POLÍTICA
J.J. Rendón: el enigma detrás del polémico estratega
El nuevo integrante de la campaña de Santos tiene asombroso récord: de 22 campañas que orientó, perdió dos. Pero hay quien lo ve como “el rey de la propaganda negra”.
En el relanzamiento de la campaña de Juan Manuel Santos, hubo una decisión que no pasó inadvertida. La vinculación del venezolano Juan José Rendón como estratega de la campaña, precisamente a menos de un mes de las elecciones.
Santos dice que Rendón apenas será uno más dentro de su reestructurado equipo estratégico y que estará “muy controlado”. Pero su presencia pone las alarmas ante la posibilidad de una campaña sucia, debido a los escándalos que han rodeado muchos de sus triunfos políticos.
Santos, quien lo tuvo en la campaña de 2006, donde el Partido de la U ascendió a la cima de las fuerzas políticas al obtener las mayorías parlamentarias, apostó de nuevo por él. Conoce su trabajo y confía en que le dé el impulso necesario para obtener su objetivo inmediato, la Presidencia de la República.
Quizás, la decisión pueda entenderse como una especie de cábala. De rodearse de nuevo con la gente que ayudó a la U al triunfo electoral de 2006. El récord personal de Rendón no es despreciable. Ha trabajado en 22 campañas y, asegura, sólo ha perdido 2 de ellas. Su más famosa derrota fue el referendo revocatorio de Hugo Chávez. Desde entonces abandonó su país natal.
Y su más reciente victoria, fue la campaña que llevó a la Presidencia de Honduras a Porfirio Lobo Sosa, una especie de revancha directa con Hugo Chávez, quien intentó con su discurso interferir en las elecciones del país centroamericano quien se empecinó en impedir que los hondureños se acercaran a las urnas, después del golpe de estado que sufrió el mandatario Manuel Zelaya.
Rendón aterrizó en la campaña de Lobo Sosas también en la recta final. Y según dijo el propio estratega al diario El Heraldo de Tegucigalpa, fue recomendado por José Obdulio Gaviria. “Yo conozco a todos (los asesores) y recomiendo a JJ. Rendón, porque es una persona estricta, disciplinada”.
Pero la vinculación de Rendón a la campaña de Santos va más allá de cábalas o buenos augurios electorales. Y desde sectores contradictores a Santos, e incluso de algunos cercanos al uribismo, se advierte que la presencia del venezolano obedece a una ofensiva en la “propaganda negra” que debilite otras campañas que hoy cuentan con niveles importantes de efervescencia.
Además de campañas políticas, el propio Rendón admite que ha sido asesor de hasta 15 ministerios de Defensa, y durante la primera parte de la gestión de Santos en esta cartera, dicen que se movió con mucha libertad.
Chantajes, rumores y algo más
Pocos conocían a JJ. Rendón hasta octubre de 2007, cuando su nombre fue el epicentro de un escándalo que denunció el entonces “rebelde” congresista de la U, Nicolás Uribe. Según el representante, Rendón lo amenazó con destruir su carrera política e inventarle una historia en la que lo vincularía en líos con prostitutas.
Según Uribe, Rendón, “tuvo el atrevimiento de amenazarme y constreñirme ilegalmente por intermedio de mis asesores y luego directamente, con el objeto único que intercediera por la destitución de un funcionario del alto Gobierno y aclarara malos comentarios que sobre él habría yo realizado en la Casa de Nariño. Las amenazas versaron sobre todo tipo de artimañas, entre las que sobresalen por su bajeza y ordinariez, la de realizar fotomontajes inescrupulosos. Todas las amenazas al margen del camino por recorrer, iban dirigidas hacia un solo propósito: acabar con mi carrera sin importar el costo”.
Ese escándalo fue motivo de un debate en la Cámara de Representantes (descargue la gaceta), donde diversos sectores políticos alertaron no sólo de la influencia que el venezolano ostentaba, sino del peligro de su participación entre telones de la política colombiana.
Desde el Polo Democrático y el Partido Liberal, le atribuyeron a Rendón una campaña sistemática de desprestigio, basada en rumores de presunta vinculación de Carlos Gaviria y Rafael Pardo Rueda con la guerrilla de las Farc.
Pero lo cierto es que la presencia de Rendón no sólo ha sido polémica en Colombia, sino que ha sido cuestionada en muchos de los países donde han contratado sus servicios.
El periodista mexicano Ramón Betancourt sindica a Rendón de ser “el rey de la propaganda negra, de la desinformación, del rumor como arma de propaganda política de desprestigio para aniquilar a los contrincantes de oposición y del mismo partido político”, en una frase, “como el nuevo Goebbels del nazismo moderno”.
Incluso, en varias columnas, este periodista asegura que “los términos ‘homosexual’, ‘narcotraficante’, ‘pederasta’, ‘drogadicto’, ‘violador”, etc., etc., los endilga (como rumor) en las campañas a los adversarios políticos de sus clientes, o subir falsas historias perversas y fotomontajes al internet”.
En México, fue asesor del PRI, y varios dirigentes del partido opositor PAN denunciaron campaña sucia para desprestigiar a algunos de sus candidatos en varias elecciones regionales que tendrán lugar este año.
Por ejemplo, el candidato a la gobernatura de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, acusó a Rendón de ser el autor de unos panfletos que insinuaban o lo señalaban de pederasta. Rendón rechazó esa afirmación y elevó una demanda en la corte del Onceavo Circuito para el Condado de Miami-Dade, por perjurio, difamación y daño moral.
“Si lo cuestionan, es por ser exitoso”
Más allá de estos polémicos episodios, Juan Manuel Santos ha defendido el trabajo de JJ. Rendón y ha advertido que si de propaganda negra se trata, Rendón ha sido satanizado de forma exagerada y los ataques obedecen a que ha sido muy exitoso”.
Juan Manuel Santos aclaró que su campaña no recurrirá a la propaganda sucia y que si el propósito de la recta final de la campaña es fortalecer la imagen del Partido de la U “quien mejor que la persona que ayudó a que, hace 4 años, un partido de la nada se erigiera como la máxima fuerza política”.
Santos también reivindicó el reciente éxito de Rendón en Honduras. Allí, recordó, no ha habido ningún tipo de ataque ni escándalo, solo el “reconocimiento y la admiración a una estrategia exitosa, en la que un candidato estaba en el 2 por ciento de popularidad y terminó ganando la Presidencia”.
Los medios de comunicación hondureños no registraron ningún escándalo durante la campaña. Es más calificaron la labor de Rendón como la del “gran gurú” que movió los hilos adecuados para que Porfirio Lobo Sosa llegara a la Presidencia.
Quién es JJ. Rendón
Juan José Rendón nació en 1964. Es psicólogo, comunicador y publicista, y se ha desempeñado en el manejo de la información para construir imágenes, tanto de productos políticos como comerciales.
Su actividad política tuvo reconocimiento desde finales de los años 80. Varias semblanzas que elogian su trabajo señalan de exitosa su intervención en la campaña presidencial de Carlos Andrés Pérez, en la que generó estrategias para promover el voto joven en 1987, o su manejo creativo y gerencial de Chiripa Publicidad, en 1993, que le procuró una victoria absoluta al Dr. Rafael Caldera, tal como se lee en la página www.jjrendon.net.
Pero quizás por su polémica labor muchos lo han tildado de ser desde agente encubierto de la CIA, hasta ser ficha de Fidel Castro. Ambos señalamientos los ha desmentido en numerosas entrevistas.
Sin embargo, quienes lo conocen aseguran que sus tendencias políticas están más enmarcadas hacia la derecha del espectro ideológico. O por lo menos, en ese lugar es donde se han ubicado la mayoría de sus clientes.
“A los estrategas políticos les encanta el triunfo y el dinero, valores más relacionadas con la derecha”, dice el consultor político John Álvarez quien conoció a Rendón hace tres años en un foro de mercadeo político en Ciudad de México. En ese evento, Rendón hablaba de su triunfo político en Colombia y se ufanaba de ser “sobreviviente” de una campaña en la que “la izquierda y la derecha se mataban en las calles”, una afirmación que fue controvertida por los colombianos que asistían al evento.
En la semblanza que ofrece en su página de internet, Rendón define que su “sigiloso proceder responde a una clara tendencia de respetar las normas establecidas en las contiendas que elige y su mejor táctica es esgrimir ideas pragmáticas que le aseguren el corte preciso a sus objetivos”.
Sin duda, una forma de contrarrestar los numerosos comentarios que genera su presencia detrás de determinada campaña política.
También se declara como el heredero o discípulo directo de Joseph Napolitan, la primera persona en la historia que fue llamado estratega político, de quien asegura, adaptó una especie de código ético de nueve puntos con los que envuelve su trabajo estratégico.
En ese manual, entre otras, asegura que “no incentivará el voto basado en: racismo, género, religión, intolerancia o ninguna forma de discriminación ilegal y, además, condenará a aquellos que usen esas prácticas” o que “se abstendrá de atacar a sus oponentes (o su grupo familiar) con acusaciones falsas o difusas, y hará todo lo que este a su alcance para prevenir que otros utilicen estas tácticas”.
Su estrategia también se mueve en “12 puntos de acción”. De estos hay algunos que destacan en su estrategia, como el manejo de crisis de opinión pública y la llamada clínica del rumor, la cual define el propio Rendón de la siguiente manera: “previendo medios críticos adversos a una personalidad pública o a un ente gubernamental, creamos un sistema preventivo para la desactivación o compensación de rumores que permite corregir situaciones desestabilizadotas”.
Rendón también sobresale por su particular personalidad, vive solo, trabaja mucho, escucha noticias las 24 horas del día y cultiva una vida espiritual basada en prácticas zen.
Y aunque en su propia página recomienda a sus clientes no resaltar la presencia del consultor “si esto es perjudicial para la campaña”, Rendón también se caracteriza porque su presencia nunca pasa inadvertida. Como seguramente pasará en Colombia en las actuales elecciones, donde a pocas horas de su llegada encendió todas las alarmas, más aún cuando el tema de la guerra sucia en la campaña ya dejó de ser un riesgo para convertirse en un hecho.