POLÍTICA
“General Sanabria, usted le está bajando la moral a la Policía”: patrullero destituido en investigación por hechos ocurridos en confrontación con la primera línea
El uniformado habló con SEMANA. Dijo que tiene una hoja de vida con reconocimientos, pero que lo investigan por una muerte ocurrida en medio de las protestas de la primera línea en Bogotá. “No me han condenado y la Policía ya me sacó de la institución”. Confesó que los policías en Colombia se sienten perseguidos por la propia institución.
El patrullero Abberson de Jesús Acosta se convirtió en uno de los primeros uniformados que la Policía retiró del servicio porque estuvo involucrado en las revueltas de mayo de 2021 en Colombia. Él, quien hacía parte del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), recibió una resolución que le oficializa su salida por falta de confianza.
Acosta es investigado por la muerte de un ciudadano que hizo parte de las protestas en Bogotá, pero aún no ha sido condenado por la justicia.
“Estoy en audiencias, un juez aún no ha dictado sentencia. Por eso se me hizo raro que la Policía, conociendo mi hoja de vida, tomara la decisión de retirarme”, le dijo el patrullero a SEMANA. La noticia de su salida le llegó a Uribia, Guajira, donde él permanecía laborando.
La orden, según la Resolución 345 expedida el 10 de diciembre de 2022, provino del general Henry Sanabria, director Nacional de la Policía. “Me parece injusto que me despidan porque para ejercer mi defensa necesito recursos económicos y no los tengo. Además, tengo tres hijos, no soy solo. Es como si quisieran acabar con uno moralmente”, expresó.
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Abberson de Jesús Acosta recordó que en una oportunidad el general Sanabria le contó que él había tenido investigaciones en años anteriores. “Por eso, yo le haría la pregunta: ¿Cómo se sentiría él si con sus investigaciones, de un momento a otro, lo hubieran destituido sin permitirle defenderse?”, interrogó.
“No me parece justo que mi general Sanabria tome esas decisiones, cuando él debería apoyarlo a uno frente a una defensa técnica”, destacó.
Y relató que desde que empezó la investigación en su contra a él le ha tocado buscar su defensa. “Todo le toca al policía, es un abandono. Es un sentimiento colectivo, si usted hace una encuesta a nivel nacional y pregunta a los uniformados cómo se sienten, responderán, en su mayoría, que se sienten perseguidos por la misma institución”, explicó.
Actualmente- según Acosta- “hay delincuentes que tienen más garantías que los uniformados. A mí todavía no me han demostrado nada y ya la Policía me sacó de la institución. Están acabando con la Policía. Usted mi general Sanabria, si me está leyendo, le está bajando la moral a sus subalternos con esas decisiones”.
Expresó que la institución lo trató como si fuera un delincuente y no lo es. “Me trataron como sino fuera confiable, pero los invito a que miren mi hoja de vida, tengo la condecoración de servicio distinguido, nunca he sido sancionado, no tengo anotaciones negativas. Y eso no le importó a mi general Sanabria”, detalló.
Recordó que en una oportunidad él se encontró con el general Sanabria en un túnel en Bogotá y el oficial, fiel seguidor de la religión católica, le regaló un escapulario. “Él nos habló muy bien, nos dijo que estábamos en defensa del restablecimiento del orden público, nos felicitó por el esfuerzo en medio de las protestas. Él nos regaló comida esa noche porque no habíamos cenado, nos regaló unos jugos”, relató.
Por eso, a través de SEMANA, le envió un mensaje al director de la Policía: “General Sanabria, usted debió conocerme, leer mi hoja de vida antes de destituirme, por qué no me llamó y me preguntó lo que ocurrió. Pudo haberlo hecho, usted es el papá de nosotros, quien nos representa institucionalmente. No puede abandonar a sus hijos. Usted le está bajando la moral a la Policía. Usted tiene muchas cosas buenas, es fiel creyente de Dios”.
Acosta dijo que él junto a sus compañeros del Esmad oraban a Dios antes de salir a tratar de calmar los ánimos en las calles, en ese momento, tomadas por el vandalismo. “Lo que el Esmad vivió fue una guerra”, resumió. “Uno no sale a lesionar a la gente, no sale a tener enfrentamientos. Ningún policía sale a la calle a matar gente. Eso no es así”.
De la persona civil muerta, Acosta no tiene muchos datos. “Ese muchacho, creo que es de apellido Pabón, lo ingresaron a una clínica y falleció a los días. Le hablo de lo que leí en las noticias. A él lo ingresaron con un golpe en la cabeza con un objeto contundente y murió en los días. Cuando nosotros procedimos no hubo alarma de nada de muertos. La gente, cuando hay un herido, siempre nos grita ‘asesinos’, ‘lo mataron’, pero ese día no ocurrió nada de eso. Nosotros no vimos a ninguna persona tendida en el piso, ni que le estuvieran dando ayuda. No hay videos, no sé si los tenga la Fiscalía, no sé”, narró.
Posteriormente, cuando él regresó a La Guajira, un grupo de investigadores llegó hasta su lugar de trabajo y lo notificó de la investigación. “Que recuerde que yo le haya impactado al muchacho, no. Me dijeron que tenía una sudadera, chaqueta y sombrilla, no. No lo impacté. No le he disparado a ese muchacho y eso es lo que la Fiscalía está determinando”.
Al final de la entrevista con SEMANA, e patrullero Abberson de Jesús Acosta dijo que la Policía es una buena institución: “Es hermosa, pero lamentablemente nuestros directores, en ocasiones, toman malas decisiones. Yo invito al director a que se acerque más al uniformado, al que está en la calle, en la vía. Pregúntele a cualquiera de ellos y le dirán que tiene la moral baja. Usted debería tener a un patrullero contento, no deprimido que vaya al servicio con zozobra de que lo metan preso porque por cualquier cosa a uno lo están investigando”.