Política
Juegos Panamericanos en Barranquilla: el presidente Gustavo Petro tiene la última palabra
El 31 de mayo de 2021, el Estado colombiano firmó un contrato donde se anunció a Barranquilla como sede de los Juegos Panamericanos de 2027. Dos años después, el tema está embolatado, no hay certeza de la realización y el Gobierno poco dice.
Hace dos años, durante el mandato de Iván Duque, se anunció a más de 40 países de América que Colombia sería el anfitrión de los Juegos Panamericanos, que se realizarán en Barranquilla (Atlántico) entre el 22 de octubre y el 7 de noviembre de 2027.
Aunque todavía quedan cuatro años para esas justas deportivas, el panorama no está claro y Colombia podría incumplir el contrato que se firmó con la Organización Deportiva Panamericana (Panam Sports).
Lo previsto es que lleguen al país unos 9.000 atletas de 40 países para esas tres semanas de competencia que, además, albergará los Juegos Parapanamericanos. Sin embargo, desde el anuncio a la fecha han pasado diversas situaciones que han debilitado la economía mundial y el problema en este momento es conseguir los 400 millones de dólares para darle viabilidad al compromiso deportivo.
La ministra del Deporte, Astrid Rodríguez, reveló la cifra en un debate en la Cámara de Representantes y también dejó claro que se están buscando fuentes de financiación para obtener los recursos necesarios. De ese rubro el Gobierno nacional debe destinar el 70 % y el resto se divide entre la Alcaldía de Barranquilla y la Gobernación del Atlántico.
Según la ministra, el presidente Gustavo Petro tiene la voluntad de financiar los Juegos, pero la plata es el tema central y se deberá hacer un análisis de cuáles escenarios deportivos deberán repararse y cuáles construirlos. Rodríguez es sincera y dice que todo queda en manos del mandatario. “No tenemos un plazo. Hicimos un cronograma ajustado para las justas, pero el presidente Petro es el que toma la decisión”.
No obstante, algunos sectores consideran que el retraso del Gobierno en la destinación de recursos podría tratarse de un cálculo político por estar a pocos meses de elecciones y porque en 2027 Petro ya no estará en la Casa de Nariño.
El senador Mauricio Gómez Amín del Partido Liberal dijo a SEMANA que tiene información clara sobre la indecisión del presidente Petro en este asunto y que “un día dice que sí habrá Juegos y al otro día que no”.
Lo que le preocupa al congresista es que hay un compromiso de Estado y más allá de las sanciones económicas que podría conllevar el incumplimiento de contrato, Colombia podría ser castigada deportivamente y dejarla por fuera de competiciones internacionales por un tiempo. “Está en juego la seriedad del país porque conseguir la sede no fue nada fácil. Al Gobierno hay que recordarle que estos Juegos no son de los Char, no son de Elsa Noguera ni de nadie de la política. Son los Juegos de los colombianos y caribeños, así que esperamos que solucionen el problema”.
Gómez Amín se niega a creer que se le esté mezclando política a un asunto netamente deportivo, pero las versiones que apuntan hacia allá cada vez aumentan. En todo caso, el presidente Petro ha dicho en diferentes ocasiones que el turismo se debe incrementar, por lo que la vitrina de unos juegos internacionales son el mejor escenario para Colombia.
“La inversión que se hace se recuperará con creces. La imagen de Colombia ante el mundo será positiva, la infraestructura mejora y quedan los escenarios para los jóvenes y otras competiciones”.
La Alcaldía de Barranquilla, junto con la Gobernación del Atlántico, el Comité Olímpico y el Ministerio del Deporte vienen trabajando en la revisión del presupuesto de los Juegos. El presidente de Panam Sports estuvo en la ciudad y en julio se lograron ajustar varios ítems del presupuesto para mejorar las condiciones de los compromisos.
Además, está pendiente la entrega del informe de impacto socioeconómico que, en alianza entre la Alcaldía de Barranquilla y el Reino Unido, entregará en septiembre, a través de la empresa 4global, para medir el impacto de los Juegos en la ciudad, la región y el país.
Al margen de las discusiones políticas, no hay duda de que los Juegos Panamericanos serán un trampolín para muchos deportistas de alto nivel que llegarán a Barranquilla en busca de un cupo para los Juegos Olímpicos que se harán en 2028, en Los Ángeles (Estados Unidos).
Lo cierto es que la organización, construcción, adecuación y logística de unos Juegos de este nivel tarda varios años y si el presidente Petro no toma una decisión pronto, Colombia pasará una vergüenza en América Latina.