Política
Gobierno Petro le pedirá a la ONU que saque la hoja de coca de la lista de sustancias prohibidas
La particular solicitud la hará Colombia en compañía de Bolivia.
Frente a la política que ha venido planteando el presidente Gustavo Petro de darle un nuevo giro a la lucha contra las drogas, la cual plantea dejar de criminalizar al campesino que cultiva hoja de coca en varias regiones del país, el Gobierno nacional del Pacto Histórico le pedirá a la ONU que saque a esa planta de la lista de sustancias prohibidas.
Laura Gil, viceministra de Asuntos Multilaterales de la Cancillería, señaló que la petición se elevará en compañía de Bolivia en la reunión que se hace cada año de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas.
“El planteamiento se hará en la sesión número 66 de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas (CND por sus siglas en inglés), que tendrá lugar del 13 al 17 de marzo próximo en Viena (Austria)”, explicó el Gobierno nacional.
Añadió en su declaración: “Bolivia emprendió hace más o menos diez años una iniciativa para lograr la legalización del uso tradicional de la coca. Lo que ellos hicieron fue denunciar la Convención de Estupefacientes”.
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“En este momento Bolivia y Colombia consideran que es el momento de volver a poner el tema sobre el tapete, de comenzar a desestigmatizar la discusión sobre el problema de las drogas, los eslabones más frágiles de la cadena —es decir, el campesinado— no son los que deben ser atacados: tenemos que ir por las mafias que están detrás”, subrayó.
Dejó claro: “Por eso el presidente insiste tanto en que tenemos que reforzar en materia de seguridad la interdicción, pero no penalizar al campesinado con la erradicación forzosa”.
Embajador Luis Gilberto Murillo lanzó agudo dardo a política antidrogas de EE. UU.
El embajador de Colombia en Estados Unidos, Luis Gilberto Murillo, habló de manera directa sobre la lucha en contra de las drogas de las autoridades norteamericanas. Envió un agudo dardo, al señalar que en el país del norte deben hacer más para frenar el consumo de cocaína.
Murillo fue más allá y señaló que inclusive por encima de la oferta de cocaína se debe revisar el consumo, el cual, según afirmó, es un punto clave para afectar el negocio de raíz del narcotráfico.
“Además, hemos manifestado nuestra preocupación por el consumo y lo reconoce el Gobierno de los Estados Unidos, el director de política antidrogas de la Casa Blanca lo ha dicho: ‘Mire, nosotros vamos a trabajar más por el abordaje del consumo bajo una perspectiva de salud pública’ y estamos de acuerdo”, señaló Murillo.
También afirmó en su declaración en diálogo con la emisora de la Presidencia: “Reconoce que Estados Unidos debe hacer más frente al consumo, porque lo que mueve el tráfico de cocaína no necesariamente es la oferta, pero claro que tenemos ese compromiso y [es] nuestra responsabilidad”.
“Pero es el consumo, allí hay que hacer mucho más y estamos en ese diálogo con los Estados Unidos, ¿qué es lo importante?, que hay confianza, hay respeto, en estos seis meses hemos planteado nuestras expectativas frente a la relación bilateral”, anotó Luis Gilberto Murillo.
Alerta en Estados Unidos: “Colombia produce alrededor del 90 % de la cocaína que llega al país”, según la DEA
Mientras las alertas continúan resonando en Estados Unidos y desde entidades gubernamentales les piden a autoridades locales, y hasta grandes conglomerados tecnológicos como Meta, que se unan esfuerzos para combatir la ola de narcóticos que viene azotando el país, se han levantado voces para que países como Colombia y México ejecuten estrategias que permitan erradicar cultivos ilícitos.
Justamente el miércoles 15 de febrero, el subsecretario de la oficina antinarcóticos de Estados Unidos, Todd Robinson, en entrevista para Noticias Caracol, indicó que desde Washington se tiene la preocupación intacta por la cantidad de droga que ese país estaría recibiendo en envíos directos desde Colombia.
“Siempre estamos preocupados por la cantidad de cocaína que está entrando a los Estados Unidos”, comenzó diciendo el alto funcionario, agregando que desde su oficina están buscando las formas de negociar con Bogotá para continuar los esfuerzos en la erradicación de cultivos.
“Yo creo que es algo donde nosotros tenemos que negociar con el Gobierno. Es evidente que el Gobierno tiene sus ideas sobre la erradicación, nos ha dicho que no va a hacer nada sin negociar, sin hablar sobre el tema. Vamos a seguir trabajando. Todavía tenemos un plan de erradicación”, continuó Robinson.
Además, se aprovechó para resaltar que no tiene en mente cambiar sus políticas sobre la extradición de narcotraficantes desde Colombia. “Como hemos dicho antes, vamos a seguir pidiendo la extradición y negociando con el Gobierno”, sentenció el alto funcionario.
“Colombia produce alrededor del 90 % del polvo de cocaína que llega a los Estados Unidos. La mayor parte de la cocaína que ingresa a Estados Unidos llega a través de México”, se resalta en el informe de 2022 de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
Esta situación se da tras el anuncio del borrador de una resolución del Consejo Nacional de Estupefacientes colombiano, que encendió las alarmas, ya que este legalizaría los cultivos de coca de los pequeños cultivadores y les permitiría a los grandes narcotraficantes comprar la droga al menudeo de una manera legal.
El proyecto de resolución, clasificado como confidencial y conocido por SEMANA, ordena que se suspenda la erradicación manual forzosa de los cultivos de uso ilícito familiar, es decir, las áreas de las cuales depende la subsistencia de una familia y que den ingresos mensuales cercanos a los 3.500.000 de pesos.
Lo preocupante del borrador de la resolución es que, más allá de la rentabilidad, no se fija un tamaño del cultivo. Esa precisión se sabrá en un documento técnico posterior, dependiendo de la región donde esté sembrada la droga.
Expertos en lucha antidroga consultados por este medio advirtieron que, de esta forma, se podrían estar legalizando los cultivos de coca y, de paso, los grandes capos podrían cooptar a los pequeños cultivadores para traficar sin ningún control.