Política
“Gobernar implica cierto grado de odioso pragmatismo”: Daniel Quintero tras fallida constituyente en Chile
De acuerdo con el alcalde de Medellín, se necesita “ser coherente con tus seguidores, pero generoso con los derrotados”.
El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, no fue ajeno a las reacciones políticas luego del plebiscito celebrado este domingo 4 de septiembre en Chile, en el que los chilenos rechazaron y le dijeron no a nueva Constitución.
De acuerdo con el más reciente boletín del Servicio Electoral de Chile, correspondiente al 99,90 % de las mesas escrutadas, el ‘Rechazo’ se lleva 7.878.434, equivalentes al 61,87 %, sobre los 4.855.507 votos del ‘Apruebo’ (38,13 %). Esto implica que los votantes le han dado la espalda a la nueva carta política. Se destacó la participación de los chilenos en la jornada, con más de 13 millones de votos.
A esta hora se presentan manifestaciones conformadas por quienes no estaban de acuerdo con que se implementara una nueva constitución en Chile y celebran con banderas y silbatos los resultados del plebiscito.
A raíz de esta jornada electoral, el alcalde Quintero dio una reflexión sobre lo que tildó como “una fallida constituyente de Chile” y manifestó que “gobernar implica cierto grado de odioso pragmatismo”.
Así mismo, el mandatario de la capital de Antioquia precisó que “ser coherente con tus seguidores, pero generoso con los derrotados”. Finalmente, Quintero comentó: “Un balance sensible para el que se requiere primero que todo autoridad e independencia”:
Mi reflexión sobre la fallida constituyente de Chile:
— Daniel Quintero Calle (@QuinteroCalle) September 5, 2022
Gobernar implica cierto grado de odioso pragmatismo. Ser coherente con tus seguidores pero generoso con los derrotados. Un balance sensible para el que se requiere primero que todo autoridad e independencia.
¿Por qué el mismo pueblo que eligió a Gabriel Boric en Chile le rechazó cambiar la Constitución?
De acuerdo con Julio Londoño Paredes, exministro de Relaciones Exteriores de Colombia, el “talón de Aquiles” de la reforma a la Constitución, no aprobada, radicó en que la misma privilegiaba a unos pocos. “La nueva Constitución chilena era una colcha de retazos con un sentido absolutamente socialista y favoreciendo, yo creo que ese fue el talón de Aquiles, a un grupo minoritario en Chile de un 12 por ciento de origen indígena, se les estaba dando una serie de privilegios que no se había conocido en ninguna parte del mundo”, explicó.
El ‘Apruebo’ venció casi únicamente entre una mayoría de los chilenos en el exterior, donde había unos 100.000 electores inscritos. El nuevo texto, de 388 artículos y elaborado durante un año por una Convención Constitucional, consagraba un “Estado social de derechos”, en respuesta a reclamos expresados en las masivas manifestaciones de octubre de 2019.
Los elementos que más divisiones provocaron del proyecto fue haber consagrado la plurinacionalidad indígena y haber incluido en su nuevo catálogo de derechos sociales el aborto, el derecho a la vivienda “digna” en un texto con un marcado énfasis medioambiental que, sin embargo, mantenía el modelo de economía de mercado. Todas las encuestas habían anticipado el triunfo del “Rechazo” pero ninguna con tanta holgura.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, había asegurado horas atrás que cualquiera fuese el resultado convocará a la “unidad nacional” en un ejercicio con “más democracia” para superar fracturas sociales, al votar entre aplausos en su ciudad natal de Punta Arenas. El rechazo de la nueva constitución en Chile es el golpe más duro que ha sufrido Gabriel Boric. El presidente de Chile se había empeñado a fondo en esa apuesta que cargaba mucho esfuerzo, polémica y simbolismo.
Lo primero que venía a la cabeza de quienes lo escuchaban era que la opción de derrota estaba en su mente. Lo segundo, que no se rendiría y se la jugaría por proponer de nuevo la reforma constitucional. El escenario de derrota era probable, todas las encuestas lo anunciaban. Y se confirmó este domingo tras los resultados. La llegada del mandatario Gabriel Boric giró a Chile a la izquierda de un solo timonazo. Perteneciente a los movimientos estudiantiles, Boric llegó como la gran ilusión de un sector de la población. Sin embargo, su gestión ha estado empañada de fracasos.
El proceso constituyente comprendía muchas aristas. La actual Carta Magna fue aprobada en 1980, cuando mandaba Augusto Pinochet. Desde entonces, el texto ha sido reformado más de 60 veces, y, actualmente, aparece firmada por el expresidente Ricardo Lagos Escobar. No obstante, tumbarla traía consigo un gran simbolismo y, por eso, se decía que la elección de este domingo era la más importante desde la dictadura.
La Constitución chilena es totalmente distinta a la conformada por Pinochet. Pero en 2019, cuando el estallido social se tomó las calles, la principal demanda de los manifestantes fue que la nación pudiera construir una nueva carta magna que no fuera heredada de sus tiempos más oscuros.
Todo parecía una luna de miel para la izquierda en el país austral. Se convocó un plebiscito en el que los chilenos decidieron que querían tener una nueva constitución. Luego se formó la Convención Constitucional, que en su mayoría quedó en control de movimientos alternativos, y, finalmente, se eligió a Gabriel Boric como presidente.
Pero en el camino algo se torció y terminó con una Convención Constitucional deslegitimada, con una nueva Carta Magna totalmente impopular y ahora rechazada, y un Gabriel Boric con una imagen que empeora día tras día. Hoy todas las miradas están puestas sobre el presidente de izquierda.