POLÍTICA
Este es el plan de Petro para apoderarse de la U. Nacional: quiere imponer al rector. Hay tutelas, recusaciones e incertidumbre
Académicos advierten una grave violación de la autonomía universitaria por parte del Gobierno Petro, que busca imponer, a como dé lugar, un rector afín a sus ideas.
El presidente Gustavo Petro quiere extender su poder y quedarse con la Universidad Nacional, pasando por encima de la autonomía universitaria. Así lo concluyen académicos de la institución y dirigentes políticos tras analizar las más recientes movidas jurídicas del primer mandatario para imponer al rector de su preferencia y tumbar a José Ismael Peña, escogido desde el 21 de marzo de 2024 por amplias mayorías en el Consejo Superior. Leopoldo Múnera, su candidato, fue derrotado en una votación en la que estuvo presente la ministra de Educación, Aurora Vergara.
La puja por la rectoría de la universidad pública más importante del país la ha puesto ad portas de tener dos rectores, a los abogados de un lado y del otro trabajando, a académicos amenazados, directivos recusados ante la Justicia y a la institución en una angustiosa crisis de gobernabilidad.
Desde el mismo momento en que Peña fue ungido, Petro no lo reconoció. Al contrario, el Gobierno puso en marcha una estrategia de desprestigio y desconocimiento del reemplazo de Dolly Montoya.
La ministra Vergara, por ejemplo, fue la primera en desconocer la elección. Rechazó el mecanismo de votación, pese a que presidió el Consejo Directivo en el que fue derrotada. Entre los acuerdos pactados estaba que el 21 de marzo, tras más de nueve horas de discusión, se elegiría al rector. Y lo más importante: que se respetaría la decisión de las mayorías.
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“Desde el inicio de este consejo se definió que la decisión que surja, sea por mayoría o por consenso, es la decisión del cuerpo colegiado y eso está claro”, advirtió antes de la votación la consejera María Alejandra Rojas, designada por el Gobierno Petro. Su declaración quedó consignada en el Acta 05 de 2024, conocida por SEMANA.
Según ese documento, finalizada la elección, “con la venia del pleno, la secretaria general del Consejo Superior proyecta y lee la resolución por la cual se designa a José Ismael Peña como rector, frente a lo cual no se presenta ninguna observación por parte del Consejo“.
El ambiente de paz y lo acordado quedaron atrás horas después de la elección de Peña. La ministra de Educación, sorpresivamente, no firmó las actas de elección donde ella participó. Leopoldo Múnera, el cercano a Petro, no apareció en las dos últimas rondas de votación, y Peña, al contrario, obtuvo cinco respaldos en la vuelta final, frente a cero votos de Raúl Esteban Sastre.
Vergara, visiblemente molesta, planteó más de un reclamo de redacción y los consejeros entendieron que su dilación tenía un objetivo: ganar tiempo y lograr que el Gobierno acomodara sus nuevas fichas en el Consejo Superior y obtuviera mayorías.
SEMANA reveló una carta del 29 de abril de 2024 en la que la secretaria técnica del Consejo Superior de la Nacional, Amanda Lucía Mora, le pidió a Vergara que firmara las actas. Además, le recordó a la ministra que, de acuerdo con lo previsto en el numeral 6 del artículo 10 del reglamento interno del Consejo Superior Universitario, “la presidencia del Consejo Superior Universitario cumplirá, entre otras, la función de firmar las actas y decisiones del Consejo Superior Universitario”. Pidió, además, establecer disponibilidad de fecha y horario para posesionar a Peña.
La respuesta llegó el primero de mayo. “Al día de hoy, existen múltiples solicitudes de varios sectores y estamentos en los que se cuestiona la legalidad de las decisiones que se aprobaron por las mayorías el 21 de marzo, las cuales no son un asunto menor y requieren una respuesta por parte del Consejo Superior Universitario (…)”, dijo la ministra.
El 9 de mayo, el entonces consejero Humberto Rosanía pidió a la procuradora Margarita Cabello investigar a la ministra Vergara por incumplimiento y obstaculización del acto de designación de rector que llevó a Peña a posesionarse en la Notaría 14 del circuito en Bogotá.
Petro, quien aumentó el presupuesto anual de la Universidad Nacional de 2,2 a 2,9 billones de pesos, no quedó contento. Desde su despacho salió la orden de nombrar al ministro de Cultura, Juan David Correa, como ministro ad hoc para hacer a un lado a Peña.
El argumento no fue su elección, sino su supuesta “autoposesión” ante una notaría en Bogotá, como se lee en la Resolución 7480 del 15 de mayo de 2024 del Ministerio de Educación. “La autoposesión de Peña fue tan arbitraria que, jurídicamente, no existe”, dijo Rodrigo Uprimny, quien defiende las tesis de Petro en este pleito.
La primera decisión de Correa fue “ordenar” un consejo universitario en menos de 24 horas para encargar a un rector de manera transitoria hasta que se adopte una decisión definitiva por parte del Consejo Superior tras la supuesta “autoposesión” de Peña.
La polémica decisión de Correa le provocó a Petro un encontrón directo con la academia, uno de los sectores que lo acompañó durante su campaña presidencial. “Hoy empezó la toma del presidente de la Universidad Nacional”, coincidieron algunos maestros del alma mater. Otros recordaron las decisiones del Gobierno de intervenir las EPS. “El Gobierno está quebrantando la autonomía de la institución y viola el debido proceso al pedir nombrar un directivo encargado”, dijo el rector José Ismael Peña.
Más allá de que el presidente esté en desacuerdo con Peña, históricamente, la autonomía universitaria se ha respetado, y ningún mandatario, en la historia reciente del país, ha tenido injerencia directa en la elección de un rector, pasando por encima del Consejo Superior Universitario.
Moisés Wasserman, exrector de la Universidad Nacional y uno de los académicos más respetados del país, quien lidera una “firmatón de rechazo a la intervención del Gobierno Petro a la institución”, le dijo a SEMANA: “El único antecedente parecido que se me ocurre, y menos grave, porque antes de la Constitución el presidente nombraba al rector que quería, es cuando el general Gustavo Rojas Pinilla nombró a un coronel como rector de la Nacional”.
Correa fue recusado jurídicamente, porque era evidente en redes sociales su rechazo a la elección de Peña y no escondía su favoritismo por Múnera. ”Ahora se puede ir a una notaría a posesionarse como rector. Habrá millones y serán legión”, escribió. Hay otras pruebas en su contra.
Correa, a quien ya la Procuraduría le puso los ojos encima, no llegó al consejo directivo extraordinario que citó este viernes como ministro. Además, el abogado Germán Calderón España demandó ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca la resolución en la que él convocó para elegir nuevo rector.
“¿Por qué se ordena al Consejo Superior convocar a sesiones extraordinarias cuyo único punto del orden del día es encargar rector, si acaba de elegir uno en propiedad?”, preguntó el jurista. En otras palabras, no se puede nombrar un rector encargado porque no hay vacancia.
La sesión extraordinaria no arrojó mayores resultados. El intento de poner un rector de la corriente Petro fue fallido, al menos, por falta de quorum. Pero Petro no descansará hasta conseguirlo.
“El Gobierno no reconoce ni el sistema de elección irregular del rector que se presentó en el Consejo Superior de la Universidad Nacional, desconociendo la voluntad democrática de la mayoría de los integrantes de la Universidad, ni mucho menos una posesión aún más irregular al cargo de rector. Democracia es el voto de las mayorías, la protección de las minorías y las reglas transparentes”, escribió Petro.
El respaldo a la elección de Peña como rector es masivo. De hecho, la reconoció jurídicamente la Procuraduría tras una revisión de las actas; y se conoce una firma de más de 600 profesores pidiendo respaldar al designado y volver a la normalidad académica.
La prueba final será el jueves 23 de mayo, cuando el Gobierno intentará nuevamente dar el golpe y ahí podría obtener resultados. Ese día ya tendrán elegida a la representante de los estudiantes, que esperan sea de su resorte, y con ese voto obtendrán mayorías.
Ese plan solo lo podría detener, al menos de momento, el Consejo de Estado, el Tribunal de Cundinamarca o un juez civil del circuito de Bogotá, que definirá la suerte de una tutela que presentó el rector Peña. En esta, pide dejar sin efectos jurídicos la resolución del ministro Correa y que se exhorte al presidente para abstenerse de violar la autonomía universitaria. ¿Quién ganará el pulso? La pelea de Petro por la Nacional, parece, apenas comienza.