Política
‘Gobierno de emergencia’: la peligrosa fórmula que propone Gustavo Petro en medio de la crisis ministerial
El presidente habló de un gobierno que esté “a favor de la gente humilde y no simplemente por ganar un salario y unas comisiones, y que sea capaz de adelantar los enormes retos que se nos demandan en el campo rural. Ya no podemos esperar más”. ¿Qué podría significar?
El revolcón que se viene en el Gobierno parece ser enorme. Tras el pedido del presidente Gustavo Petro a su gabinete de que le pasen la renuncia protocolaria, se evidenció el rompimiento de la coalición y la crisis que se vive en la Casa de Nariño.
En medio de esa coyuntura, el primer mandatario se fue lanza en ristre contra todos y contra todo. Le mandó sablazos al expresidente Santos por haber dicho que el país tenía el mejor sistema de salud del mundo y lo llamó “mentiroso”. Luego, sin mencionarlo, le dijo que él no entendía el proceso de paz porque vivía en Chapinero y llevaba sus hijos a la fundación Santa Fe. Al expresidente Gaviria no le fue mejor y le advirtió que podía llevarlo ante la Corte Interamericana.
En una agenda de trabajo que realizó desde Zarzal, en el Valle del Cauca, apenas unas horas después de dejar instalada la Cumbre de Venezuela en el Palacio de San Carlos, el presidente de la República encendió las alarmas por una fuerte declaración que dio ante la comunidad de esa región del país, discurso que generará varias reacciones de diferentes orillas políticas.
El mandatario colombiano, en un agitado discurso, hizo un llamado a la comunidad campesina a movilizarse para que se aprueben las reformas sociales que ha radicado su Gobierno en el Congreso de la República.
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“Cuando le dijimos al pueblo del estallido social: cálmense que vamos a resolver esto por las buenas y en las urnas, pues el pueblo del estallido social fue a las urnas, se calmó”, sostuvo Petro.
Y agregó el jefe de Estado: “Pero ahora están burlando las decisiones de las urnas y eso no debe ser, hay una oportunidad aun tanto del Gobierno como de la sociedad colombiana para que —a través del diálogo y del pacto— se puedan hacer las reformas del cambio que incluyan a la sociedad colombiana”.
La drástica determinación de Petro se dio momentos después de que la Comisión Séptima de la Cámara aprobara este martes 25 de abril la ponencia de reforma a la salud, liderada por Carolina Corcho, a quien también cobija la solicitud de renuncia, y le dio oxígeno a uno de los proyectos más controvertidos del Gobierno, que amagó con naufragar hasta última hora.
Aun así, el presidente habló de una salida que genera miedos: que “el Gobierno se declare en emergencia”. El objetivo sería, según la Casa de Nariño, “sacar adelante las soluciones que requiere el pueblo colombiano”.
“Yo pienso que el Gobierno debe declararse en emergencia. Significa que día y noche los equipos del Gobierno estén trabajando en cómo bajar el precio de los alimentos, en cómo entregar tierra al campesinado, en cómo tener más alimentación sembrada y, por tanto, menores precios, porque esto es un punto fundamental de la paz”, agregó.
Y entregó detalles de para él que significa: “Un Gobierno de emergencia que tenga funcionarios que trabajen de día y de noche, cuyo corazón está a favor de la gente humilde y no simplemente por ganar un salario y unas comisiones, y que sea capaz de adelantar los enormes retos que se nos demandan en el campo rural. Ya no podemos esperar más”.
La insinuación de Gustavo Petro de no esperar, hizo pensar a muchos que el presidente busca fórmulas alternativas al Congreso para pasar o para presionar sus proyectos. Una la dijo en la noche del martes: la calle.
Otra la he dejado clara en todos sus proyectos de ley: las facultades extraordinarias. La inclusión de esta posibilidad que le daría un cheque en blanco en múltiples temas está en proyectos polémicos como la reforma a la salud y en otros como el Plan de Desarrollo.
Tampoco se descarta que el presidente, como muchos de sus antecesores, busque en medio de la coyuntura fórmulas jurídicas, como los estados de excepción, para salir de la crisis. El país está a la expectativa.
El revolcón en Palacio
Fuentes de alto nivel del Gobierno nacional le confirmaron a SEMANA este 25 de abril que el presidente de la República, Gustavo Petro, en una sorpresiva e intempestiva decisión, le pidió la renuncia protocolaria a todo su gabinete, en medio de un escenario crucial por las discusiones que se vienen presentado en el país por las reformas que radicó en el Congreso.
El objetivo que tiene el mandatario colombiano es realizar una reorganización de su equipo de trabajo, para detectar las falencias que se vienen presentando en su administración y así potenciar varios temas clave.
De la misma manera, el jefe de Estado, como si fuera un tablero de ajedrez, reubicará a varios funcionarios en diferentes carteras para fortalecer su Gobierno, el cual ha recibido varias críticas por parte de diferentes orillas políticas.
La petición de renuncia cobija a los ministros de Hacienda, José Antonio Ocampo; Salud, Carolina Corcho; Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva; Minas y Energía, Irene Vélez; Interior, Alfonso Prada; Justicia, Néstor Osuna; Defensa, Iván Velásquez; Agricultura, Cecilia López; Trabajo, Gloria Inés Ramírez, y los demás jefes de cartera.
La drástica determinación de Petro se dio momentos después de que la Comisión Séptima de la Cámara aprobara este martes 25 de abril la ponencia de reforma a la salud, liderada por Carolina Corcho, a quien también cobija la solicitud de renuncia, y le dio oxígeno a uno de los proyectos más controvertidos del Gobierno, que amagó con naufragar hasta última hora.
En total, recibió 10 respaldos y 8 votos en contra de 21 representantes a la Cámara que adoptaron una jugada bajo la mesa que consistió en no participar en la votación, desbaratar el quorum a última hora y lograr que el Gobierno garantizara sus mayorías.
Fueron 3 los representantes a la Cámara que se retiraron.
Uno de ellos: el congresista Camilo Ávila, del Partido de la U, que es uno de los ponentes de la iniciativa que respaldó y firmó la ponencia radicada el 31 de marzo de este año, un día antes de Semana Santa. Ávila no entregó explicaciones, pero desapareció del Capitolio.
Lo mismo ocurrió con los representantes del Partido Conservador Gerardo Yepes y José Quevedo.
El primero es ponente del proyecto y argumentó que tenía que ser coherente con su postura. Su decisión se dio porque el conservatismo, en bancada, decidió este martes oponerse a la reforma de Carolina Corcho, una postura que él no compartió.
“Uno tiene que tener coherencia con lo que piensa, dice y hace. Hoy el partido ha manifestado que no apoya a la reforma, es una manifestación tomada en bancada. Entonces, presidente, yo he tomado la determinación de no participar de esta votación. Si voto positivo, iré en contra de las determinaciones del partido. Por eso, me retiro de este recinto para ser coherente con mi pensamiento, lo hago de cara al país. Soy respetuoso de las decisiones del Partido Conservador”, dijo.
“Esta es mi posición, asumo los riesgos, pero aquí me interesan los ciudadanos. No puedo olvidar lo que me reclama la gente del sector rural. Lo hago de cara al país con la conciencia tranquila”, añadió.
El primer gran remezón del gabinete Petro
El pasado mes de febrero, el presidente de la República, en una alocución que realizó en la Casa de Nariño, anunció la salida de Alejandro Gaviria del Ministerio de Educación, en medio de una profunda tensión que se desató en ese momento en el Gobierno nacional, por las críticas que este lanzó sobre la reforma a la salud.
Allí, el jefe de Estado nombró como nueva ministra de Educación a Aurora Vergara. Pero las medidas no pararon con ese cambio, ya que también salieron del gabinete la ministra del Deporte, María Isabel Urrutia, para quien su reemplazo fue Astrid Rodríguez; así como la ministra de Cultura, Patricia Ariza.
“Estamos en un momento decisivo para nuestras reformas y necesitamos más cohesión y determinación. Hago un llamado al Acuerdo Nacional, a que todas las fuerzas políticas, incluso de la oposición, los gremios, las asociaciones comunales, las organizaciones sociales y a cada uno de los colombianos y colombianas, ayuden a construir este país con el debate y las propuestas”, sostuvo Gustavo Petro.
Añadió en su alocución: “Agradezco los servicios prestados por los ministros Alejandro Gaviria, María Isabel Urrutia y Patricia Ariza, con sus aportes han contribuido a enriquecer el debate y a iniciar los cambios por los que votó el país. Y los invito a que desde el lugar donde estén nos ayuden a construir este pacto social”.
“He decidido nombrar a Aurora Vergara como ministra de Educación y a Astrid Rodríguez como ministra del Deporte, para que con nuevas energías puedan culminar el proceso de reformas iniciadas. Seguiremos buscando consensos y acuerdos para consolidar y profundizar nuestras reformas. Mi gabinete y yo, como presidente de la República, seguimos comprometidos en sacar no solo las reformas, sino unas reformas que mejoren sustancialmente la vida de todos los colombianos y colombianas”, continuó en su declaración Petro.
De la misma manera, el mandatario colombiano defendió las reformas políticas que está radicando y diseñando el Gobierno nacional, dentro de estas la iniciativa de salud.
“Este Gobierno del cambio no va a renunciar a reformar para mejorar la salud, las pensiones y las condiciones laborales justas para todos los colombianos y colombianas. El objetivo es simple, los cómos y los medios complejos: buscamos simplemente que cualquier enfermo sea atendido y que se prevenga la enfermedad, que cualquier persona de edad tenga un bono pensional, que cualquier trabajadora tenga estabilidad laboral”, subrayó finalmente.