POLITICA
Zuluaga revela que disidencias de Farc le advirtieron que desde el 1 de enero su vida corre peligro. Dice que ellos habrían puesto explosivos
En diálogo con SEMANA, Juan Guillermo Zuluaga dijo que ese grupo criminal lo tiene bajo amenaza y argumenta que en el Gobierno nacional no atienden sus llamados.
SEMANA: Horas después de una explosión en el peaje en la vía al Llano, ¿hay alguna información adicional?
JUAN GUILLERMO ZULUAGA (J. G. Z.): Lastimosamente, aún no tenemos información que nos permita decir con certeza qué fue lo que pasó, pero yo sí me quisiera anticipar al resultado de esa investigación.
SEMANA: ¿Cuál es?
J. G. Z.: Los responsables, seguramente, son las disidencias de las Farc. Los mayores responsables del daño que se le hace al departamento son las disidencias de Iván Mordisco porque tienen un sentimiento de añoranza, de nostalgia, de lo que era ese corredor cuando alias Romaña nos hizo tanto daño con el Frente 53. Ellos quieren retomar ese control territorial, este es un campanazo anunciando que las disidencias de las Farc llegan a la vía Bogotá-Villavicencio como hace 20 años.
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SEMANA: Usted dice que esta vía estaba militarizada anteriormente. ¿Actualmente cómo está?
J. G. Z.: Ya no está militarizada, solamente tenemos el control con la Policía de Carreteras. Lo que estamos pidiendo hoy es que nos anticipemos al anuncio que nos están haciendo las disidencias: que militaricemos la vía, que tengamos una coordinación con Policía de Carreteras y le prestemos vigilancia a un corredor que antes fue estratégico del Frente 53. Y todo lo que han venido haciendo las disidencias de querer retomar el cañón del Duda, el corredor del Sumapaz, la zona del Ariari, eso ya lo han retomado y tienen control territorial. Seguramente, ese es el anuncio que están haciendo hoy -lunes 18 de diciembre- los señores de las disidencias.
SEMANA: ¿Por qué es importante esta carretera para las disidencias?
J. G. Z.: Por control e intimidación. Ellos con este tipo de actos, cuando estallan carro bombas, artefactos explosivos, cuando entierran minas antipersonales, lo que quieren hacer es una tarea que han venido haciendo muy juiciosos y es generar miedo y zozobra. Ya mañana empiezan a llamar a empresas para que les paguen impuestos de guerra. Iniciaron llamando a agricultores, campesinos, pidiendo por una carga de plátano, una carga de yuca, pidiéndoles a los conductores de volquetas y demás. Ahora, lo que van a querer es llamar a más empresas y esa industria criminal que les viene creciendo tanto (extorsión y secuestro), con este tipo de actos, ellos logran su cometido.
SEMANA: Usted hizo un llamado al ministro de Defensa, Iván Velásquez, tras los explosivos en la madrugada en el peaje Boquerón. ¿Ya lo llamaron del Gobierno nacional?
J. G. Z.: No, no he recibido ninguna comunicación, pero ya estoy acostumbrado a que no voy a recibir respuesta. Durante más de un año hemos estado haciendo advertencias y nunca hemos tenido algún tipo de respuestas del Gobierno. Por lo menos, quiero cumplir con el sagrado deber de informar, de decirle, porque nadie conoce más la casa que quienes vivimos en ella. Yo sé que no voy a tener respuesta. Yo, por lo menos, les dije que quería participar en la mesa de diálogo de la paz total; nunca respondieron. Incluso, las disidencias de las Farc se pronunciaron frente al tema, pero el Gobierno, no. Sé que no voy a tener respuesta ahora, pero por lo menos tengo el deber y la obligación de alertar, como lo he venido haciendo. Hace más de un año hablamos de que volvían los secuestros, las extorsiones, y antes salieron a darnos palo. Hoy la gran mayoría de medios de comunicación y analistas políticos están describiendo la dura realidad que hace un año dijimos.
SEMANA: ¿Hace cuánto no habla con el ministro de Defensa, Iván Velásquez?
J. G. Z.: Hace muchísimos meses, muchos; no tenemos mucha comunicación, él vive con muchas ocupaciones, no hemos podido conversar. Por lo menos, por redes sociales les contamos lo que aquí está pasando, procuramos ayudar advirtiéndoles esos temas y ojalá tomen cartas en el asunto.
SEMANA: ¿Del Gobierno nacional alguien le pone cuidado? ¿Alguien lo llama cuando usted lanza esas advertencias?
J. G. Z.: No, desafortunadamente. Y a veces cuando reaccionan, lo hacen de mala manera, lo toman por otro lado, pero bueno. Yo este tema procuro manejarlo con la mayor responsabilidad. Aquí hay un sentimiento de no querer regresar a épocas oscuras. Todo lo que estamos viendo es lo que ya vivimos, parece un déjà vu: cuando estábamos secuestrados, abandonados, nos volaban pueblos con carros bomba, cuando secuestraban, la mitad del departamento tenía minas antipersonales. Y, ahora, lo que estamos viendo es que estamos regresando a estas épocas. Sin embargo, siento que estamos a tiempo de enfrentar de manera contundente a las disidencias, que para lo único que están utilizando el proceso de paz es para que les regalen un cese al fuego, les levanten las órdenes de captura y ellos seguir creciendo militar y territorialmente.
SEMANA: A usted como gobernador no le ha temblado la voz para denunciar a las disidencias en el Meta. ¿Lo han amenazado recientemente?
J. G. Z.: Las disidencias me mandan razones casi semanalmente de que no paso de este año, que en enero voy a estar solo, que en ese mes voy a saber de ellos […]. La última razón que me mandaron fue que a partir del primero de enero ya no tengo la custodia del Estado. La razón me la mandó alias John, jefe de finanzas de Iván Mordisco. Esa fue la última amenaza, que la puse en conocimiento de la Defensoría del Pueblo, sumada a otra cantidad de denuncias que hemos hecho.
Ellos me viven no solamente amenazando. Ya me estallaron un artefacto explosivo al paso de nuestro vehículo en La Cristalina; otro día me cogieron el carro a tiros, con ellos las amenazas son permanentes, pero si uno se mete en estos temas de responsabilidades públicas, no le puede temblar la voz y darle miedo porque a los mandatarios que les genere miedo enfrentar esto, lo que tienen que hacer es quedarse en la casa. Yo voy a seguir cumpliendo con mi tarea. No me voy a ocultar en la cobardía del silencio. A estos grupos delincuenciales hay que salir a hacerles frente desde la institucionalidad, con amparo completo por los derechos humanos, pero no podemos frenarnos porque aquí hay mucha gente con ganas de trabajar, de generar empleo, de sacar este departamento adelante. Y a la gente no la podemos dejar sola.
SEMANA: Precisamente, ¿qué hará después del primero de enero de 2024 cuando deje la Gobernación?
J. G. Z.: Aún no he decidido, ese es un tema que hay que decidirlo con la familia, pero vamos a seguir en nuestra actividad, en nuestro departamento, haciendo nuestra tarea, lo que nos gusta, vamos a seguir. Yo creo que el país necesita que muchos nos juntemos, que sigamos opinando, hablando, pero sobre todo buscando consensos para que al país lo saquemos adelante entre todos. Aquí el carro lo tenemos que empujar entre todos para el mismo lado.