Política

Francia Márquez insiste en que colombianos aprendan a hablar suajili, uno de los idiomas en África: “Esto para algunos opositores ha sido sinónimo de burla”

La vicepresidenta dijo “que si estamos hablando de fortalecer nuestras relaciones comerciales, lo primero que se tiene que fortalecer es la comunicación”.

Redacción Semana
12 de septiembre de 2023
Vicepresidenta Francia Márquez en Barbados.
La vicepresidenta Francia Márquez. | Foto: Mia Amor Mottley

La vicepresidenta, Francia Márquez, defendió nuevamente su propuesta de que los niños colombianos aprendan a hablar suajili, uno de los principales idiomas que se pronuncian en Kenia.

La iniciativa generó controversia en mayo pasado, cuando la alta funcionaria habló del tema por primera vez después de culminar su gira por Kenia, Etiopía y Sudáfrica. Algunos opositores al Gobierno consideraron que era innecesario porque dicha lengua no es universal y no se habla más allá de África.

En esta oportunidad, Márquez, tras su nuevo viaje por ese continente, recordó que Kenia ha propuesto enseñar suajili en ese intercambio con Colombia. “Esto, para algunos opositores, ha sido sinónimo de burla en nuestro país”, dijo.

La vicepresidenta aseguró “que no están mirando la realidad en términos de las posibilidades porque hay 200 millones de habitantes en África que hablan esta lengua principal”.

Francia Márquez con el vicepresidente de Ghana.
Francia Márquez con el vicepresidente de Ghana. | Foto: Twitter Vicepresidencia.

Por eso, “si estamos hablando de fortalecer nuestras relaciones comerciales, lo primero es fortalecer una comunicación donde nos podamos entender”, anotó.

En mayo pasado, Márquez le informó al país que en su primera visita comercial “se planteó la apertura de becas, por parte de Colombia, para viajar a estos países y viceversa, para que vayan a estudiar en las mejores universidades (...) se hicieron memorandos de entendimiento para el intercambio del lenguaje”, señaló.

En cuanto al intercambio de lenguaje, Márquez aseguró: “Colombia se propone colocar maestros y maestras para enseñar español y ellos, sobre todo en Kenia, proponen enseñarle su lengua nativa, el suajili, a los afrodescendientes o a quienes quieran aprender el idioma. Esto es importante para la reconstrucción de la raíz y de la memoria histórica y por eso fueron parte de los acuerdos establecidos”.

Francia Márquez y el vicepresidente de Kenia, Rigathi Gachagua.
Francia Márquez y el vicepresidente de Kenia, Rigathi Gachagua. | Foto: Vicepresidencia de Colombia.

Es más, la vicepresidenta enumeró ese intercambio como uno de los principales logros de su visita a África, un desplazamiento que fue fuertemente cuestionado porque el viaje duró ocho días y costó más de 1.700 millones de pesos.

La senadora del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, una de las voces más críticas contra Gustavo Petro, le solicitó, en su momento, una rendición de cuentas a la vicepresidenta.

Lo hizo a través de un derecho de petición en el que le dijo que entregara un informe del trabajo realizado sobre su gira por África y explicara el aporte en recursos económicos y logísticos, hechos por la Open Society. “Queremos saber cuántos negocios firmó”, escribió Cabal en su cuenta oficial de X, anteriormente Twitter.

Vicepresidenta Francia Márquez
La vicepresidenta, Francia Márquez. | Foto: Vicepresidencia de la República

El suajili es una lengua que tiene sus orígenes en la costa del continente africano y pertenece a la familia de lenguas bantúes, las cuales son habladas por los pueblos bantúes en la mitad sur de África. Es uno de los diez idiomas africanos más hablados en el mundo y a lo largo del tiempo ha sido fuertemente influenciado por otras lenguas como el árabe, el inglés y el portugués.

De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores, los hablantes de este idioma se encuentran en más de 14 países y aunque es una lengua oficial en Kenia, Tanzania y Uganda, también se habla en algunas zonas de las Islas Comoras y la República Democrática del Congo. Adicionalmente, se utiliza, aunque sea un una pequeña medida, en Burundi, Ruanda, Mozambique, Malawi, Sudán del Sur, Somalia y Zambia, así como en Omán y Yemen, en el Medio Oriente.