POLÍTICA
La Alianza Verde, sin candidato para las elecciones de la Alcaldía de Bogotá; ¿qué pasó con la colectividad que llevó a Claudia López al poder?
SEMANA revela la estrategia que implementó un sector del partido para no tener candidato propio. El propósito sería acompañar a otro político fuera de la colectividad.
El partido Alianza Verde, que llevó al Palacio Liévano a Claudia López hace cuatro años, se quedará sin un candidato que los represente para las próximas elecciones regionales en la capital. El hecho llama la atención, cuando se trata de la colectividad que actualmente ostenta el poder en la ciudad.
El pasado viernes se esperaba el resultado de una encuesta que contrató el partido al Centro Nacional de Consultoría (CNC) y, aunque por ahora no se conoce el resultado, uno de los requisitos era que alguno de los tres precandidatos pasara el 15 % de favorabilidad, un requisito prácticamente imposible de alcanzar.
Que la Alianza Verde se vaya a quedar sin candidato no sorprende, pero sí llama la atención. ¿Por qué una de las colectividades más fuertes hace cuatro años se conformó con ese resultado?
La respuesta pasa, según le dijeron varios líderes del partido a SEMANA, que pidieron reserva de su identidad, por una estrategia de un sector cercano a la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, que tenía ese propósito: quedarse sin candidato.
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Para algunos, por un lado, evidencia el desgaste y la mala gestión de López en sus cuatro años de Gobierno, lo que generó no solo que se alejaran algunos apoyos políticos, sino que no tuvieran una ficha fuerte para las próximas elecciones regionales. Varios de los líderes que respaldaron a la mandataria local en la campaña hoy se sienten decepcionados de esa gestión.
Desde el Concejo de Bogotá prácticamente todos los cabildantes criticaron la administración de López en algún momento, a excepción de María Fernanda Rojas. Además de Rojas, en la baraja de precandidatos estaban los concejales Luis Carlos Leal y Lucía Bastidas. Los cabildantes Martín Rivera y Diego Cancino en algún momento expresaron su deseo de participar, pero luego desistieron de ese propósito.
El problema con la encuesta no es su metodología ni la empresa que la realizó, de la cual no dudan, sino que creen que la estrategia del claudismo tenía otro propósito desde el comienzo. Por un lado, además de que ninguno pudiera alcanzar el umbral que pedían, algunos consideran que pretendía medir a los demás candidatos fuera del partido para reafirmar a quién deberán apoyar. Algunos argumentan que la decisión de Carlos Amaya de aspirar a la Gobernación de Boyacá también dejó a ese sector claudista sin candidato en Bogotá.
Internamente se empiezan a analizar opciones fuera del partido y hay quienes creen que ese sector de la Alianza Verde podría terminar con Carlos Fernando Galán.
Por ahora, se espera saber qué decisión tomará finalmente el partido de cara a las elecciones regionales en Bogotá tras conocerse el resultado de la encuesta, de la que por ahora no dan razón. Lo claro es que en la colectividad que llevó a la mandataria no tendrá esta vez candidato propio en la capital. Para algunos verdes eso es lamentable, cuando hace cuatro años habían sacado una amplia votación. En ese entonces se realizó una encuesta interna entre López y Antonio Navarro en la que la mandataria se impuso con el 39 %, la diferencia con la de ahora es que en ese momento no se midieron más candidatos por fuera del partido.
Aunque Galán podría ser el que se acerque a ese sector del Verde, también hay otros liderazgos que se irían con otros candidatos. Por ejemplo, Rivera es cercano a Dignidad y Compromiso, que esta semana entregó oficialmente el aval a Jorge Enrique Robledo para su aspiración. Asimismo, se sabe que Lucía Bastidas ha trabajado con Enrique Peñalosa, quien se espera que se lance oficialmente en las próximas semanas.
En la resolución en la que se estableció la encuesta en el Verde se dejó redactado un ‘plan B’ y es que puedan escoger a otro candidato fuera de la colectividad, y que si no se logra consenso, podrían dejar de nuevo en libertad a sus bases y militantes, como sucedió en la pasada campaña presidencial en la que tampoco tuvieron un candidato propio.
De cara a las elecciones regionales, que comienzan a calentarse, la Alianza Verde, que era uno de los partidos más representativos de la centroizquierda en el país, y que impulsó a figuras como Antanas Mockus, hoy ha perdido respaldos y carece de liderazgos que los puedan representar.