POLÍTICA
Exsenador Julián Bedoya explicó que la fiesta en que regaló tablets y bonos de $800.000 “no era un lanzamiento de campaña”
Además, criticó fuertemente el despido de algunos periodistas que asistieron a la celebración amenizada por Peter Manjarrés.
El exsenador del Partido Liberal Julián Bedoya entregó detalles de la fiesta que organizó para celebrar el Día del Periodista, en la que regaló tabletas electrónicas y bonos de $800.000. El festejo terminó por costarle la cabeza a algunos periodistas de la emisora RCN Radio que asistieron al evento en Antioquia, amenizado por el artista de música vallenata Peter Manjarrés.
En un comunicado de prensa, el precandidato a la gobernación de Antioquia explicó que la celebración del Día del Periodista “fue un evento privado al que asistieron más de 300 invitados con el fin de exaltar su labor. Se entregó un obsequio que consideramos útil para el ejercicio de su actividad”.
No se refirió a las tablets electrónicas ni al bono que recibieron más de 200 periodistas, pero explicó que los comunicadores que aceptaron la invitación “no lo hicieron en cumplimiento de sus obligaciones contractuales, ni en representación de ningún medio de comunicación. No fueron convocados a cubrir una noticia o atender una rueda de prensa”.
El evento —según expresó— “no fue un lanzamiento de campaña. En el lugar no hubo publicidad política y en mi intervención no afirmé ser candidato oficial a algún cargo de elección popular”.
#Comunicado 📢 📝Rechazo el injusto despido de los #Periodistas que fueron atropellados por asistir a un evento social y...
Posted by Julian Bedoya on Monday, February 13, 2023
En el oficio de prensa, Bedoya dijo “que algunos han decidido censurar esta invitación y la entrega de un elemento de trabajo. Sin embargo, este tipo de celebraciones, que son habituales, a menudo incluyen la entrega de variados obsequios que nunca han afectado el ejercicio periodístico”.
Lamentó también “que quien en su foro privado asiste a una reunión social, sea objeto de represalias en el ámbito laboral. Grave atentado contra los derechos al trabajo, a la libertad de expresión y la igualdad. Pero sobre todo, a la dignidad de los periodistas”.
Criticó “que comunicadores y directores de medios del país asisten a diario a cócteles, clubes y eventos sociales. Otros, incluso, reciben representativas comisiones por pauta publicitaria sin que por ello se cuestione su moral. Pero cuando un reportero del ámbito local es invitado a un almuerzo y recibe un detalle en homenaje a su profesión, como en este caso, se presume —de mala fe— que con ello traiciona la ética”.
Según la posición de Bedoya, “la postura que asumieron algunos medios nos invita a reflexionar si la confianza depositada en los periodistas solo existe cuando se sigue a rajatabla la línea política de quien es dueño o inversionista del medio de comunicación donde se trabaja”, opinó.
Por eso, rechazó lo que él llamó “injusto” despido de los periodistas “que fueron atropellados por asistir a un evento social. Hago una invitación al equilibrio y respeto de los espacios personales y privados de quienes trabajan en medios de comunicación. ¿Estamos ante una nueva forma de censura a la prensa antioqueña?, preguntó”.
El nombre de Julián Bedoya fue controvertido porque la Universidad de Medellín lo despojó de su grado de abogado tras comprobar que, pese a graduarse, no había cumplido el 100% de los requisitos para dicho logro universitario. Actualmente, busca convertirse en el sucesor del gobernador Aníbal Gaviria en Antioquia, una aspiración que lo ha llevado a aliarse al senador Carlos Trujillo, el presidente del Partido Conservador.
El problema es que en la tolda azul el grueso de la colectividad respalda al expresidente del Senado, Juan Diego Gómez, y la cercanía de Bedoya a Trujillo ha generado fuertes divisiones internas en el conservatismo.
Bedoya también busca el respaldo del Pacto Histórico por su cercanía con el presidente Gustavo Petro.