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Gobierno Petro despliega costosa burocracia en el extranjero: 66.857 millones de pesos para nuevas embajadas y consulados que aún no tienen beneplácito
El Gobierno gastará más de 66.000 millones de pesos en la apertura de misiones diplomáticas. Anunció la activación de 10 embajadas y 20 consulados.
El Gobierno alista un millonario gasto para ampliar la burocracia en la representación diplomática del Estado ante el mundo. La Cancillería quiere abrir diez nuevas embajadas y decenas de consulados en diferentes lugares que le van a costar al país, en conjunto, 66.857 millones de pesos anuales. La apertura de dichas oficinas ha sido anunciada por el canciller, Luis Gilberto Murillo, pero ni siquiera hay beneplácito de los países receptores.
Colombia tiene 65 embajadas y ese número subiría a 75 para 2026. Para entonces también debería concretarse una ampliación de 20 consulados. En todo caso, no se tiene claro cuándo abrirán al público porque en el Palacio de San Carlos están esperando el visto bueno de quienes recibirán esas delegaciones. Sin el permiso de la nación aliada no pueden habilitarse.
En el catálogo de países a los que llegarán esas misiones están Estados Unidos, México, Nicaragua, Venezuela, Alemania, Reino Unido, Francia, Turquía, Brasil, Arabia Saudita, Barbados, Etiopía, Guyana, Nueva Zelanda, Palestina (donde habrá una oficina de representación), República Checa, Senegal, Rumania y Haití.
De estos, el único que ya dio el visto bueno a la apertura de la embajada es Senegal. Pero aún no se sabe dónde quedará, pues el Gobierno está buscando una edificación para esa sede en Dakar, la capital. Así lo pudo constatar SEMANA mediante un derecho de petición enviado a la Cancillería en el que esa cartera respondió que hay 29 delegaciones en las que no se puede determinar la fecha de apertura porque depende del beneplácito del receptor.
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Solo en la apertura de esas diez embajadas, el Ministerio estará girando 28.998 millones de pesos anuales para abrir misiones en Arabia Saudita, Barbados, Etiopía, Guyana, Nueva Zelanda, Polonia, Senegal, Rumania, Haití y Palestina. Para el caso de este último, se está pensando en un despacho que estaría ubicado en Ramala, que se abrirá después de que el presidente Petro rompió relaciones con Israel tomando partido en medio de la guerra que estalló entre esas dos naciones.
De todas, la más costosa será la embajada en Guyana, ubicada en Georgetown, que tendrá un costo anual de 6.133 millones de pesos, seguida por la embajada en Arabia Saudita, que se situará en Riad y le significará al Estado colombiano unos 3.283 millones de pesos anuales.
La Cancillería también abrirá 15 nuevos consulados, que juntos necesitan una inversión anual de 30.770 millones para oficinas de atención a colombianos en las ciudades de Denver, San Francisco, Houston, Los Ángeles, Charlotte, Múnich, Lyon, Edimburgo, Estambul, Monterrey, Tijuana, Tuxtla, Melbourne, Río de Janeiro y Bluefields. El más costoso será el de Edimburgo, con 2.966 millones de pesos al año, seguido por los dos ubicados en Monterrey y Tijuana, pues para cada uno de ellos se proyecta una inversión de 2.727 millones de pesos anuales.
Esa veintena de consulados no son los únicos, dado que el Palacio de San Carlos planea reabrir otros cinco en San Fernando de Atabapo, Guasdualito, Puerto Ordaz, Puerto Cruz y Barquisimeto, oficinas que se cerraron por la ruptura de relaciones diplomáticas con Venezuela proferida por el Gobierno de Iván Duque. Esos seis despachos tienen un costo de 6.088 millones anuales.
“El proceso más avanzado es el de Senegal. Ya hay una embajadora designada y acreditada ante ese país, que presentó copias de estilo recientemente y está en búsqueda de alternativas para la ubicación de la sede de la misión. En cuanto a las otras misiones, se espera que la apertura se lleve a cabo entre el segundo semestre de 2024 y el primer semestre de 2025, y en todo caso sujeto a los progresos de los trámites que implica este proceso”, sostuvo la Cancillería.
Lo cierto es que la apertura, por tanta premura que quiera darle el Gobierno Petro para fortalecer la diplomacia pública, ahora depende de cada uno de los Estados receptores.