POLÍTICA
Juan Diego Alvira sacó las cuentas de las cinco coherencias e incoherencias del presidente Petro
El mandatario llegó prometiendo abolir el nepotismo y los mismos funcionarios han confirmado que llegaron por recomendaciones, así no tengan experiencia. Su promesa de paz total ha ido acorde a lo que prometió.
El gobierno del cambio llegó con unas muy altas expectativas entre sus seguidores y también entre quienes no lo apoyaron. Si bien hay muchas cosas en las que el presidente Gustavo Petro ha cumplido, hay contradicciones que en ocasiones son hasta difíciles de explicar.
Este 31 de diciembre, el presidente Gustavo Petro cumplirá 167 días en el poder. En el despegue de su gobierno, ha sido el protagonista de los principales titulares de la prensa por sus anuncios y propuestas que representan el cambio o, bueno, al menos eso es lo que la gente espera de su gobierno.
En el camino, sin embargo, el presidente Petro también ha sido noticia por sus notorias contradicciones. Ya en el poder, el mandatario ha tomado unas decisiones que para muchos van en contravía de lo que prometió en campaña.
¿En qué ha sido coherente?
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1. La paz total:
El presidente Gustavo Petro les prometió a los colombianos en campaña que buscaría la pacificación del país, no sólo hablando con grupos armados ilegales consolidades como el ELN, sino también con disidencias de las Farc y bandas criminales dedicadas al narcotráfico. A pesar de que muchas decisiones han minado la popularidad del Jefe de Estado, hay que decir que ha sido coherente a la hora de buscar alternativas para desarmar a quienes hoy en día están en la ilegalidad. Sus métodos han sido polémicos, sí, pero para nadie fue una sorpresa que el mandatario explorara esos acercamientos con los ilegales.
2. Más impuestos para los ricos:
La primera iniciativa de peso que sacó el presidente Gustavo Petro, con la ayuda de la aplanadora petrista, fue la reforma tributaria que, tal y como prometió en campaña, iba a aumentar los impuestos para los más ricos, pero además iba a plantear alternativas para que quienes más tienen dinero no lo escondan haciendo uso de sus empresas.
Aunque la reforma no logró el recaudo que Petro planteó en campaña (llegó a hablar de 75 billones de pesos) un recaudo de 22 billones no es nada depreciable, aunque como toda reforma tributaria también fue un camino de espinas ante la opinión pública que lo criticó por medidas impopulares como el aumento de los impuestos a las bebidas azucaradas y los alimentos ultraprocesados.
3. Redistribuir la tierra:
El presidente Petro se la jugará toda por lo que él ha llamado un campo más justo. El Gobierno, a través de una reforma agraria, tiene la idea de comprar 3 millones de hectáreas de tierra para entregarla a los campesinos más pobres, al mismo tiempo con la intención de convertir a Colombia en una potencia productora de alimentos.
La propuesta, sin embargo, también ha sido duramente criticada por quienes consideran que no es más que una utopía, teniendo en cuenta los altísimos costos que una política de esas dimensiones tendría, pero además por los graves conflictos por la tierra que persisten en varias regiones del país.
4. Restablecimiento de relaciones diplomáticas con Venezuela
Para nadie fue una sorpresa que el presidente Gustavo Petro buscara en los primeros días de su gestión un acercamiento con el gobierno de Nicolás Maduro, con el que hacía cerca de 7 años no se tenían relaciones diplomáticas.
Lo propuso en campaña y efectivamente fue uno de sus primeros actos del gobierno: nombró embajador y viajó a Caracas para el apretón de manos con el polémico Nicolás Maduro, todavía considerado por varios países de la comunidad internacional como un dictador.
El efecto práctico de esos primeros acercamientos es que a partir del primero de enero se reabrirán nuevamente todas las fronteras terrestres y se permitirá el paso de todo tipo de vehículos. Incluso se inaugurará el puente de Tienditas, en Cúcuta, una megaobra que no se había utilizado por las rencillas diplomáticas entre ambos países.
5. No firmar nuevos contratos de exploración petrolera
Fue una decisión polémica que lanzó en campaña, pero ya estando en el Gobierno se le vino el mundo encima. Su idea de no firmar más contratos de exploración a futuro generó, junto a otros factores internacionales, una disparada del precio del dólar sin antecedentes en el país, superando por primera vez en la historia la barrera de los 5 mil pesos.
Aunque ha venido matizando el discurso, y ha contado con suerte, pues recientemente hubo un hallazgo muy importante para fortalecer las reservas de gas, la idea inicial sigue intacta y esa posibilidad sigue vigente. Habrá que ver si más adelante llega el momento en el que se vea obligado a que esta coherencia se convierta en una contradicción.
Las contradicciones
1. La compra de aviones:
Siendo candidato a la Presidencia, el hoy presidente Gustavo Petro criticó vehementemente la posibilidad de comprar nuevos aviones de combate. De hecho, a través de su cuenta en Twitter advirtió que si el gobierno Duque los compraba, él los iba a vender si llegaba a la Presidencia.
Hace algunos días, el mismo que rechazaba la compra de los aviones, anunció que iba a reemplazar la vieja flota de los Kfir que, según él, ya representan un riesgo para los pilotos de la fuerza aérea que fue el mismo argumento del presidente Duque. Todo parece indicar que el actual gobierno sí comprará 16 aviones de combate que costarán entre 20 y 26 billones de pesos.
El tema resultó tan polémico, que el mismo Roy Barreras, el presidente del Congreso que se convirtió en uno de los principales escuderos de Gustavo Petro, dijo que no estaba de acuerdo con esa decisión, porque considera que actualmente el país tiene otras prioridades.
2. El clientelismo del gobierno del cambio:
La realidad prometida frente a las prácticas clientelistas ha sido otra. El gobierno de Gustavo Petro ha sido duramente criticado por terminar haciendo alianzas con los mismos, con las mismas y por continuar con la “repartija” de puestos en los diferentes cargos del gobierno. Los partidos políticos, ya de por si desprestigiados y derrotados en las urnas, terminaron haciendo parte del gobierno Petro a través de diferentes ministerios: es el caso del ministro de transporte, Guillermo Reyes, representando al partido Conservador, el ministro del Interior, Alfonso Prada, representando al santismo, y el Ministro de Justicia Néstor Osuna, al liberalismo, sólo por citar algunos ejemplos.
3. Prometió acabar con el nepotismo y…
El cambio llegó prometiendo que se terminaban los gobiernos en los que los amigos y familiares del gobernante de turno terminaban metidos en importantes puestos del Estado. Pues “del dicho al hecho hay mucho trecho” dice el adagio popular. En estos más de 160 días de gobierno también ha sido noticia el nombramiento de amigos del presidente Petro y de su esposa Verónica Alcocer.
A pesar de que el presidente Petro lo negó en entrevista con Vicky Dávila, directora de SEMANA, los hechos demuestran otra cosa: la primera dama, Verónica Alcocer, sí tiene injerencia en el nombramiento de funcionarios. Para comprobarlo, basta escuchar la entrevista de Vanessa de la Torre a la directora del Bienestar Familiar, Concepción Baracaldo, en la que reconoció que fue Verónica Alcocer quien la llamó para ofrecerle el cargo (que maneja 8 billones de pesos de presupuesto), seguramente por su relación de amistad, no mucho por sus conocimientos sobre la niñez.
La cereza del pastel fue el nombramiento del polémico estratega de comunicaciones y redes sociales, Sebastián Guanumen, como cónsul en Chile, el mismo que durante la campaña planteó que era válido mover “un poco” la “línea ética” para conseguir resultados.
4. La austeridad
Otro término que se quedó en la campaña fue el de la austeridad. A pesar de que se habló de este asunto y fue una de las grandes promesas de campaña, en la práctica quedan muchas dudas. Basta recordar el episodio de las cobijas de plumas, los televisores de 80 millones de pesos o las clases de Nerú en la presidencia para dudar de que en este gobierno le están apostando a la austeridad.
5. La Reforma Política
Las congresistas Katherine Miranda o Jennifer Pedraza, que le apostaron todo su capital político a Gustavo Petro, la reforma política. Según ellas, la iniciativa, que ha sido aprobada en cuatro de ocho debates en el Congreso, le da una estocada final a la participación de las minorías en el Congreso y prácticamente le asegura una curul para el siguiente cuatrienio a los actuales legisladores.
Pero no sólo eso, la idea de avalar el transfuguismo sólo por una vez, que los congresistas puedan ser ministros y las listas cerradas, son una puerta de entrada a que el politiquero de siempre termine acaparando el control del Congreso.