NACIÓN
Hostigamientos y seguimientos al periodista Camilo Galvis, de SEMANA, tras denunciar posibles irregularidades en convenio para compra de carros militares
Antes de la denuncia, el viceministro de Defensa, el general (r) Ricardo Díaz, intentó hacerle firmar al reportero un acuerdo de confidencialidad para impedir la publicación.
SEMANA pone en conocimiento de la opinión pública que el periodista Camilo Galvis está siendo víctima de hostigamientos y seguimientos en los últimos días, tras publicar una grave denuncia sobre posibles irregularidades en un millonario convenio para la compra de 55 vehículos militares.
Antes de iniciar las presiones contra Galvis, en una reunión en el Ministerio de Defensa, el viceministro, el general (r) Ricardo Díaz, le exigió firmar un acuerdo de confidencialidad a Galvis para tratar de evitar la publicación de la denuncia.
SEMANA alertó de inmediato de esta situación a la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip), el pasado 22 de abril.
Luego vinieron los hostigamientos y seguimientos. Inicialmente, un carro gris, con vidrios polarizados, llegó hasta el barrio donde vive el reportero, en Bogotá. Allí, personas extrañas se acercaron al edificio e indagaron con los vecinos, preguntando por el periodista y describiéndolo físicamente. Este mismo hecho ha ocurrido en dos oportunidades en los últimos 10 días.
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Incluso, algunos vecinos, preocupados por la presencia del vehículo, alertaron a la Policía, pero los uniformados nunca llegaron.
En las últimas horas, un hombre vestido de camuflado se acercó de nuevo a la vivienda de Galvis e indagó por él con los vecinos. Preguntó si estaba en su lugar de residencia. De nuevo, hizo averiguaciones.
Del hecho quedó un registro fotográfico donde se alcanza a ver al supuesto militar a las afueras del edificio. Esta persona permaneció a la espera de la llegada o salida del reportero de SEMANA.
Los vecinos quedaron preocupados porque el supuesto militar tenía información precisa sobre Galvis.
SEMANA, de nuevo, acude a la Flip ante la gravedad de estos hechos que ponen en riesgo la integridad física de Galvis y se convierten en un atentado contra la libertad de prensa.
De igual manera, este medio le hace un llamado a la Fiscalía para que investigue quiénes son los responsables de estas amenazas y a la Unidad Nacional de Protección (UNP) para que brinde la seguridad que garantice la vida y el trabajo periodístico de Galvis.
La libertad de prensa es un pilar de la democracia y, por tanto, toda la sociedad está llamada a protegerla y cuidarla.