POLÍTICA

Iván Duque, contundente al rechazar el “lavarle la cara” a Maduro: “Necio, retardatario, lazarillo de un régimen”, ¿a quién le dijo todo eso el expresidente?

El expresidente de Colombia rechazó que se le pidiera al vecino país ser garante de los diálogos de paz adelantados con el ELN.

7 de octubre de 2022
Iván Duque, Gustavo Petro y Nicolás Maduro
Iván Duque, Gustavo Petro y Nicolás Maduro | Foto: Foto Presidencia, Foto equipo de trabajo Petro y agencias

El expresidente Iván Duque, que poco se ha pronunciado en sus redes sociales para cuestionar el gobierno de Gustavo Petro, criticó el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Venezuela y rechazó tener en cuenta a Nicolás Maduro como garante de los diálogos de paz que se adelantan con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Este 7 de octubre, desde su cuenta en Twitter, el exmandatario comentó: “Necio y retardatario es servir de lazarillo de un régimen cuyas cabezas están sancionadas o solicitadas por las autoridades de los Estados Unidos por narcotráfico”.

Pero no se detuvo ahí. En un hilo de trinos, reprochó que Colombia no condenara la violación de derechos humanos en el vecino país, como lo hizo el canciller Álvaro Leyva el pasado 16 de septiembre, cuando la prensa le preguntó por este tema. “Yo no soy la autoridad competente”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores en ese entonces, y agregó: “Que algunos violen, lo siento mucho, soy el primero en deplorarlo, pero yo lo que necesito como jefe de una cartera es adelantar todo lo que esté a mi alcance para que se abran esas fronteras y se viva pacíficamente”.

Pues bien, la respuesta de Iván Duque es la siguiente: “Necio y retardatario es lavarle la cara a quien es investigado por la Corte Penal Internacional y denunciado por la ONU como violador sistemático de los Derechos Humanos”.

El exmandatario además trajo a colación el restablecimiento de los diálogos de paz con el ELN el pasado 3 de octubre en Caracas, pero lo que más cuestionó fue mantener a Venezuela como uno de los garantes de paz (los otros dos son Cuba y Noruega).

“Necio y retardatario es legitimar la dictadura, desconocer sus violaciones sistemáticas de los Derechos Humanos y convertirla en garante de la paz cuando han financiado y auspiciado el terrorismo que lacera al pueblo colombiano”, agregó.

Iván Duque incluso comparó su gobierno con el de Gustavo Petro, afirmando que acogió a los millones de migrantes venezolanos durante los últimos años y reconoció a Juan Guaidó como presidente interino del vecino país, en rechazo de Nicolás Maduro y los comicios electorales de 2018.

“Desconocimos la dictadura siguiendo la decisión de Estado de no reconocer las elecciones fraudulentas en mayo de 2018. Acogimos con solidaridad al pueblo venezolano perseguido por la dictadura, brindándoles protección a 2 millones de hermanos venezolanos”.

La solicitud a Maduro de ser garante de paz

El pasado 13 de septiembre, Nicolás Maduro aceptó ser garante de paz en los diálogos de paz entre el Gobierno colombiano y el ELN, aunque en pro de la ‘paz total’. La apuesta de Gustavo Petro es adelantar conversaciones con hasta diez estructuras armadas ilegales más.

“Yo le dije y le estoy diciendo al presidente Gustavo Petro y a Colombia que, una vez más, como lo hizo el comandante Chávez, en su tiempo, para garantizar los Acuerdos de Paz que luego se firmaron, que me tocó participar como garante. Una vez más, presidente Gustavo Petro y a Colombia le decimos que Venezuela acepta el carácter de garante de las negociaciones y de los acuerdos de paz de Colombia con el ELN”, dijo Maduro.

Tres semanas después del anuncio de Maduro, desde Caracas el ELN y el Gobierno nacional anunciaron oficialmente retomar los diálogos de paz en el punto que los dejó el expresidente Juan Manuel Santos, ya que durante el mandato de Iván Duque se suspendieron. El ideal es instalar la mesa de conversaciones en la primera semana de noviembre y, en la medida que se llegue a consensos, anunciar un cese al fuego. Por su parte, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, pidió al ELN “entregar a las personas que tenga en su poder”.