Política
Francia Márquez defendió a Piedad Córdoba: “Si no hubiera sido una mujer negra, seguro que hasta un monumento le hubieran hecho”
La vicepresidenta fue más allá e indicó que a la senadora, por ser negra, “le colocaron la etiqueta de guerrillera”.
El pasado fin de semana, de manera sorpresiva, murió la senadora del Pacto Histórico Piedad Córdoba, desatando una ola de reacciones en todos los sectores políticos del país.
Este viernes 26 de enero, la vicepresidenta Francia Márquez, realizó una férrea defensa a Piedad Córdoba, señalando que si la congresista no hubiese sido negra, le hubieran hecho un monumento por el trabajo que desarrolló para la liberación de secuestrados.
“Lastimosamente, algunos sectores le hicieron en este país de todo, lo que su familia sufrió y sigue sufriendo por la decisión que ella como mujer negra tomó, y es la decisión de ayudar y contribuir al bienestar de esta sociedad, ayudar a construir la paz”, sostuvo Márquez.
Y añadió en una declaración que dio en la emisora de la Presidencia desde el Pacífico colombiano: “Para mí fue muy doloroso que si Piedad Córdoba no hubiera sido una mujer negra, seguro hasta un monumento le hubieran hecho cuando ayudó a rescatar a tantos secuestrados, pero como fue una mujer negra, simplemente la etiqueta que le colocaron fue guerrillera”.
Vicepresidenta Francia Márquez defendió a Piedad Córdoba, dijo que “si no hubiera sido una mujer negra, seguro hasta un monumento le hubieran hecho” y afirmó “pero como fue una mujer negra, simplemente la etiqueta que le colocaron fue de guerrillera”. https://t.co/if1kX8q65f pic.twitter.com/FJeaYT7ayh
— Revista Semana (@RevistaSemana) January 26, 2024
“Una mujer con un pensamiento liberal, una mujer que, les guste o no a los colombianos, ayudó a profundizar la democracia de este país”, expresó.
No obstante, la vicepresidenta Francia Márquez no ahorró calificativos a la hora de referirse al camino político que dejó la exsenadora del Pacto Histórico Piedad Córdoba.
Lo hizo el pasado 22 de enero, desde el Congreso, donde el cuerpo sin vida de la excongresista permanece en cámara ardiente antes de partir a Medellín, donde sus familiares le darán cristiana sepultura.
Rodeada de congresistas petristas y a escasos metros del féretro, Márquez dijo que siente un dolor profundo por el fallecimiento de la dirigente.
“Como pueblo negro, como mujeres negras, como colombianos y colombianas, sentimos un dolor, porque, aunque muchos en este país no reconocieron el liderazgo de Piedad Córdoba, el pueblo negro sí lo reconoce, sabe que ella siguió el legado de los ancestros de romper las cadenas de la opresión y el silenciamiento, porque fue una mujer que jamás se cayó, jamás guardó silencio. Eso lo enseñó”, expresó en esa ceremonia.
Márquez agregó que, como vicepresidenta, debe decir que “Piedad Córdoba abrió las puertas para las mujeres en la política en este país, especialmente para las mujeres negras en Colombia. Yo no sería vicepresidenta sin el camino que ella hizo junto a otras mujeres y hombres de esta nación”.
Mirando el ataúd, Francia Márquez continuó: “Gracias, Piedad Córdoba, por creer en la paz de Colombia, por entrar a las selvas a rescatar personas secuestradas, así este país no lo haya reconocido”.
La vicepresidenta recordó que siempre se preguntó por qué a una mujer con el trabajo importante de Córdoba “no se le reconocía y valoraba, pero ahora que estoy aquí entiendo las mezquindades de la política, las mezquindades humanas que a veces no permiten reconocer esos actos de grandeza que profundiza la democracia de un país como Colombia”.
Le dio las gracias por haber sido aguerrida, “por decirle la verdad a todo el mundo, así no les gustara, inclusive, a compañeros y compañeras con las que se construyó como política. Gracias porque nos enseñó a las mujeres negras a no callar, a no agachar la cabeza. Piedad fue siempre una mujer que se vio regia”.
Y recordó cómo en los últimos días que, según ella, Piedad Córdoba estuvo en el hospital, “uno la veía bien regia porque jamás se doblegó, siempre con su elegancia, con esa dignidad que nos caracteriza como pueblos y como mujer”.
Confesó que, siendo muy joven, “sin saber mucho de política representativa, a mis 18 años, cuando la ley me permitió votar, por la primera persona que voté fue Piedad Córdoba. Lo hice sin conocerla, pero solo lo hice porque veía a una mujer que se parecía a mí, tenía el mismo color de piel, llevaba una historia de un pueblo en los hombros”.