Política
Fuertes reparos de la Procuraduría a contrato de la ANI en el que se pide emitir concepto para soterrar el Metro de Bogotá
Para el Ministerio Público, la ANI no tiene potestad para evaluar proyectos en los que no funge ni como contratista ni como contratante.
La Procuraduría General de la Nación le puso la lupa al contrato que la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) firmó en junio de este año con la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI) para que, entre otras cosas, se emitiera un concepto sobre la viabilidad de soterrar el trazado de la primera línea del Metro de Bogotá como ha insistido el presidente de la República, Gustavo Petro, a pesar de que el contrato establece un trazado elevado.
Los requerimientos hechos por el ente de control a la entidad evidenciaron, al parecer, una presunta vulneración al principio de autonomía de las entidades territoriales y al principio de autonomía de la voluntad de las partes en los contratos estatales, pues, de acuerdo con la Procuraduría, la ANI no tiene potestad para evaluar proyectos en los que no funge ni como contratista ni como contratante.
Asimismo, advierte la Procuraduría Primera Delegada para la Vigilancia de la Función Pública que la entidad habría desconocido el Estatuto de Contratación Pública al escoger al contratista sin respetar la pluralidad de oferentes, el concurso de méritos y el principio de transparencia.
Ante los hechos, luego de evaluar los documentos del proceso de contratación y las respuestas de la ANI, se observaron actuaciones que pueden derivar en presuntas irregularidades, las cuales fueron consignadas en un informe con el fin de que el ente de control, por medio de la investigación disciplinaria, determine la posible comisión de faltas disciplinarias y sus respectivas sanciones.
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La insistencia por el metro subterráneo
A principios de este 2023, tras una reunión con la alcaldesa Claudia López en la Casa de Nariño, el Gobierno anunció la instalación de mesas técnicas para revisar, conjuntamente entre el Distrito y la Nación, las viabilidades técnicas y jurídicas para modificar el objeto del contrato firmado con el consorcio chino y lograr que se hiciera realidad el deseo del presidente Petro de soterrar el trazado, principalmente, sobre la Avenida Caracas.
En las mesas no se ha avanzado más que en una discusión, sin embargo, en julio de este año, el presidente Petro de manera sorpresiva anunció en su cuenta de Twitter, que ya había una propuesta en común con la Alcaldía de Bogotá para “evitar” un metro elevado. De inmediato la administración distrital salió a desvirtuar al primer mandatario negando dicho acuerdo, a lo que el jefe de Estado respondió advirtiendo que el Gobierno había sido engañado entonces por la alcaldía, por lo que a Claudia López no le quedó más remedio que ceder y salir a confirmar que efectivamente se está a la espera de unos estudios o conceptos por parte de la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI) para determinar los criterios de beneficio – costo de las alternativas para soterrar el trazado.
SEMANA logró tener acceso al contrato firmado entre la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y la Sociedad Colombiana de Ingenieros en el que se establece cuáles son los tres escenarios que se deben evaluar y sobre los cuales se debe emitir un concepto que sirvan de insumo para tomar una decisión final.
Se trata de un contrato por 8.375 millones de pesos y que fue firmado el pasado 19 de julio, pero en el mismo, la SCI no solo debe emitir conceptos sobre la primera línea del Metro de Bogotá, sino también pronunciamientos o lineamientos técnicos sobre diferentes proyectos ferroviarios del país.
Al realizar un análisis al contrato, queda claro que el Gobierno Petro no solo quiere plantear la posibilidad de soterrar el trazado por la Caracas, sino también pide evaluar la viabilidad de trasladar el trazado a la Carrera 13.
Los tres escenarios a evaluar son: 1, diseño actual del metro elevado (Patio Taller – Estación 11 (calle 1) – Avenida Caracas hasta calle 72); 2, se tomará el diseño de la primera línea hasta la estación número 11 (calle 1), y se evaluará el diseño subterráneo de la línea por la carrera 13, hasta la calle 72; y 3, se tomará el diseño actual hasta la estación número 11 (calle 1), y se evaluará el diseño subterráneo de la línea por la avenida Caracas, con un túnel TBM (tuneladora) y conservando las estaciones actuales del diseño de la primera línea.
“Lo que hemos pedido es lo que se denomina en ingeniería una evaluación de beneficio – costo y que compara las alternativas que existen en este momento, que es el diseño actual con el viaducto, la posibilidad de que ese trazado se pueda soterrar, y la otra es el proyecto que nosotros dejamos en su momento en ingeniería básica avanzada y que tiene diseños definitivos y que va entre la décima y la 13 por todo el borde oriental”, aseguró en julio a SEMANA el ministro de Transporte, William Camargo.