Politica
Esta es la respuesta de la Cancillería a la denuncia de presunto acoso laboral en la Embajada en México
La oficina del Control Interno del Ministerio aseguró que aún no hay procesos formales sobre esa denuncia.
SEMANA conoció cinco testimonios de funcionarios diplomáticos y de la Cancillería que detallan un presunto acoso laboral que estaría ocurriendo en la Embajada de Colombia en México, que es dirigida por el embajador Moisés Ninco Daza.
Los testimonios conocidos por la revista aseguran que hay un mal ambiente laboral en la oficina del Estado colombiano ante ese país, contexto que estaría directamente relacionado con el manejo de Ninco Daza de ese despacho.
Sin embargo, al ser consultada sobre este tema, la oficina de control interno de la Cancillería detalló que: “revisado el sistema de procesos Disciplinarios de este despacho, a la fecha no hay registro de proceso activo o queja formal que involucre al Embajador de Colombia en México, doctor Moisés Ninco Daza”.
SEMANA se comunicó con el embajador Ninco Daza, quien respondió que las preguntas sobre el caso deberían tramitarse ante el Ministerio de Relaciones Exteriores que dirige el canciller Álvaro Leyva.
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Según los testimonios, el clima laboral en esa oficina llegó a tal nivel de tensión que desde la Cancillería agendaron un grupo focal de trabajo con una agencia especializada en mejorar las relaciones entre los equipos de trabajo.
Las denuncias de presunto acoso laboral
Cinco personas cercanas al servicio diplomático o que trabajan en la delegación diplomática de Colombia en México le contaron a SEMANA las posibles irregularidades que estarían ocurriendo en el despacho del embajador Moisés Ninco Daza. Estos fueron algunos de los testimonios:
“A todo el mundo lo trata mal. Es demasiado displicente con los subalternos, he recibido el peor de los tratos después de que se suponía que al ser militantes del Pacto Histórico la relación iba a cambiar”, detalló una de las fuentes.
Otra aseguró que Ninco Daza: “Ha abusado de su puesto, de la confianza que le dio el presidente. Los casos de acoso muestran negligencia y abuso de poder”.
Entre los testimonios también expresaron que el embajador: “Es una persona que está totalmente desubicada en sus funciones propias, no asume qué es lo que está haciendo acá en México al no querer prestar atención a los consejos ni a la carrera diplomática en sí. Por eso entra en choque con todo mundo”.
Una fuente conocedora del tema apuntó que “hay mal entendidos (...) Pero solo un caso está formalmente denunciado y se está surtiendo el trámite”. Ese proceso en particular es la denuncia de una mujer que alegó ser víctima de posibles situaciones de acoso laboral por parte de Ninco Daza.
SEMANA también conoció que: “hay mucha gente que tiene miedo. A algunos ya los echaron, pero siguen con temor. Otros simplemente tienen miedo de que los vayan a trasladar. No puedo decir que sea el ministro el que haga eso, el ministro ha sido respetuoso, un hombre decente. El problema de Cancillería es que muchos son línea directa con el presidente. Entonces, llaman al presidente”.
Dos de esas fuentes coincidieron en detallar que el embajador habría llegado a la misión diplomática advirtiendo que sacaría de sus cargos a los funcionarios que trabajaron en esa delegación desde el Gobierno de Iván Duque. Tanto en la Embajada como en el Consulado en Ciudad de México ha habido cambios en la planta laboral.
Incluso, aseguran que la comunicación entre el embajador Ninco Daza y el cónsul Andrés Hernández está rota: “Esa disputa son puros egos. Eso viene desde la campaña porque Andrés quería ser embajador. La comunicación está súper rota entre el consulado y la Embajada. Los temas migratorios, de droga y el tema del fentanilo están descoordinados”.
Las cinco personas accedieron a dar sus testimonios a SEMANA con el compromiso de que no se publicaría su nombre porque temen ser blanco de represalias laborales por advertir sobre el ambiente laboral en la Embajada de Colombia en México.
Entre las denuncias también aseguraron que: “El problema es que hay mucha farra. Se la pasan enfarrados. Hay un mal comportamiento que afecta la imagen de Colombia”.