Política
Excongresista Héctor Vergara se ‘salió de los chiros’ durante un partido de fútbol en Bogotá, ¿qué pasó?
El exrepresentante a la Cámara tuvo una actitud que dejó mucho que desear durante un encuentro deportivo en el norte de Bogotá. Él explicó que querían agredir a su hijo.
La política colombiana da para todo. Este domingo 16 de abril ocurrió un hecho que escandalizó a las familias de menores que habitualmente acompañan a sus hijos a jugar fútbol.
En las canchas La Morena, en el norte de Bogotá, es habitual que docenas de familias se reúnan para ver jugar a sus hijos y, por qué no, ser testigos de la formación de un posible jugador de fútbol profesional.
En estas reconocidas canchas se juegan un gran número de partidos durante los fines de semana, pero este domingo en particular había un juego bastante complicado entre las escuelas Juventus y la Bethel que dirige Hernán Pacheco.
La competición se sintió desde que el árbitro dio el pitazo inicial. Era un partido difícil con jóvenes dándolo todo en la cancha y un marcador 1-1 que aumentaba la tensión. De repente, la Juventus anotó el segundo gol y uno de los jóvenes decidió ir a celebrárselo a sus rivales, una situación normal del fútbol.
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El árbitro llamó la atención al autor del gol y a los demás integrantes del equipo, hubo un roce normal en la cancha que es parte de la misma dinámica del fútbol, pero ahí es cuando apareció el excongresista Héctor Vergara y se ‘salió de la ropa’.
Vergara se metió a la cancha a recriminar a varios jóvenes que estaban en el campo y los demás padres de familia lo chiflaron y le pidieron retirarse de la cancha por tratarse de un partido de menores de edad.
Supuestamente el excongreista hizo caso omiso y en varias ocasiones increpó a los jugadores, todos menores de edad, al parecer porque su hijo estaba en el terreno de juego. Sin embargo, a muchos padres de familia les incomodó que el excongresista haya ingresado a la cancha porque el roce que hubo entre los jóvenes obedeció a una acción de juego y no a una pelea, situación que hizo cambiar Vergara al ingresar al campo.
Como Vergara no quería salirse de la cancha, varios padres le recriminaron e intentaron agredirlo al considerar que no tenía derecho a encarar a menores de edad que estaban en un partido de fútbol. Al notar que todos los padres estaban en su contra, se retiró de la cancha, pero empezó a hacer actos provocadores que molestaron aún más.
Muchos de los padres quisieron agredirlo, pero la situación se calmó por la presencia de los menores de edad. Cuando Vergara notó que había celulares grabando su comportamiento, hábilmente como cualquier político, cambió de actitud y dijo que no debían pelear en el lugar y que todos debían conservar la calma.
La versión de Héctor Vergara
Ante lo ocurrido SEMANA se comunicó con el excongresista quien manifestó que no se dio el contexto sobre lo ocurrido, ya que todo pasó porque los jugadores del equipo contrario se fueron contra su hijo y él sencillamente quiso evitar una agresión.
“Yo entré al campo para evitar una batalla campal y que agredieran a mi hijo, el arbitro estaba al otro costado. Entré y les dije que no había que acudir a la violencia porque era una conducta antideportiva, pues era un agresión sin balón”, contó Vergara.
Agregó que sintió nervios cuando vio que varios jugadores del equipo contrario se fueron encima de su hijo y por eso dejó de grabar para entrar al campo de juego. “Yo ante todo soy padre y no puedo aceptar que vayan a agredir a mi hijo. No entré con violencia, solamente para evitar que se fueran a los golpes porque era un partido duro”.
En el video que mostró a SEMANA se evidencia que después del gol los jugadores de camiseta azul se van hacía su hijo para decirle algo y que en ese momento dejó de grabar. Señaló que fue una situación de juego donde cualquier persona hubiera hecho lo mismo para evitar la violencia, sobre todo, porque se trata de jóvenes haciendo deporte.
Finalmente indicó que no se puede hablar de ningún espectáculo porque todos los presentes se dieron cuenta que fue una situación para evitar que algo pequeño se convirtiera en un problema grande.