POLÍTICA
Gustavo Petro: las tareas urgentes que le esperan al nuevo presidente en la Casa de Nariño
El nuevo presidente tiene por delante inmensos desafíos políticos, sociales y económicos en los primeros días de gobierno. ¿Cuáles son?
Apenas culmine la posesión presidencial este domingo, al nuevo presidente Gustavo Petro lo aguardan tareas que no dan espera.
Además de consolidar todo su equipo de colaboradores, la más inmediata tiene que ver con definir los detalles de la reforma tributaria con la que promete recaudar más de 50 billones de pesos y que le permitirá financiar gran parte de sus proyectos sociales. Por eso, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, será uno de los primeros en reunirse con el presidente para concretar la iniciativa y radicarla el lunes 8 de agosto, a las 9:00 a.m., en el Congreso.
Petro y Ocampo tendrán que examinar, igualmente, cómo van a modificar el proyecto de presupuesto general de la Nación que presentó Iván Duque. A juicio del Pacto Histórico, tal como está, quedan desfinanciados algunos planes del gobierno entrante.
Otro tema que ocupará las primeras horas de Petro en el poder será el futuro de las Fuerzas Militares y de Policía, al menos con sus líneas de mando. Es incierto saber si el nuevo mandatario conservará durante semanas a la cúpula militar y policial, pero fuentes cercanas al nuevo mandatario creen que ‘barrerá’ al generalato en cuestión de días.
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Petro buscará rodearse de altos mandos militares de su entera confianza, en medio de una gran expectativa por los anunciados diálogos de paz con el ELN y los acercamientos con el Clan del Golfo y otras organizaciones criminales. Por ejemplo, en la Policía, el nuevo presidente tendría una vacante disponible si el general Jorge Luis Vargas finalmente decide renunciar a la institución, como se ha venido especulando.
En el frente político, Petro iniciará su relación con el Congreso. Quienes conocen al nuevo presidente cuentan que no es partidario del juego burocrático, pero ha tenido que ceder y deberá mantener un diálogo constante y fluido con los partidos para garantizar su gobernabilidad y el éxito de sus ambiciosas iniciativas.
En las primeras horas en la Casa de Nariño, los diálogos con el ELN prometen centrar la atención. El canciller Álvaro Leyva se reunió esta semana por segunda vez con la Iglesia y confirmó la disposición del clero para servir de garante en las conversaciones con esa guerrilla.
Petro tendrá que designar al equipo negociador de paz, cuyos integrantes deberán viajar a La Habana y reanudar las conversaciones en el punto que quedaron hace cuatro años cuando se suspendieron con el gobierno de Iván Duque. Para integrar ese equipo suenan los nombres de los exministros del Interior Juan Fernando Cristo y Guillermo Rivera, ambos con línea directa con el expresidente Juan Manuel Santos. Petro buscará que dicha mesa se instale cuanto antes y que haya gestos reales que reflejen una real voluntad de paz por parte del ELN.
En los primeros días, un debate que tendrá la atención de la opinión es lo que será el plan de sometimiento para las disidencias de las Farc y el Clan del Golfo, entre otros grupos armados ilegales. Esta última banda criminal es señalada de asesinar a más de 30 policías en las últimas tres semanas. Una de las principales tareas será aterrizar el marco jurídico para el llamado plan de “acogimiento” y no de sometimiento para buscar la “paz total”.
El restablecimiento de las relaciones con Venezuela es otra prioridad. En la posesión, Petro se referirá al tema y no está descartado que anuncie a Armando Benedetti como nuevo embajador de Colombia en ese país. Benedetti, una de las personas más cercanas a Petro, ha liderado encuentros con los gremios de ambos países en la frontera y participó de la reunión entre el canciller Álvaro Leyva y su homólogo de Venezuela, Carlos Faría.
Por ahora, Petro no tiene contemplado viajar al territorio bolivariano porque prefiere que la relación se maneje estrictamente en el plano comercial. De hecho, la reunión entre Leyva y Faría fue de puertas abiertas y el tema exclusivo fue el comercio.
SEMANA conoció que las relaciones diplomáticas con el país de Nicolás Maduro tienen una agenda amplia y la recomposición de las relaciones será gradual y tardará meses.
Por ahora, esos son los temas que Petro deberá sortear con urgencia en las primeras horas en el poder.