CRISIS MINISTERIAL

Este es Ricardo Bonilla, nuevo ministro de Hacienda; entra en reemplazo de José Antonio Ocampo en un momento crítico para la economía

Primeras declaraciones del nuevo funcionario, quien es un recorrido economista, con experiencia académica y administrativa. Acompañó al actual presidente en su paso por la Alcaldía de Bogotá, donde fue su secretario de Hacienda.

26 de abril de 2023
Ricardo Bonilla
Ricardo Bonilla, nuevo ministro de Hacienda. | Foto: Alejandro Acosta

El economista bogotano que sonó desde el inicio del Gobierno de Gustavo Petro para ser ministro de Hacienda, finalmente llegó ahora a ocupar el cargo que deja José Antonio Ocampo, tras la aceptación de la renuncia presentada por todos los miembros del gabinete, de manera protocolaria.

A siete les fue aceptada la dimisión, entre ellos a Ocampo, con lo cual llegará Bonilla, quien había acompañado al hoy presidente de Colombia no solo en la Alcaldía de Bogotá, sino en toda la campaña que llevó a Petro a la Casa de Nariño.

Ricardo Bonilla fue uno de los tres economistas (junto con Jorge Iván González y Luis Jorge Garay) que lideraron el programa económico que llevó a Petro a la Presidencia. Por eso, se pensaba que lo acompañaría en la cartera de las finanzas públicas desde el inicio, lo que no se pudo materializar en ese entonces, porque aún tenía sin resolver una demanda que enfrentaba desde la época en la que se desempeñó como secretario de Hacienda del Distrito capital.

Economista keinesiano

El nuevo ministro de Hacienda fue formado en las universidades Nacional y Jorge Tadeo Lozano de Bogotá. Realizó estudios de economía industrial y cambio mundial en Francia, para luego volver a Colombia, país en el que ha acuñado una amplia experiencia académica y administrativa.

Con su línea de economista keynesiano, es decir, que pone por encima el papel del trabajo en la producción de una economía, ha sido profesor en buena parte de las universidades del país.

Dentro de sus cargos administrativos se destaca el de secretario de Hacienda de Bogotá y director del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) de la Universidad Nacional. También ha sido integrante de las juntas directivas del Grupo Energía Bogotá (GEB), Codensa del GEB, Emgesa del GEB, Transportadora de Gas TGI y Transmilenio.

El nuevo ministro de Hacienda ha participado en buena parte de los debates económicos que se han dado en el país para adelantar reformas y formular políticas públicas.

Crisis en el Gobierno Petro: pide renuncia de sus ministros y rompe coalición
Crisis en el Gobierno Petro: pide renuncia de sus ministros y rompe coalición. | Foto: Crisis en el Gobierno Petro: pide renuncia de sus ministros y rompe coalición

Experto en pensiones

Ricardo Bonilla tiene un alto componente investigativo en su hoja de vida, particularmente en el tema laboral y pensional. También es conocedor en profundidad de temas tributarios. Así, ha hecho parte de varias misiones de expertos en los asuntos mencionados, por lo que será ficha clave para el trámite de los proyectos legislativos del Gobierno que hacen curso en el Congreso, los cuales, pese a ser del resorte de la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, tienen un alto tinte económico.

No obstante a su experticia, llega a la cartera de Hacienda en un momento complejo, en el cual la inflación ha estado en una senda ascendente, sin que ninguna política aplicada la haya podido bajar, y un freno en la economía, por altas tasas de interés aplicadas por el Banco de la República, precisamente para tratar de contener la inflación.

Reforma pensional
Gustavo Petro en la radicación de la reforma pensional en el Congreso de la República. | Foto: Transmisión Youtube

Primeras declaraciones de Bonilla

Luego de conocer su designación, Ricardo Bonilla dio las gracias al presidente Gustavo Petro por su nombramiento y reconoció el trabajo realizado por su antecesor. Además, aseguró que mantendrá la estabilidad económica del país.

A través de sus redes sociales expresó su compromiso de cumplir con las funciones del cargo y enfrentar el barco de la economía, el cual, bien es sabido, está navegando en aguas turbulentas, con una inflación por las nubes y una expectativa de crecimiento precaria, lo que haría tambalear las metas de reducir el desempleo y generar así bienestar, principalmente para los habitantes del campo.