Política
Gustavo Petro posesionó a cuatro ministros, llegan al Gobierno tras ordenar un drástico remezón: “Estamos reparando errores”
La ceremonia se llevó a cabo en la Casa de Nariño. Se trata de los ministerios del Interior, Agricultura, Transporte y Justicia.
Luego de anunciar un remezón ministerial, el cual fue dado a conocer a cuentagotas por el presidente de la República, Gustavo Petro, el mandatario posesionó a los nuevos funcionarios que integrarán su equipo de gobierno del llamado cambio.
En la ceremonia que se llevó a cabo en la Casa de Nariño, el jefe de Estado le tomó juramento al nuevo ministro del Interior, Juan Fernando Cristo; a la ministra de Justicia, Ángela María Buitrago; a la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, y a la ministra de Transporte, María Constanza García.
De la misma manera, el presidente Petro posesionó a Lilia Clemencia Solano, que será la nueva directora de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, y a César Palomino, como director de Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado.
“Estábamos examinando cifras, con ciertas complejidades técnicas, por qué razón hay un cambio de gabinete drástico, casi al llegar a la mitad del gobierno, estamos reparando errores, y examinando temas estratégicos”, sostuvo Petro.
Lo más leído
También indicó el mandatario colombiano en la ceremonia: “Estaba viendo una película sobre la historia de Grecia en donde ganó la izquierda, en décadas de extremas derechas gobernando, la humanidad esta en un proceso, pero hechos como la crisis climática, el responsable es el capital, posible extinción de la humanidad”.
“Se esta expresando en todos los poros, otro tema es la inteligencia artificial, la bomba atómica quedó en pañales, el mundo tendrá drásticos cambios revolucionarios, porque si no se acaba la vida, lo que sucedió en Colombia es uno de los hechos con la transformación de América Latina, Europa empezó a reaccionar”, dijo Petro.
“Los nazis retroceden y eso nos da un respiro; si en Colombia eso pasa, nosotros sí sabemos qué es la sangre. Quieren que el proyecto se hunda, que fracase, como en Grecia, ahogándose económicamente; es un problema de la política, estamos observando un crecimiento sustancial de la deuda hecha en el gobierno pasado”, anotó el mandatario.
“Es porque desataron un mecanismo infernal en donde al endeudarse por el covid, supuestamente por el covid, pero buena parte de esta deuda tiene que ver con pagar autopistas 4G y otros endeudamientos con el gran capital, como los subsidios que se le dan a las grandes generadoras eléctricas, como no asumir quitar los subsidios a los combustibles fósiles, todas cifras que suman 10 billones, 40 billones en el caso del sobreendeudamiento, entonces ya pasamos a 75 a 112 billones, en un momento de estancamiento económico mundial y de alza de la tasa de interés, la tormenta perfecta”, dijo.
Y avanzó en su tesis: “Alza la tasa de interés mundial porque la ortodoxia neoliberal dicta en el mundo que la manera de bajar una inflación es subiendo la tasa de interés, es decir, matando las economías. Y encima tenemos unas decisiones judiciales que han acabado de profundizar el problema, acabar la reforma tributaria que había sido la propuesta de solución del gobierno y sobre todo en su aspecto más progresivo y progresista, ordena la Constitución que los impuestos se toman de los excedentes de mayor riqueza en el país, como es el carbón y el petróleo en nuestro caso, que básicamente no son personas naturales, sino multinacionales extranjeras. Eso lo arrasaron”.
“Cuando uno hace todas las sumas, pues los números están en bastante rojo, nos están ahogando premeditadamente. El gabinete no logra, como el gabinete griego, asumir el reto porque eso deja dos estrategias, dos caminos posibles. O nos arrodillamos y fracasamos y se restringe al máximo el gasto público en Colombia y llega a cero la inversión pública, con lo cual yo creo no sólo que estalla la sociedad, porque es la sociedad más injusta del planeta, sino además hundimos la economía definitivamente. Un suicidio, no cambiar”, anotó.
Dijo: “El gabinete en medio de las burocracias y de las inercias y de los miedos y de la Procuraduría por aquí y de la prensa por allá, de ataques injustos en muchos casos, en mi opinión se dejó encerrar, porque es más fácil seguir la inercia que hacer los cambios. El cambio cada vez es más difícil. La inercia es fácil, pero el camino fácil siempre lleva al abismo. Y los números iban indicando un abismo y nosotros hemos tomado la decisión de hacer el cambio contrario a Chipras y Grecia, asumir el riesgo. Ese cambio empieza porque el programa de gobierno se ejecuta, no el programa de Duque”.
“El programa de Duque es un suicidio económico y es un suicidio económico porque el neoliberalismo llegó a su final y no es porque yo me lo haya inventado, es porque no da más en el mundo. Por eso hay cambio político en Inglaterra, el Reino Unido y Francia, y seguirán. Espero que Estados Unidos no tome la inversa, porque quedaría aislada frente a la humanidad, que no tenga mucha influencia, que mi ley sí dice que tiene. El pueblo norteamericano, el pueblo obrero y juvenil y diverso de Norteamérica tienen que tomar una decisión, que no es la barbarie, lo irracional, sino como los padres de esa nación dijeron, y Roosevelt, y en momentos críticos de la humanidad, donde fueron a pelear al lado de los soviéticos, sin temor, pues tienen que asumir un nuevo combate esta vez, que es lo que puede salvar el mundo o no. China propuso un diálogo de civilizaciones”.
Finalmente aseguró: “Está escrito en mi libro, ¿no?, porque es la contra de una tesis de Samuel Huntington muy reaccionaria, que habla del conflicto entre civilizaciones y una guerra mundial entre civilizaciones, pensando que una civilización es superior a la otra. Hay que decirle que Huntington lo que dijo es que después de esa guerra la única civilización fuerte que quedaría es Latinoamérica. Ese es el libro de Huntington. Pero lo cierto es que ese no es el camino. Los chinos proponen un diálogo civilizatorio, a mí me parece que ese es el camino. Como en Europa, y me atrevo a meterme en esos otros terrenos, es volver al acuerdo de Minsk, respetarlo y frenar la guerra entre Rusia y Ucrania. Como me atrevo a decir que no hay otra solución que aislar a Israel y obligarlo a un armisticio, y que entonces podemos tener otro camino. América Latina se venía quedando sola y ya no está”.