Nación
Gobierno dice que no hay evidencia de que en Colombia se produzca fentanilo
Pese a que el consumo en el país es mínimo, la potente sustancia genera preocupación en materia de salud pública.
El ministro de Justicia, Néstor Osuna, se refirió a la preocupante situación relacionada con el fentanilo, una droga sintética que durante los últimos ha estado en la mira de las autoridades en todo el mundo debido a su alto impacto en materia de salud pública.
Tanto es así que, la Casa Blanca ha declarado a esta sustancia como el enemigo número uno, por encima de la cocaína, según datos oficiales el consumo recreativo de fentanilo deja unas 40 mil muertes al año en los Estados Unidos. El fentanilo es un opiáceo sintetizado en laboratorio, que se usa desde hace varios años para el tratamiento de dolores crónicos en entornos hospitalarios, aunque no es ilegal como otras drogas, es considerada como una sustancia de uso controlado.
Sin embargo, desde hace unos años su comercialización en el mercado negro y su consumo con fines recreativos ha venido en auge. En Colombia también se ha generado preocupación por la llegada de esta sustancia, por lo cual el observatorio de drogas del Ministerio de Justicia ha estado monitoreando la presencia y el consumo de esta sustancia. Según el ministro Osuna, no existen pruebas que indiquen que el fentanilo se esté produciendo en el país.
“Las evidencias que nosotros tenemos en el observatorio de drogas del Ministerio de Justicia indican que el consumo de fentanilo en Colombia es mínimo”, afirmó Osuna.
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A pesar de esta información, el funcionario del Gobierno advirtió sobre la extrema letalidad de esta sustancia e hizo hincapié en que el fentanilo no solo amenaza la salud de los consumidores, sino que también podría convertirse en un grave desafío para la salud pública en el futuro cercano. En sus palabras, “Tenemos que estar muy preparados por si eso llega”.
Casos registrados
En julio de 2023, Colombia registró los dos primeros casos de sobredosis por fentanilo en la ciudad de Medellín. Además, se han reportado casos en otras ciudades como Cali, Bogotá y Cartagena.
En una operación realizada el pasado 28 de julio, las autoridades de Medellín lograron decomisar el cargamento de fentanilo más grande que se había incautado en Colombia hasta ese momento, el cual estaba compuesto por una caja con 300 dosis en ampolletas y fue enviado a través de una empresa de encomiendas desde Soledad, Atlántico, hasta el sector de El Poblado, en Medellín.
Riesgos
El fentanilo es un opioide sintético que se considera 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más que la morfina, según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos. Aunque se prescribe legalmente para el tratamiento del dolor severo, su uso ilegal implica la mezcla con otras drogas como cocaína o heroína.
- Sobredosis: el fentanilo es altamente peligroso debido a su potencia, incluso una pequeña cantidad mal medida o una dosis ligeramente mayor de la indicada puede llevar a una sobredosis y la muerte.
- Depresión respiratoria: el fentanilo es un depresor del sistema nervioso central, lo que significa que puede ralentizar la respiración hasta el punto de causar insuficiencia respiratoria. Esto es lo que generalmente lleva a las sobredosis mortales.
- Tolerancia y dependencia: el uso continuado de fentanilo puede llevar al desarrollo de tolerancia, lo que significa que se necesita una cantidad cada vez mayor de la droga para obtener el mismo efecto. También puede generar una dependencia física y psicológica, lo que hace que sea difícil dejar de consumirla.
- Síndrome de abstinencia: cuando una persona que es dependiente del fentanilo intenta dejar de usarlo, puede experimentar el síndrome de abstinencia con síntomas muy fuertes como ansiedad, insomnio, dolor muscular, náuseas, vómitos, diarrea y otros malestares físicos y emocionales.
- Problemas sociales: el uso habitual del fentanilo puede contribuir al desarrollo o empeoramiento de problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad. Los consumidores pueden verse atrapados en un ciclo de comportamiento de búsqueda de otras drogas, lo que generalmente lleva a realizar actividades ilegales y autodestructivas para obtener sustancias. Dicho comportamiento acarrea consecuencias en el entorno laboral y familiar.
- Riesgo de VIH y hepatitis: el consumo de fentanilo a menudo implica compartir agujas y equipos de inyección, lo que aumenta el riesgo de transmisión de enfermedades como el VIH y la hepatitis.