Iván Mordisco “quiere dirimir controversias a punta de tiros, le digo que reflexione”: la advertencia de Calarcá

Si hay un tema que dejó perplejo a más de uno de los negociadores de paz del gobierno del presidente Gustavo Petro fueron las diferencias entre Iván Lozada (Mordisco) y Calarcá Córdoba, dos de los comandantes máximos de las Farc que provienen del grupo armado que lideró Gentil Duarte, pero que hoy están en orillas distintas. Incluso, a punto de irse a una confrontación en armas.

Mordisco se radicalizó y tomó el camino de la guerra. Se apartó de la mesa de negociación del Gobierno Petro y tiene azotado al Cauca con drones, explosivos, secuestros y otros hechos. Calarcá prefirió seguir hablando de paz junto con el 47 % del grupo armado.

En diálogo con SEMANA, Calarcá –quien quiere evitar al máximo las confrontaciones– explicó las razones de las divisiones. De paso, le envió un contundente mensaje al otro jefe guerrillero.

“El camarada Iván quiere dirimir las controversias a punta de tiros”, dijo.

Y aclaró: “No estamos encaminados en la guerra, pero el camarada Iván (Mordisco) nos va a llevar a una confrontación en los territorios. Las amenazas son serias y tenemos claro que él va a definir esto a tiros. La equivocación más grande que puede cometer el camarada es creer que nos va a someter o exterminar a tiros. Es una mentira grandísima y quién sabe si lo haya pensado bien. Lo que tenemos claro es que será un descalabro grandísimo”, enfatizó.

“Le digo que reflexione. Si él ocupara el puesto de trinchera de todos esos hombres que va a mandar a pelear adelante, está bien porque él pagaría con su propia vida, pero quienes van a pagar son los que van adelante o los que nosotros pongamos adelante. Es un problema que se soluciona con la cabeza, no con los cojones”.

Calarcá conoce muy bien a Iván Lozada (Mordisco). De hecho, ambos aparecieron en una fotografía en abril de 2023 en las profundidades del Yarí, en el Caquetá. Por eso, no duda en afirmar que a Iván “no lo dejan los impulsos; él piensa muy poco para decidir por la vida de sus guerrilleros”.

Las diferencias entre ambos tienen su origen desde que Gentil Duarte estaba vivo y desertó del proceso de paz de Juan Manuel Santos. Como Mordisco fue el primero en hacerse a un lado de la negociación sintió desconfianza con Duarte.

En el proceso de paz con el gobierno de Gustavo Petro, Mordisco se paró de la mesa y quiso que Calarcá –cercano a Duarte– lo siguiera, pero no ocurrió.

“Era muy difícil llegar a una coordinación de dirección porque todo quedaba en el aire, ya que no había confianza. Cuando se rompe el cese al fuego en el Cauca por la muerte de unos indígenas, también se rompe la relación. Iván nos puso un mensaje a todos los frentes en el que nos proponía suspender el diálogo de paz y que buscáramos objetivos militares”, dijo Calarcá, quien no quiso definir el tema solo, sino que convocó a todos los mandos de bloque.

“La conclusión que sacamos es que no podíamos seguir hablando de dirección cuando dos o tres determinaban lo de una dirección de 15 personas”, contó Calarcá.

Iván Lozada (Mordisco) –según el relato del temido guerrillero– “procedió a dar órdenes a unas áreas en Putumayo y al frente Carolina Ramírez. El mensaje fue corto, dijo que se presentaran porque la situación con Calarcá se estaba agravando y tocaba tomar cartas en el asunto, ahí se rompe todo”.

Hoy ambos no están en guerra, pero parece que el enfrentamiento entre los dos bandos está a la vuelta de la esquina.