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¿Estocada a la fiesta brava? Este proyecto que avanza en el Congreso podría acabar con las corridas de toros en Colombia
Por primera vez podría existir ambiente político para prohibir las corridas de toros. Sin embargo, el trámite del proyecto ha generado una avalancha de críticas de los taurinos, quienes se sienten engañados por una senadora del Pacto Histórico.
Las corridas de toros en Colombia tienen una tradición de varias décadas, cuando los españoles trajeron a América la fiesta brava. En el siglo XIX empezó la construcción de los primeros circos que posteriormente dieron vida a las Plazas de Toros de Bogotá, Cali, Medellín y Manizales.
Un siglo después, toda esta historia podría quedar sepultada por cuenta de un proyecto de ley que se tramita en el Congreso y ya fue aprobado en segundo debate.
Aunque se han estudiado ocho iniciativas que se han hundido, por primera vez las bancadas de todos los sectores políticos están alineándose para acabar con la fiesta brava, argumentando maltrato animal, una actividad con poco nivel cultural, formativo y con poca afición en los tendidos colombianos.
Según lo aprobado, la prohibición empezaría a aplicarse en 2027 porque se dejará un periodo de transición de tres años en los que el Gobierno deberá hacer un censo para determinar realmente cuántas personas subsisten de la tauromaquia. En ese tiempo también se deberán hacer programas de reconversión económica para que toreros, banderilleros, picadores, ganadores y las personas que viven de los toros puedan recibir otros ingresos.
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Además, en 2028 se crearían unos programas para determinar cómo cada ciudad puede sacar lucro de las plazas de toros en otras actividades y que parte de las ganancias se donen a obras sociales.
El proyecto de la senadora Esmeralda Hernández, del Pacto Histórico, está avanzando y si todo sale como está planeado, sería aprobado antes de terminar 2023. En todo caso, desde 2010 la Corte Constitucional pidió al Congreso reglamentar el tema de las corridas de toros y el Legislativo ha hecho caso omiso.
Sin embargo, los taurinos se sienten engañados porque la senadora Hernández nunca los ha buscado para dialogar sobre el tema. “La senadora Hernández ha mentido porque no ha hecho el trabajo en las regiones para hablar directamente con quienes viven de los toros. Mienten y lo hacen diciendo que ellos han hecho el trabajo. No han ido a una ganadería, no han hablado con quienes dependen de la fiesta brava, así que quieren prohibir y listo”, dijo el torero Gitanillo de América.
Sobre la afición, Gitanillo dice que las cifras muestran que la gente está yendo a los toros y que las minorías se deben respetar. “Vimos lleno total en Ubaté, lleno en Arbeláez. Sabemos que pasa lo mismo en Manizales y Cali. Deberían darles facultades a los Concejos municipales para que allí se decida y no desde Bogotá”.
El torero y ganadero César Rincón explica que la prohibición no se debe hacer porque la Corte Constitucional dijo que la tauromaquia es una actividad artística y cultural. “Quienes quieren prohibir los toros hablan de la protección del animal para que no maten al toro, pero si se trata de un embrión apoyan el aborto. Eso es increíble. Cada uno tiene opiniones y se respetan, pero hay congresistas que dicen no a la muerte del toro de lidia, pero sí a la muerte de bebés. En la vida debe haber equilibrio y coherencia, los animalistas no la están teniendo”.
Más allá de lo que pueda pasar en los dos debates restantes, lo cierto es que, si se llegaran a prohibir las corridas, se abriría la puerta al prohibicionismo y que mediante proyectos se quiera coartar una libertad. “Vemos a muchísimos niños en Colombia aguantando hambre, sufriendo y a lo mejor mendigando por un pan, un plato de comida y trabajando. Ahí no pasa nada, no salen los animalistas a decir nada ni los políticos se preocupan por ellos”, finalizó Rincón.