Entrevistas
Hablan los hijos de Petro: Andrea y Andrés revelan detalles inéditos del presidente, critican a su círculo más cercano y hablan del 2026
Andrea y Andrés Petro se destapan en SEMANA. Revelan detalles inéditos del jefe de Estado, critican a su círculo más cercano y hablan de las elecciones presidenciales de 2026.
“Fue una puñalada a mi papá”
Andrea Petro revela que no tiene contacto con Nicolás Petro y que su papá no sabía nada del escándalo que se destapó. Habla de Day Vásquez, de Álvaro Uribe y de la reelección.
SEMANA: El presidente Petro lleva un poco más de dos años en la Casa de Nariño. ¿Qué ha cambiado en su vida positiva o negativamente?
Andrea Petro: Negativamente, todas las personas que sueñan con ser presidentes, no sé por qué quieren ser presidentes, es un trabajo bastante tedioso y aún más para las familias, porque hay muchas consecuencias psicológicas por ataques, infamias y de todo. Nuestra familia lo ha vivido, ha sido muy difícil todo ese bullying, esa violencia verbal y las amenazas de muerte. Es una de las razones por las cuales yo no vivo en Colombia. Me da miedo porque la gente o un loco te insulta por Twitter, te amenaza, pero cualquiera puede actuar y llegar a hechos mayores y hacerte daño simplemente porque eres la hija de alguien. Eso no es justo. Esto no tiene nada de positivo. Yo creo que cualquiera de mis hermanos puede decir la misma cosa. Nosotros ya no tenemos vida privada. Siempre hemos tenido escoltas, hemos tenido amenazas de muerte, amenazas de atentados, pero es bastante difícil estar en el ojo de la opinión pública.
SEMANA: ¿Ya está acostumbrada?
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A.P.: De alguna manera ya me acostumbré, pero es una vida que no la impondría a mis hijas, y es la razón por la cual mis hijas se quedan aquí en Francia, son francesas, y porque aquí tienen como esa esferita de protección de todo ese hate y odio de la gente que es gratis al final.
SEMANA: Cualquiera pensaría que es una maravilla tener al papá como presidente de Colombia, pero veo que es todo lo contrario…
A.P.: Sí, es lo contrario. Es más, hasta en el mundo empresarial en el que yo me estoy metiendo, mi hermano Nicolás Alcocer también se metió en eso, te cierra más puertas que las que te abre. Es una mentira que te van a abrir más, hay muchas cosas que tú puedes hacer, cosas que no puedes hacer, gente con la que te puedes reunir, gente con la que no porque de pronto puede ser un tráfico de influencias, de pronto te van a pedir un favor, tú no sabes quién es, de pronto por ignorancia cometes el error de tomarte una foto con alguien y no supiste. A nosotros no nos han preparado para esto. También está el seguimiento psicológico detrás, pero es difícil. O sea, mi emprender aquí no ha sido fácil. Llevo un año con esto y no es fácil porque pues a los inversores les da miedo que los vayan a meter en un futuro escándalo. Yo no puedo pedirle ayuda al Gobierno porque es tráfico de influencias, es favoritismo.
SEMANA: ¿Está contando los días para que su papá salga de la Casa de Nariño?
A.P.: Sí, como todos mis hermanos y mis hermanas. Cuatro años más así, no. Los Santos no sé cómo hicieron, pero nosotros por eso es que estamos en el exterior, porque acá tenemos un poquito más de normalidad.
SEMANA: Hay quienes dicen que el presidente Petro se quiere reelegir. ¿Se quiere quedar en la Casa de Nariño?
A.P.: Él jamás lo ha dicho y no lo quiere. Yo no he parado de decirle a todo el mundo que no es cierto, que no lo va a hacer. Lo que pasa es que hay partidos de izquierda que sí sueñan con que él se reelija, pero él nunca ha dicho que lo va a hacer. No lo va a hacer, no está en sus proyectos.
SEMANA: ¿Usted tiene sociedad con Day Vásquez?
A.P.: No, yo la puse a regar maticas (risas).
SEMANA: ¿Cómo así?
A.P.: A mí me da risa cuando dicen que la sociedad es con ella, que ella está trabajando conmigo, y entonces digo: “No, ella estaba ahí, regando las maticas, me estaba ayudando, apoyando con las gorras, con todo”, pero más allá de eso no, hay una amistad.
SEMANA: ¿Trabajaban juntas, pero no existe una sociedad?
A.P.: No, una sociedad no. Nosotras dos somos amigas, igual que mi mamá que está ahí. No están en la sociedad, lo hacen por amistad y ella es mi amiga. Pero independientemente de todas esas cosas, no nos hemos involucrado ni en política ni en nada. Cuando hay que alejarse, uno se aleja, pero no, no tenemos ninguna sociedad juntas, por obvias razones, pienso yo.
SEMANA: ¿Se escriben y se hablan seguido?
A.P.: Sí, tenemos una amistad y contrario a que la gente diga o critique que es mi papá el que me manda a mí para tenerla callada, y no, para nada. Si ustedes supieran las conversaciones que ella y yo tenemos, que imagino que hasta la Fiscalía se enteró cuando le cogieron los teléfonos, pues son de índole ya demasiado personal, conversaciones normales de dos amigas.
SEMANA: ¿Cómo hace para mantener una amistad con alguien que acusó, señaló y salpicó a su hermano Nicolás Petro?
A.P.: Yo me alejé de todo eso. Cuando salió el escándalo, yo me alejé de Day, de Nicolás, de todo el mundo y entré en una depresión que me duró tres meses. Yo estaba en Colombia y me dio muy duro, fue muy violento, la verdad. Por obvias razones, por más que tuviera una relación de amistad con Day, yo me alejé también de ella porque también estaba salpicada en el asunto y yo no me quería involucrar con eso, ni que me involucraran.
SEMANA: ¿Y qué piensa de todo lo que ha pasado con Nicolás?
A.P.: Es triste y estoy esperando qué va a pasar con él. Si es inocente, que demuestre su inocencia, igual se le va a apoyar. Y si no es inocente, pues así son las cosas.
SEMANA: Si Nicolás es declarado culpable y va a la cárcel, ¿sería un golpe fuerte para todos ustedes?
A.P.: Es la justicia la que debe decir. Para nosotros, el golpe ya fue por estar en el huracán de la opinión pública. Eso está en manos de la justicia y se respetará lo que decida, así de sencillo. Más allá de eso, no nos hemos proyectado y no lo hemos comentado ni hablado, porque pues es un proceso bastante doloroso, toma su tiempo, pero se respetará lo que la justicia decida.
SEMANA: Cuando ocurrieron los hechos y se destapó el escándalo, usted tuvo una postura fuerte. ¿Después de eso ha tenido contacto permanente con Nicolás Petro?
A.P.: No, no hay más contacto con Nicolás.
SEMANA: ¿Hasta que se solucione todo?
A.P.: Claro, porque a mí me dolió lo que pasó y si es verdad, la verdad me dolería aún más. A mí me dolió, yo di una posición y lo hice de manera acelerada, admito, porque me dolió muchísimo y porque nosotros conocemos muy bien toda la carrera política de mi papá, todo lo que ha sufrido, todo lo que ha vivido, todo lo que hemos sufrido nosotros como familia, lo que hemos sacrificado como para hacer eso. Pero pues siempre está el beneficio de la duda y ahí está la justicia y que decida. A mí me dolió porque fue una puñalada en la espalda a mi papá y por todo lo que ha hecho, por todo lo que ha luchado, por todos sus discursos de anticorrupción. Él (Gustavo Petro) no es una persona corrupta, entonces a mí me duele mucho es por mi papá.
SEMANA: Nicolás hizo una confesión y se reveló aquí en SEMANA. Posteriormente, cambió de versión y dijo que había sido presionado, pero en el video se le veía muy tranquilo. ¿Qué opina?
A.P.: Pues no lo sé. Desde que me enteré de las cosas, yo no volví a tener contacto con nadie. Y de que hubo presión o no hubo presión, no lo sé. Yo no estaba ahí, nadie estaba ahí en ese momento. Solamente las personas que estuvieron alrededor de esa mesa lo sabrán o no lo sabrán, él mismo lo sabe o no lo sabe. A mí lo que me pareció grave fue que se filtraran esos videos, fue lo que más me chocó.
SEMANA: En esa confesión habló de cómo movieron la plata, que supuestamente el presidente Petro sabía, pero después de una visita del presidente a Barranquilla se cambió totalmente la versión y dijo que lo presionaron. ¿Qué habrá pasado?
A.P.: En lo único que sí puedo ser clara, y es algo que he dicho desde ese momento, es que mi papá no sabía nada. Cuando me enteré fue casi prácticamente al mismo tiempo que mi papá, hablé con él de ese tema y estábamos muy tristes los dos. Hizo la cosa más responsable que pudo haber hecho como padre, como presidente de la República, que fue hacer la denuncia y pedirle a la Fiscalía que investigara a su hijo.
SEMANA: ¿En este tiempo que ha pasado ha vuelto a hablar con su papá sobre el tema?
SEMANA: Usted mencionaba ahora las filtraciones. Claramente, está al tanto de todo lo dicho por Laura Ojeda, pareja de Nicolás, sobre usted y la familia presidencial. Los términos no son respetuosos. ¿Qué opina?
A.P.: Nada, son palabras de una mujer dolida, de una mujer que reacciona con la cabeza caliente y no le presto mayor importancia. La verdad para mí es un poco irrelevante, no le presto atención a eso. Si tiene ira, si tiene odio, si tiene resentimiento, si tiene lo que sea, pues no me interesa saber. Yo la verdad con ella no tengo contacto ni comunicación, no me interesa por el momento tenerlo y no tengo nada que decir al respecto.
SEMANA: Muy diplomática, porque lo que ha dicho Laura es duro. Normalmente, si le hablan así a uno, pues se podría reaccionar de la misma manera…
A.P.: (Risas) Yo creo que le estoy aprendiendo eso a mi papá, la verdad. Y no soy la mujer más diplomática ni nada del mundo, o sea, yo reacciono también con sangre caliente y puedo ser bastante agresiva con las palabras. Dejas que la gente hable porque es o por envidia o porque les faltó amor propio, y ya.
SEMANA: Usted fue noticia porque habló de Álvaro Uribe. Dijo que era un líder y le dieron duro en redes sociales y son los propios integrantes del Pacto Histórico…
A.P.: Sí, esos son los que más duro me dan. A mí me da risa porque es gente que ni ha visto la entrevista en Caracol y que se dejan influenciar por este mundo de odio de Twitter. Pero es que toca decir las cosas: el líder de la oposición es Álvaro Uribe Vélez. Es una persona inteligente, un excelente estratega, así como a la oposición toca decirle: el líder de la izquierda y actual presidente de Colombia es Gustavo Petro, un excelente líder, un hombre muy brillante e inteligente. Toca reconocer que el líder de la oposición es Uribe, no es Polo Polo, no es Cabal, para mí ellos no son ni siquiera políticos porque parece un circo, un poquito, pero acá estamos tratando de construir un país y es a través del diálogo constructivo. Este país siempre se ha dado durísimo, es una sociedad violenta, hemos normalizado la violencia tanto verbal como física. Ya ha habido demasiados ríos de sangre en este país para seguir en lo mismo. Sentémonos todos y tratemos de tener un diálogo constructivo, seamos inteligentes y ya.
SEMANA: Dijeron que usted se le volteó a su papá…
A.P.: Yo nunca votaría por Uribe, ni soy uribista ni nada como me están diciendo. Simplemente, reconozco que él es el líder de la oposición, ya.
SEMANA: Uribe escribió un trino agradeciendo su postura y dijo que usted lo dejó reflexionando. ¿Será que viene otro café entre Uribe y Petro?
A.P.: Pues, si ahí se está dando una oportunidad para el diálogo, y me pareció bastante inteligente su respuesta, pues háganlo. Si él quiere dialogar y hablar, que lo hagan, que se sienten y se tomen un cafecito y ya.
SEMANA: ¿Pero se sentaría usted a tomarse un cafecito con Uribe?
A.P.: (Risas) ¿Usted por qué me mete en problemas?
SEMANA: Porque el diálogo es entre opuestos…
A.P.: Mire, yo le acepto un café a Uribe si mi papá está al lado mío.
SEMANA: ¿Qué quiere que haga su papá cuando salga de la Casa de Nariño?
A.P.: Yo no sé. Tenemos todos como opiniones diversas entre hermanos. A mí me gustaría que se metiera en una universidad en Europa a ser profesor, a él le encanta enseñar, me gustaría que estuviera más cerca de las niñas, le gusta mucho Marsella, aquí en Francia, para estar con sus nietas, pero al mismo tiempo sabemos que mi papá nunca se va a ir del país porque le encanta su patria, le encanta su país, es todo lo que ha luchado y no sé, yo dudaría mucho que se alejara de la política. Entonces, está lo que a nosotros nos gustaría que él hiciera, y lo que realmente va a hacer o no, pero ni él mismo lo ha dicho. Entonces vamos a ver. Sorpresa.
SEMANA: Usted tiene su empresa. ¿Le gusta el capitalismo?
A.P.: No, a mí no me gusta el capitalismo. Si fuera por mí, me gustaría vivir en el medio del Amazonas, en una casita y olvidarme del mundo. Pero es que el mundo se rige por el capitalismo. Es lógico, soy economista.
SEMANA: Hay quienes dicen que el presidente quiere implementar el socialismo y que le gusta. ¿Qué les dice?
A.P.: No, mi papá es otra cosa, pero eso no lo voy a decir.
SEMANA: Pero dejar a la libre interpretación es peor…
A.P.: Interpreten, él es bastante utopista.
“Creo posible que se abran canales con Claudia”
Andrés Petro, hijo del presidente, plantea que el petrismo puede acercarse a Claudia López de cara a las elecciones presidenciales de 2026. Señala que no ve candidatos en la izquierda con fuerte liderazgo.
SEMANA: ¿Cómo ve al Gobierno de su padre?
A.P.: Empezó con muchas expectativas, pero la realidad es que es un Gobierno primíparo, es la primera vez que hay un Gobierno de izquierda en Colombia, la izquierda nunca había gobernado. A pesar de los errores que se puedan estar cometiendo, el país ha avanzado en algunos temas (economía, medioambiente), no tanto como le hubiera gustado a mi papá o a los que votaron por él. Sin embargo, las personas se dan cuenta de que el país no solo es un presidente, tiene tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) y si no hay una armonía, una comunicación entre los tres poderes, no se podrán implementar las políticas propuestas en campaña. Esa ha sido una de las grandes dificultades de este Gobierno.
SEMANA: ¿Qué le ha faltado al Gobierno?
A.P.: Cuando empezó, mi papá, con una idea un poco idealista, avanzó hacia el acuerdo nacional. Se sentó a hablar con la oposición, con los partidos políticos. Eso no había sucedido. Se vio una verdadera voluntad de llegar a ese acuerdo. Pero las cosas fueron cambiando y el acuerdo no se fue dando. Todavía siguen intentándolo, pero no se está dando, porque en Colombia cada quien vela por sus propios intereses. Hay partidos que metieron la puñalada trapera. Creo que también hace falta más comunicación con los diversos sectores de la sociedad. Ese sería un punto a revisar si el progresismo sigue gobernando después de 2026.
SEMANA: ¿Cómo ve la permanencia de algunos embajadores y funcionarios polémicos en el Gobierno? Por ejemplo, Armando Benedetti y Laura Sarabia.
A.P.: A mí Armando Benedetti nunca me dio buena espina. Si no estoy mal, él vino del Partido de la U, me parece que es una persona bastante nefasta para el Gobierno. Ahora lo tienen en Italia, la verdad no sé qué ha pasado en los últimos meses con él. Nunca lo he visto personalmente. Sin embargo, esas personas camaleónicas, que a veces están en un lado y luego en otros, no me dan buena espina.
SEMANA: ¿Roy Barreras?
A.P.: Es un poco diferente, es un intelectual, Benedetti no creo que lo sea. Barreras es mucho más inteligente, más sensato. También se le ha criticado por ser camaleónico.
SEMANA: ¿Por qué cree que se sostiene Benedetti?
A.P.: Eso mismo me pregunto yo (risas), y muchas personas se lo estarán preguntando. Mi hermana Sofía también le ha dicho a mi papá que lo deberían sacar. No sé qué estará sucediendo.
SEMANA: ¿Y Laura Sarabia?
A.P.: Debería dedicarse más a resolver las diferentes situaciones en las que se ha visto envuelta. No tengo ni idea si abusa del poder porque no la conozco. Espero que le salgan bien sus líos judiciales, el famoso caso de la niñera y las supuestas chuzadas. Ella es una mujer que ha demostrado ser capaz para estar en el Gobierno.
SEMANA: ¿Por qué cree que debería enfocarse en resolver sus líos jurídicos?
A.P.: Porque sus temas no se han resuelto, el de Marelbys Meza, por ejemplo. Así como Álvaro Uribe se ha dedicado más a sus temas judiciales que a hacer oposición, creo que las energías deberían estar dedicadas a esos temas también.
SEMANA: ¿Le gusta el manejo que su papá le da a la cuenta en X?
A.P.: Me parece que da respuestas muy coherentes, a veces se le pasa un poco la mano, como que se emociona. Twitter se convirtió en la manera como mi papá puede comunicar los logros de su Gobierno, porque muchos medios de comunicación no los publicitan.
SEMANA: Andrea Petro, su hermana, dice que su papá gobierna desde X.
A.P.: Vi ese tramo de la entrevista en Los informantes. Ella lo decía entre risas y se estaba sintiendo cómoda con la entrevistadora y no tuvo en cuenta que esas palabras las iban a usar para atacar a mi papá. Yo no estoy de acuerdo. ¿Cómo un presidente va a gobernar por X? Esa red social se utiliza para comunicar, no para gobernar.
SEMANA: ¿Petro buscará quedarse en el poder después de 2026?
A.P.: A él siempre se le hizo esa pregunta en campaña y siempre respondió que no. Cuando se le toca el tema, él siempre hace como una cara de que no le gustaría seguir. Confío en que no se quedará en la presidencia porque es algo que desgasta mucho. Él no puede ni desayunar tranquilamente porque siempre están sus asesores al lado. Lo viví recientemente en Francia. Allá él llegaba a las 12 de la noche y encontraba sus cinco minutos de calma y se iba a descansar. Al día siguiente otra vez su rutina.
SEMANA: ¿Es decir, le gustaría que su padre no contemple quedarse después de 2026?
A.P.: No es que ni lo contemple, finalmente es la sociedad colombiana la que toma las decisiones. Me gustaría que fuera coherente con lo que decía y es que no se volvería a lanzar. Pero si la sociedad colombiana quiere que se lance, no sé si él lo considere. Mi vida seguiría siendo la misma.
SEMANA: ¿Ve en la izquierda a algún candidato capaz de suceder a su padre en 2026?
A.P.: Hay liderazgos que están surgiendo, está María José Pizarro, Iván Cepeda, un hombre muy coherente. Pero, realmente, no veo que en la izquierda haya una persona con la capacidad de liderazgo de mi padre. Y en los dos años que quedan no sé si esa persona va a aparecer. Vamos a ver qué acuerdos se pueden lograr.
SEMANA: ¿Cree que a su padre lo reemplace Gustavo Bolívar?
A.P.: No, siento que Gustavo Bolívar (...) él hace un buen trabajo, es transparente, pero en política sigue siendo muy biche. No creo que sea capaz de reemplazarlo. Y no solo reemplazarlo, porque esa no es la idea. El objetivo es que haya otro Gobierno, que sea diferente, pero con la misma línea.
SEMANA: ¿María José Pizarro?
A.P.: Entró recientemente a la política, ha hecho cosas interesantes. Es una mujer fuerte. Sin embargo, no sé si ella gane las elecciones en 2026 y vaya a tener el liderazgo que tiene mi papá. Vamos a ver.
SEMANA: ¿Daniel Quintero?
A.P.: Hoy en día está más ocupado buscando a Federico Gutiérrez que pensando en la presidencia de 2026.
SEMANA: Entonces debe haber preocupación en la izquierda por 2026…
A.P.: La preocupación está, está rondando en el ambiente, ya llegará el momento de los diálogos, de llegar a acuerdos y limar asperezas.
SEMANA: ¿Un acuerdo, por ejemplo, con Claudia López?
A.P.: Es una mujer con mucho carácter que se requiere en un mundo machista. Me parece que ha sido muy sensata con unos temas, poco no sensata con otros. Ha habido una pelea directa entre mi papá y Claudia López o entre sus seguidores y eso puede dificultar los diálogos. Sin embargo, cuando ha habido diálogos, han sido muy constructivos. Claudia López, al final, ha apoyado a mi papá en las dos presidencias. Si ella se lanzara y fuera la candidata con más posibilidades de vencer a las fuerzas retardatarias del país, es posible que se abran canales de comunicación. Todo dependerá del contexto y de las condiciones de Colombia en dos años.
SEMANA: ¿Su papá se aliará con Juan Manuel Santos en 2026 buscando su sucesor?
A.P.: (Risas) La verdad, no creo. A ellos los unió el proceso de paz, es el único tema que los ha unido. No veo que sean aliados políticos en un futuro. Me parece un poco insensato. Santos viene de una línea política muy neoliberal y nació del uribismo. Me parece más sensato pensar que en un futuro Santos se puede volver a aliar con quienes lo llamaron traidor. La política es muy dinámica. Vemos cómo César Gaviria, en su momento, insultó a Álvaro Uribe y después se unieron por ciertos temas políticos. La política es de muchas hipocresías.
SEMANA: ¿Cómo ve a Álvaro Uribe como opositor?
A.P.: Un poco desdibujado. Hay otras voces que se escuchan más en la oposición. Él tiene una historia: fue presidente dos periodos, senador, exgobernador. Se le respeta por eso, pero está desdibujado; además, les está poniendo más atención a sus líos judiciales. Fue el líder de la oposición, hoy no sé si lo siga siendo.
SEMANA: Andrea Petro, su hermana, reconoció que lo respeta, que es un verdadero líder. ¿Piensa lo mismo?
A.P.: Ha sido un líder en Colombia, fue presidente ocho años, eso implica que tiene un liderazgo; si no, las personas no habrían votado por él. Es una persona inteligente también. El problema es que la inteligencia se puede usar de muchas maneras.
SEMANA: ¿Qué opina del escándalo que le generó su hermano Nicolás Petro a su padre? Él aceptó el ingreso de dineros a la campaña que no se reportaron.
A.P.: Mi hermano Nicolás anda ahora emproblemado. Podríamos hablar mucho tiempo sobre él. Decidió su camino en la política y está con su problema judicial. Finalmente, la justicia será la que tendrá la última palabra. Si lo encuentra culpable, él tendrá que asumir las consecuencias de sus actos. Si es inocente, enhorabuena. Yo creo –imagino– que no le quedarán muchas ganas de seguir en la política. Ese tema causó mucho daño en el Gobierno. Fue uno de los primeros temas bastante polémicos, no solo por el presunto lavado de activos y enriquecimiento ilícito, sino por todo el show mediático alrededor y las maneras y estrategias que se usaron para quebrar a mi hermano psicológicamente.
SEMANA: ¿Ha hablado con él? ¿Le pidió explicaciones por lo ocurrido?
A.P.: Explicaciones, no. Él está en un momento en el que no creo que quiera que se le hable de ese tema. Hablamos hace unos meses, pero de asuntos que nada tuvieron que ver con eso.
SEMANA: ¿Qué sintió al escuchar las explosivas declaraciones de Day Vásquez, en las que denunció a su hermano por recibir millonarios recursos en medio de la campaña?
A.P.: Uno siente decepción, no es rabia, es una decepción tremenda. También preocupación. Eso generó muchas divisiones en la familia, había personas como yo que creemos que si él es culpable tiene que asumir las consecuencias de sus actos y otros que dicen, con base en el amor que sienten por él, que jamás pudo hacer eso y que toca defenderlo cueste lo que cueste. Yo pienso que no, la justicia tiene que tomar las decisiones. Él seguirá siendo mi hermano, el papá de Luka, mi sobrino, sin importar lo que pase.
SEMANA: Es decir, hay gente en la familia que cree que deben defender a Nicolás a como dé lugar.
A.P.: Siempre estos temas generan diferencias en las familias. Si la justicia dice que él es culpable, pues él sabe perfectamente que hay cosas que no se podían hacer. Más con él. Él –si posiblemente es responsable– afectó todo un proceso de décadas, de luchas, de muertes. Muy triste, espero que no haya sido así, que la justicia lo absuelva y lo declare inocente.
SEMANA: ¿Qué piensa de la fotografía del presidente agarrado de la mano con una mujer en Panamá?
A.P.: (Risas) Algunas personas dirán que es un montaje, otras que una realidad. En la intimidad de mi padre no opino, cada quien verá qué hace. Sí me preocupó algo. Acá en Canadá todo es muy inclusivo con las diversidades de género, con las diferentes orientaciones sexuales, pero en Colombia, no. Me sorprendieron todos los comentarios grotescos, transfóbicos que se hacían en contra de esta mujer.
SEMANA: Usted es psicólogo, ¿cómo define el ausentismo de su papá?
A.P.: Estuve en Francia hace poco con mi pareja, fue un reencuentro familiar, llevaba seis años sin ver a nadie de la familia. Vi a mi papá muy cansado, tiene unos asesores que siempre están encima de él, unas agendas muy apretadas. Nos contaron allá que a él, a veces, le daba por escaparse e irse a una biblioteca a conseguir libros. Todos tenemos que tener espacios para relajarnos.
SEMANA: ¿Le han dicho que habla igual que su padre?
A.P.: Sí, me han dicho, me dicen que soy muy parecido a él. De hecho, la calvicie se la heredé. Aunque él, ahorita, ya se hizo un tratamiento, entonces, cuando nos vemos, siempre competimos entre quién está más calvo y ahora yo ya pierdo esa discusión.
SEMANA: ¿Y no le gustaría mandarse a hacer un implante de cabello como su padre?
A.P.: Eso es costoso y yo no cuento con recursos para hacerme el trasplante capilar.
SEMANA: Hablando entre calvos, ¿le contó cómo fue su tratamiento?
A.P.: Cuando nos vimos en Europa y nos volvimos a comparar, me dijo que a uno le quitan folículos capilares de la parte trasera de la cabeza y se los van poniendo en la frente. Un médico tiene que decir si es viable. No sé dónde se lo hizo, me imagino que fue en Colombia.
SEMANA: ¿Qué hará Petro después de 2026?
A.P.: Él ahora está demostrando ser un líder, no mundial, sí regional, posiblemente empiece a dirigir alguna organización internacional o a estar inmerso. Continuará luchando por un cambio en Colombia, tal vez no como presidente. No quedará satisfecho hasta que en Colombia no haya más oportunidades.