Política
Gobierno Petro pretende sacar adelante tres procesos de paz simultáneos: estos son los posibles obstáculos
El incumplimiento al cese al fuego pactado hace que la hostilidad sea una forma de consolidación para los grupos armados.
Otty Patiño, alto comisionado para la Paz, dio a conocer un documento conjunto del Gobierno nacional y la Segunda Marquetalia, disidencia de las Farc de Iván Márquez, en el que anuncian que comienza un nuevo proceso de paz. De acuerdo con el texto, “inicia formalmente un proceso de diálogos sociopoliticos conducentes a la firma de un acuerdo”.
Ambas partes anunciaron que se desarrollarán acuerdos previos para el desescalamiento del conflicto, incluso mencionando su intención de acabar con el secuestro con fines económicos, comprometiéndose a buscar otras fuentes de financiamiento.
Finalmente, prometen un proceso de paz “ordenado, ágil, riguroso y respetuoso, que brinde tranquilidad y certezas a la sociedad colombiana en el compromiso genuino de la solución política y la construcción de la paz”.
La posibilidad de que se acabe la disidencia comandada por Iván Márquez es para muchos una buena noticia, pero la preocupación radica en que el Gobierno nacional se responsabiliza de sacar adelante tres diálogos de paz distintos en simultánea con tres grupos disímiles, que incluso están en conflicto entre sí.
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Después de mucha incertidumbre por versiones encontradas, el ELN decidió extender un cese al fuego por seis meses más. El grupo guerrillero en ningún momento respetó la medida, incluso agravando las hostilidades contra la población civil, pero el Gobierno exigió que renovaran el compromiso.
Incluso, horas después de que se prolongara la medida, el ELN declaró paro armado en el Chocó, confinando a las comunidades cercanas a los ríos San Juan, Sipí y Cajón, especialmente a los indígenas. Más de 27.000 personas se mantienen confinadas.
Las promesas del Gobierno y del ELN también flaquean por la falta de vigilancia y veeduría al cumplimiento del cese al fuego. Precisamente, José Félix Lafaurie, presidente de Fedegán y negociador con la guerrilla, denunció que las Naciones Unidas no presentaron informe de incumplimientos y violaciones.
“El informe no presentado del Mecanismo de Monitoreo y Verificación, MMV, era importante para la decisión de prórroga del cese, pero su vocero oficial, la Misión de la ONU, a mitad de camino se inhibió en medio del escollo por las ‘interpretaciones’ del ELN, ya no solo semánticas –secuestros que son ‘retenciones’ y extorsiones que son ‘impuestos’–, sino de valoración de sus compromisos firmados”, dijo Lafaurie en una columna publicada en Contexto Ganadero.
Por otro lado, el diálogo con el Estado Mayor Central de las Farc, que realmente es la disidencia de Iván Mordisco, también ha estado plagado de violaciones al cese al fuego. Más allá de eso, no han obtenido mayores resultados, dado que la población civil sigue siendo amenazada por ellos.
Ahora inicia un camino incierto con las disidencias de Iván Márquez, que ya traicionó el proceso de paz pactado en La Habana con el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos.
Preocupa que entre grupos armados se combaten entre sí, generando zozobra en las comunidades, y el incremento de la hostilidad de ellos al querer llegar fuertes a la mesa de negociación, como ocurrió en plena época electoral, en la cual varias veedurías manifestaron su preocupación por la violencia en el país.
El intento del Gobierno nacional es ambicioso, teniendo en cuenta lo accidentados que han sido los procesos que están en curso.