Política
Francia Márquez se desahogó en el día contra la discriminación racial: “Que la falta de respeto no siga arrebatando la dignidad”
Márquez envió un mensaje directo en sus redes sociales.
La vicepresidenta Francia Márquez no dejó pasar la conmemoración del día internacional contra la discriminación racial y envió un contundente mensaje rechazando los actos en los cuales se ataca a una persona por su “diferencia” en el país.
Márquez, por medio de su cuenta de Twitter, se desahogó y elevó una petición especial, para que en Colombia no exista más “falta de respeto” ni xenofobia en contra de las diferentes culturas y grupos sociales.
Hoy, en el día internacional de la lucha contra la discriminación racial, la xenofobia y otras formas conexas de intolerancia, elevo mi voz de manera insistente para que el racismo y la falta de respeto por la diferencia no sigan arrebatándole la dignidad a ninguna persona. #21M
— Francia Márquez Mina (@FranciaMarquezM) March 21, 2023
“Hoy, en el día internacional de la lucha contra la discriminación racial, la xenofobia y otras formas conexas de intolerancia, elevo mi voz de manera insistente para que el racismo y la falta de respeto por la diferencia no sigan arrebatándole la dignidad a ninguna persona”, trinó Márquez.
Recientemente, Francia Márquez reveló en una entrevista que dio a Vicky Dávila directora de SEMANA que ha sentido mucho dolor. “Me voy a mi casa en las noches a llorar porque es duro”, afirma sin pena. En los más de ocho meses que ha estado en el cargo, ha vivido todo tipo de insultos. En ese diálogo sincero con la directora de SEMANA, Vicky Dávila. Contó sobre la discriminación y el racismo que ha vivido desde que ostenta el segundo cargo del Estado.
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Ser la primera mujer negra en llegar a la Vicepresidencia le ha costado para mal. “Soy un ser humano y no vengo aquí a dármelas de ser un héroe, pues no, soy un ser humano de carne y hueso, que tiene sentimientos, que tiene corazón, que siente, que me duele, que esta sociedad sea así, que no seamos capaces de vernos en nuestra humanidad y de reconocer al otro en su humanidad, eso me duele, eso quiere decir que nuestra sociedad tiene mucho por hacer, tenemos mucho que trabajar todavía para reconocer que usted importa como ser humano, que yo también importo como ser humano”, dijo.
Los insultos que recibe son de grueso calibre, pero Francia los entiende como parte del racismo que ha imperado en el país por siglos. “Bueno, yo creo que no es como lo he visto yo; creo que toda la sociedad lo ha visto, la gente ha visto las expresiones, dentro de esta sociedad el intentar quitarle la humanidad a otra persona para colocarle en condición de animal, es lo que hicieron para esclavizar”.
Para la vicepresidenta, es claro lo que están haciendo con ella. “Intentando quitar mi humanidad, entonces todo el tiempo están diciendo que soy un simio, todo el tiempo están diciendo que no soy capaz, no, porque ese concepto de ustedes no pueden, ustedes no saben, ustedes no conocen, eso es colonial. Hicieron eso para someter a un pueblo. Le quitaron la humanidad para colocarlo en una condición de animal, para someterlo, y se sigue reproduciendo siglos después, entonces eso es lo que he vivido, la reprobación de un pensamiento y una visión colonial que se creía que había desaparecido, pero no está intacto”, asegura.
Francia Márquez se defiende: “las veces que vaya, voy a ir en helicóptero... si fuera blanca y de élite, no habría escándalo... de malas”
Francia Márquez vivió todo un remezón cuando se conocieron las imágenes de ella llegando en helicóptero a su lujosa vivienda en Dapa. La vicepresidenta asegura que ese escándalo solo se entiende en el contexto del racismo que vive el país. “Si fuera blanca y de élite, no estuvieran haciendo escándalo porque es normal. Es normal que a una persona de élite, que nació en cuna de oro, la transporten en esos equipamientos y esas aeronaves, pero no es normal que una mujer que trabajó en una casa de familia y que ahora es la vicepresidenta de Colombia se transporte en eso. Pues de malas, y lo siento”, dice con contundencia.
La Vicepresidenta afirmó que habla así porque tiene razones de peso. “Perdónenme los colombianos por decirlo así, pero de malas. Soy la vicepresidenta de este país y mientras lo sea, el Estado tiene la responsabilidad de brindarme todas las garantías de seguridad necesarias para cumplir con mi tarea como vicepresidenta”, dice.
Asegura que no es algo de lo que se arrepienta. “Voy a seguir. Las veces que vaya, voy a ir en helicóptero. Les guste a la élite colombiana o no. Yo soy la vicepresidenta de este país, me eligieron los mismos 11 millones y algo que eligieron al presidente. Me eligieron a mí. Y, por ser una mujer que hoy está ocupando el segundo cargo más importante de este país, me merezco que el Estado en su conjunto me cuide a mí para asegurar que puedo ejecutar mi trabajo y contribuir al cuidado de todos los colombianos y las colombianas. Eso lo han hecho con todos los presidentes y vicepresidentes, todos lo han hecho. ¿Por qué a los otros no les hacen escándalo?”, sostiene.
Márquez anotó que todos los altos funcionarios del Estado han podido usar el transporte en aeronaves para su seguridad. Todos. “Sin excepción de ninguno. Entonces, ¿por qué la vicepresidenta pobre, que viene de abajo, humilde, entonces no lo puede usar? No, Vicky. Eso no debe ser. Y pues lo siento mucho, que vayan y me demanden si estoy haciendo algo ilegal. Pero después de haber vivido un atentado frustrado en la vía que conduce a mi casa, donde me ponen 8 kilos de explosivos, pues no me voy a dar el lujo de facilitarles las condiciones para que me maten más rápido. No voy a hacer eso. Y pueden llorar, pueden gritar, pueden hacer todo lo que quieran. Me pueden ir a demandar, si quieren, y que sea un juez que defina si estoy haciendo algo ilegal o estoy haciendo lo correcto”, agregó en su relato con SEMANA.
Francia Márquez: el perfil de la primera mujer afro que llega a la Vicepresidencia
A Francia Márquez le ha ido mejor con las palabras que con las imágenes. Cada letra que sale de su boca es un poderoso dardo de reafirmación de sus posturas, pensamientos y de la manera como ve la vida y la política.
Sin embargo, durante el último tramo de la campaña a la presidencia de Gustavo Petro, una imagen suya reemplazó cualquier frase y quedó grabada como uno de los escenarios más llamativos del camino a la Casa de Nariño: la ahora vicepresidenta de Colombia en el Parque de los Periodistas custodiada por hombres que sostenían escudos blindados, mientras a lo lejos le apuntaban con un láser verde en la cara.
La escena alarmante fue desgarradora para Francia y su discurso se ahogó en lágrimas; pocas veces la han visto llorar, y menos en público. Francia es de carácter templado, a veces inexpresivo. Ha reconocido que fue una de las cosas que más le costó durante la campaña: aprender a sonreír. Poco le gusta desvelar los sentimientos que la mueven en momentos particulares, así que se blinda con un aspecto neutro.
Quizás esa neutralidad emocional la cultivó durante su vida llena de agravios, discriminaciones, pocas oportunidades, pobreza y rechazo. Francia nació en la vereda Yolombó, zona rural de Suárez, norte del Cauca. Una comunidad, en su mayoría de afrodescendientes que tenía dos caminos: los hombres, dedicarse a las labores del campo, y las mujeres, salir a las grandes ciudades, como Cali, a trabajar de empleadas domésticas internas.
A Francia le tocó el segundo rumbo. Trabajó en varias casas de familia en Cali. El horario era de lunes a sábado interna, luego recibía un pago mínimo y con eso llegaba a su casa para solventar el crecimiento de su hijo, a quien tuvo a los 16 años. La labor de madre y empleada doméstica la alternaba con la lucha ambiental.
De su trabajo como empleada doméstica no tiene los mejores recuerdos. En una de esas anécdotas que poco cuenta porque amenaza con sacarle un par de lágrimas, recuerda que una de sus jefas no le pagó el salario, a pesar de que su hijo estaba enfermo. “Ese día había un concierto y ella prefirió darle la plata de mi salario a su hija para la boleta, y a mí me dijo que no había pago, que si quería saliera así”, cuenta Francia.
Ese día, asegura, se dio cuenta de que algo en este país debía cambiar. El activismo ambiental lo combinó con su trabajo informal en casas de familia, luego retomó sus estudios suspendidos por su primer embarazo; más tarde, ingresó a la Universidad Santiago de Cali, de donde se graduó hace tres años como abogada.
En 1995, 27 años atrás, Francia hizo su primera aparición en la televisión regional. Era apenas una jovencita de 14 años a quien su comunidad le dio la vocería para denunciar que una empresa de minería pretendía desviar el río Ovejas, principal fuente hídrica de esa región.
Ni en esa ocasión ni en ninguna otra le tembló la voz para plantear sus ideas con palabras serenas, hasta 23 de mayo de 2022, en medio del fragor de la primera vuelta presidencial, cuando le apuntaron con un láser ante la multitud y tuvo que suspender su discurso. Por primera vez, Francia se quebró. La imagen, en ese momento, se hizo dueña del escenario y las palabras sobraron. O, en este caso, faltaron.