos defender los privilegios, y digo sí, el privilegio de poder tener derecho a la salud, de poder escoger si queremos que el Estado o un privado maneje nuestro ahorro pensional, el privilegio de poder vivir sin miedo en los territorios de Colombia, de que los violentos vayan a la cárcel y no al Congreso”, aseguró la senadora del Centro Democrático.
En el petrismo la mirada es distinta. Gabriel Becerra, representante a la Cámara del Pacto Histórico, se alineó con Petro. “Creo que en este país hay gente como la que marchó que no quiere que el país cambie y nos quieren meter la idea de que el mejor país es el que ellos representan”, aseguró el congresista de izquierda, que reconoció que las marchas son legítimas, aunque dijo que fue una “movilización política liderada por el Centro Democrático”.
Sin embargo, no se trató de un sector, como lo ha querido mostrar la izquierda o Petro, que habló de la “extrema derecha”. En las marchas y en la plaza de Bolívar se vieron representados distintos grupos que rechazan la gestión del presidente.
Acudieron políticos de distintos sectores, como Enrique Peñalosa, exalcalde de Bogotá, el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, varios senadores de bancadas de Cambio Radical, el Centro Democrático y hasta la Alianza Verde, como el senador Jota Pe Hernández.
También marcharon quienes alguna vez lo acompañaron, como un sector de la Confederación General del Trabajo (CGT) y hasta grupos significativos de indígenas.
“Lo importante de estas marchas es que son absolutamente espontáneas y surgen producto de la indignación que genera Petro. Esta es una movilización que tiene liderazgos plurales, absolutamente ciudadanos y, por supuesto, también políticos”, afirmó el senador Miguel Uribe.
El congresista del Centro Democrático destacó que, además, hubo asociaciones de pacientes que están en contra de la reforma a la salud; asimismo, un grupo de madres reclamó la falta de insulina para sus hijos diabéticos. Y hasta transportadores o camioneros, que con pitos demostraron su molestia con el Gobierno por las decisiones que afectan a ese sector.
Otro punto importante es que no se trató de una marcha del uribismo ni fue convocada por el Centro Democrático, como lo ha querido mostrar el Gobierno. Lo organizaron ciudadanos que han venido realizando este tipo de actos en distintos espacios. Uno de sus líderes es Pierre Onzaga, quien pidió un “juicio político” contra Petro. Dice que una de las razones son las posibles irregularidades en la financiación de la campaña.
“Petro no solo está acabando con el Estado de derecho, con la salud, sino que, además, violó los topes electorales en su campaña política. Aquí hay pruebas sobradas, no solamente las pruebas que entrega Fecode y los 600 millones de la USO, sino las pruebas de Nexia Montes (firma auditora), que ahora el CNE deja sobre claro. Muy pronto –aseguró Onzaga– se va a abrir el juicio político”.
Onzaga estaba acompañado del abogado José Manuel Abuchaibe, quien dice contar con los argumentos jurídicos para ese “juicio político” contra Petro por supuestamente haber violado los topes de la campaña electoral. De todas formas, esa será una decisión que pase por el CNE y por la Comisión de Acusación.
Un hecho para resaltar es que la marcha fue pacífica. En ningún momento se presentó algún acto violento o bloqueo, a diferencia de lo que sucedía cuando salían sectores de la izquierda a las calles, como en 2021.
“Cuando el presidente Petro ejercía la oposición y salía a marchar para expresar su desacuerdo con el Gobierno de turno, muchos lo respetábamos. Ahora es lamentable que él, diciendo que es un demócrata, trate de desvirtuar a quienes con mucho respeto, decencia y firmeza expresamos las graves preocupaciones que tenemos sobre su nefasta reforma a la salud, que lo único que busca es utilizar la plata para los pacientes en politiquería y en perpetuarse en el poder”, cuestionó el senador David Luna, a quien Petro criticó por salir a las calles.
¿Qué impacto alcanzarán estas movilizaciones? Un punto en común de la conversación ocurrida en las marchas es lo que pueda pasar en 2026. Por ejemplo, Enrique Peñalosa le dijo a SEMANA que lo que más le preocupa es que Petro “haga cualquier pirueta para tratar de quedarse más allá de 2026”. Y, aunque, por ahora, descartó una nueva candidatura, aseguró que conoce por lo menos 20 líderes que podrían tomar el rumbo del país.
A Vargas Lleras varias personas le pedían que “salvara la patria”. Él, por el momento, también descartó una aspiración política. “Estamos muy lejos de eso y quién sabe si para entonces todavía en Colombia exista democracia e instituciones”, afirmó.
Sin embargo, el senador Miguel Uribe cree que estas manifestaciones en particular tienen clara incidencia en lo que pueda pasar en las próximas elecciones presidenciales y miden el termómetro político del país, el cual refleja el descontento social con Petro.
“La marcha está absolutamente relacionada con 2026, porque es el punto de partida de la unidad que Colombia necesita. Sin unidad es imposible sacar a los petristas del poder. La unidad es lo que nos va a dar la victoria para ponerles punto final a Petro y sus aliados”, aseguró el senador Uribe. Agregó que se debe establecer una unión entre distintos sectores que lleven a una gran propuesta de “cambio”, que, según él, debe representar la esperanza para el país en medio de la “incertidumbre y el miedo” que ha provocado el Gobierno Petro.