Hacienda
Galán enfrenta la Bogotá ‘mega endeudada’ que le dejó Claudia López, y pedirá un cupo de endeudamiento por 8 billones de pesos
Con la deuda que Claudia López le dejó a Bogotá más el nuevo cupo de endeudamiento que planea solicitar el alcalde Galán, la sostenibilidad de la deuda rondaría cerca del límite establecido por la ley.
La administración del alcalde Carlos Fernando Galán acudirá al Concejo de Bogotá en el segundo semestre de este año, una vez se surta el trámite del Plan de Desarrollo Distrital, para pedir un nuevo cupo de endeudamiento hasta por 8 billones de pesos, por lo que la capacidad de endeudamiento de la capital del país quedará al límite.
No es para menos, las finanzas de Bogotá, que Galán heredó del Gobierno de Claudia López, ya suponían un enorme reto para la ciudad. Cuando llegó al Palacio Liévano, López recibió una deuda de tan solo 2,6 billones de pesos, pero en cuatro años la exalcaldesa multiplicó esa cifra por tres, a más de 9,26 billones de pesos.
En 2019, la sostenibilidad de la deuda en Bogotá, el indicador que mide el nivel de la deuda respecto de los ingresos, era del 22,93 por ciento y en 2023, cuando López dejó la Alcaldía, ese indicador llegó al 56,16 por ciento.
De acuerdo con el Marco Fiscal de Mediano Plazo presentado por la propia administración de López, con los dos cupos de endeudamiento que el Concejo le aprobó por 22 billones de pesos, casi el valor de una línea de metro, entre 2027 y 2028 Bogotá iba a alcanzar máximos en su indicador de sostenibilidad de la deuda de 82,3 por ciento y 80,4 por ciento, respectivamente.
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Antes de la pandemia del covid-19, el límite máximo establecido por la ley para la sostenibilidad de la deuda, es decir, el máximo tope de endeudamiento de una ciudad frente a sus ingresos corrientes, era de 80 por ciento. No obstante, a partir de 2021, ese límite se subió al 100 por ciento. En ese sentido, con los cupos de endeudamiento de López, el alcalde Galán ya tenía un margen de maniobra bastante reducido, toda vez que hacia 2027 solo contaría con un margen disponible de menos del 18 por ciento.
El mandatario distrital era consciente de esa herencia, pues ha reconocido que la Alcaldía anterior aumentó de manera significativa la deuda de la ciudad, dejándole a esta administración un reducido margen para tomar decisiones de deuda a fin de financiar los proyectos que se requieren. “No vamos a poder abordar proyectos como hubiéramos querido”, había anticipado el alcalde.“Claudia López dejó a Bogotá con la olla raspada y el cupo sobregirado.
López le entregó a Galán una ciudad con el mandato de que se dedicara a pagar gasto recurrente”, aseguró el concejal Juan David Quintero, del Nuevo Liberalismo, el mismo partido del alcalde. Sin embargo, a pesar de esta realidad financiera de la capital, y aunque en un principio se había dicho que a la Alcaldía de Galán únicamente le quedaba un espacio para pedir un cupo de endeudamiento por 5,6 billones, la apuesta del alcalde y su gabinete distrital es pedir un nuevo cupo por 8 billones de pesos.
Y aunque el Plan de Desarrollo del alcalde Galán actualizó las cifras y proyecciones presentadas en octubre de 2023 en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, lo cierto es que, de aprobarse este nuevo cupo de endeudamiento, el indicador de la sostenibilidad de la deuda de Bogotá se incrementaría aún más.
Para 2027, el indicador llegaría al 80,5 por ciento; a 2028, 85,8 por ciento; a 2029, 89,6 por ciento; a 2030, 86,3 por ciento, y solo hasta 2034 se reduciría al 64,6 por ciento. A pesar de ello, la secretaria distrital de Hacienda, Ana María Cadena, asegura que las finanzas y la cultura tributaria de Bogotá son bastante sanas, por lo que no estaría en riesgo la sostenibilidad de la capital del país.
“Cuando hacemos el ejercicio de cómo están los ingresos, nos damos cuenta de que los indicadores que la ley dispone, los que debe cumplir una entidad territorial para endeudamiento, le permiten a Bogotá tener ese cupo adicional. Los indicadores lo que muestran es que puedes pagar esa deuda y que, en relación con los ingresos, esa deuda es sana o sostenible. Eso se cumple y para poder lograr que la ciudad siga con una dinámica de inversión que le permita los niveles de provisión de bienes y servicios que demanda es necesario acudir a un nuevo cupo de endeudamiento”, señaló Cadena.
“La ciudad siempre va a tener más y más necesidades, y encontramos que hay ciertos elementos que están presionando las finanzas del Distrito, por lo que, fuera del cupo de endeudamiento, necesitamos traer más recursos con los nuevos impuestos que planteamos en el Plan de Desarrollo, además de lograr una menor evasión y una recuperación de la cartera”, enfatizó la secretaria.
En todo caso, Cadena reconoce que Bogotá estaría pisando el límite que establece la ley con un nuevo cupo de endeudamiento. “Esa es una realidad. En la medida en que uses más deuda, vas a tener que pagar más servicio de la deuda. Pero eso es algo que ya le está pasando a Bogotá incluso si no pedimos nuevas fuentes de crédito. Es decir, si nos quedamos solo con la deuda que ya tiene la ciudad, el servicio de la deuda ya se está incrementando de manera significativa.
Mientras que para la administración anterior el servicio de la deuda en los cuatro años fue de 2,7 billones de pesos, para esta estamos hablando de 7,2 billones de pesos sin nueva deuda. Y, claro, si pedimos nueva deuda, eso se incrementaría en 700.000 millones de pesos más para estos cuatro años”.
“Las próximas administraciones tendrán el margen más reducido no solo por los 8 billones de pesos que pediremos, sino por todo el acumulado que ya viene en la ciudad”, sostuvo Cadena.
La secretaria de Hacienda subrayó que el propósito de este nuevo cupo de endeudamiento es destinar los recursos “a inversión, a obras de infraestructura, la idea es asignarlos a proyectos que no signifiquen gastos recurrentes para el Distrito. En el Plan de Desarrollo ya tenemos definidas cuáles son las inversiones prioritarias para el Distrito, y cuando nos sentemos a negociar la deuda se definirán qué proyectos se van a financiar”.