POLÍTICA
Expresidente Álvaro Uribe se pronuncia sobre reconocimiento de falsos positivos por parte de ocho militares: “Mancharon la seguridad democrática”
Los hechos reconocidos por los militares ocurrieron en Antioquia entre 2002 y 2006.
El expresidente Álvaro Uribe se pronunció en la noche de este miércoles 28 de junio sobre el reconocimiento que hicieron ante la JEP ocho militares de 49 ejecuciones extrajudiciales, conocidas como falsos positivos.
Estos actos, según reconocieron los militares, se presentaron en los municipios de Dabeiba e Ituango, Antioquia, entre 2002 y 2006.
El expresidente reprochó la actitud de los militares de, inicialmente, haber negado que habían cometido estos falsos positivos.
“Duele y mortifica que hubieran negado falsos positivos, les creímos, y ahora los aceptan; incluso la fundación de Herbin Hoyos (QEPD) defendió un caso de Dabeiba, anterior a mi Gobierno. Y apoyamos esa defensa”, apuntó Uribe.
El exmandatario agregó que “los (falsos positivos) cometidos durante mi gobierno mancharon la seguridad democrática que bastante sirvió al país. Cualquiera de estos delitos es grave sin que importe el número ni los casos de falsas acusaciones. Mi afectación es mayor por mi inmenso cariño a los soldados y policías de Colombia”.
El reconocimiento de estos hechos ante la JEP fue hecho por el coronel en retiro Efraín Enrique Prada Correa, excomandante del Batallón de Contraguerrillas (BCG) n.° 79 Hernando Cómbita Salazar; el sargento (r) William Andrés Capera Vargas, exintegrante del Batallón de Contraguerrillas (BCG) n.° 79 Hernando Cómbita Salazar; coronel (r) Edie Pinzón Turcios, excomandante del Batallón de Contraguerrillas (BCG) n.° 26 Arhuacos; el sargento (r) Fidel Iván Ochoa Blanco, exintegrante del Batallón de Contraguerrillas (BCG) n.° 79 Hernando Cómbita Salazar; el mayor (r) Yair Leandro Rodríguez Giraldo, exintegrante del Batallón de Contraguerrillas (BCG) n.° 26 Arhuacos; el sargento (r) Jaime Coral Trujillo, exintegrante del Batallón de Contraguerrillas (BCG) n.° 79 Hernando Cómbita Salazar; el mayor (r) Hermes Mauricio Alvarado Sáchica, exintegrante del Batallón de Contraguerrillas (BCG) n.° 79 Hernando Cómbita Salazar, y el soldado profesional (r) Levis de Jesús Contreras Salgado, exintegrante del Batallón de Contraguerrillas (BCG) n.° 79 Hernando Cómbita Salazar. Todos ellos reconocieron públicamente su responsabilidad en estos hechos.
En la instalación de la audiencia de reconocimiento, el magistrado Alejandro Ramelli Arteaga, de la Sala de Reconocimiento, explicó que en estos casos se presentó el patrón macrocriminal de “homicidios de campesinos de la región por prejuicio insurgente y de guerrilleros que habían dispuesto sus armas en un contexto de alianzas entre agentes del Estado y grupos paramilitares”.
En este sentido, señaló que los militares retuvieron y asesinaron a campesinos a los que señalaban de tener nexos y colaborar con la guerrilla que delinquía en la zona. “Con estas acciones, se estigmatizó a las víctimas y a las comunidades, dañando sus lazos; se generó desplazamiento forzado y se rompieron los proyectos de vida”.
Estas acciones generaron un desplazamiento forzado en la región de Dabeiba, puesto que los pobladores sentían miedo y zozobra frente a los militares. Rafael Góez, familiar de Wilson Manco, le manifestó a los ocho comparecientes que los daños son “incalculables e invaluables”, puesto que afectó el buen nombre y honra de los pobladores, quienes eran señalados de ser colaboradores de los grupos guerrilleros. “Tenía que negar mis raíces (…) para conseguir un empleo, no podía decir que era de Dabeiba”.
Frente a esto, el coronel (r) Edie Pinzón Turcios, quien fue comandante del Batallón de Contraguerrilla No. 26, tomó la palabra y se comprometió a contar toda la verdad, resarcir el buen nombre y dignificar a las familias de las víctimas.
El oficial reconoció las alianzas que se forjaron con los grupos paramilitares, que ya para ese momento estaban fortalecidos, con el fin de realizar operativos conjuntos en contra de los campesinos, a quienes retenían tras acusarlos de brindarle apoyo a los subversivos. “El enemigo de mi enemigo es mi amigo”, aseveró el coronel.
Tras los operativos, se modificaban todos los informes para aparentar que todo había sido en medio de un combate. “Fueron asesinadas personas por pertenecer a un área como Dabeiba, y presentados como guerrilleros por la estigmatización”.