Política
“La campaña no ha sido en igualdad de condiciones”: Nicolás Ramos, el candidato de la máscara, no se rinde en su búsqueda de la Alcaldía de Bogotá
Ramos asegura que la financiación estatal a las campañas “es un saludo a la bandera”. Revela cuál sería su posición política para la segunda vuelta.
SEMANA: ¿Cómo va su campaña?
Nicolás Ramos (N.R.): La campaña ha sido una campaña bien bonita porque estamos haciendo dos campañas: una para que me reconozcan, yo no era un personaje reconocido para la opinión pública; y otra para que conozcan nuestras propuestas, la innovación de este movimiento de “más acciones, menos rostros”. Realmente, lo estamos haciendo con las uñas, literalmente, porque, nunca hubo respuesta del Consejo Nacional Electoral respecto a la solicitud del anticipo del fondo de financiación de las campañas políticas. No llegó nada. Entiendo que ni siquiera el Ministerio de Hacienda le ha girado al Consejo Nacional Electoral. O sea, que este tema del apoyo estatal a las campañas es un saludo a la bandera, y tampoco nos han aprobado créditos.
SEMANA: Candidato, entonces, ¿de dónde ha sacado plata? Porque una campaña requiere dinero para tener gente que esté en las calles, para poderse transportar usted...
N.R.: Hice un ahorro a lo largo de mis diez años de experiencia gestionando recursos con entidades territoriales, hicimos un ahorro importante, pero en la recolección de firmas a hoy, realmente ya estamos en cero, nos han prestado familiares, hemos tenido, digamos, que otro tipo de ayuda, como el financiamiento, como fondos personales, y así es que lo estamos haciendo. Todo eso lo vamos a reportar al Consejo Nacional Electoral, o sea, vamos a reportar más deudas que ingresos, realmente, y pues ya a estas alturas del partido, nosotros creímos que íbamos a poder acceder a los fondos del Estado o a un crédito, estamos esperando la última opción. La campaña no ha sido en igualdad de condiciones, la verdad.
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SEMANA: ¿Qué tanto cree que la gente ha logrado reconocerlo en este tiempo, en estas semanas de campaña, y qué tanto cree que puede lograr de acá al veintinueve de octubre?
N.R.: Hemos subido en las encuestas, aunque juzgo las encuestas porque no tienen una muestra muy representativa. Por ejemplo, ya superamos al general, ya superamos a Robledo, figuras que ya llevan en la opinión pública un tiempo atrás. Entonces, creemos que estamos haciendo una campaña muy bonita y que podemos convertirnos en un fenómeno electoral. Mira que cuando salgo a las calles la gente ya nos reconoce: “Ay, mira, ahí va el candidato de la máscara. Me gustan sus propuestas”.
Los taxistas nos paran, la gente nos pita, entonces me parece que hay una acogida muy chévere. La gente está reconociendo ese esfuerzo que estamos haciendo, que no pertenecemos ni a la izquierda, ni a la derecha, ni al centro, y que vendemos una ideología pragmática para el ciudadano a pie, y realmente mira, la gente en las calles está mamada, cansada, literalmente hastiada de la política.
No quiere saber de nadie, se sienten engañados y burlados por todos. Entonces, yo los miro a los ojos y les digo: “Mira, yo soy un candidato nuevo, yo soy un candidato que quiere transformar este tipo de decepción que ustedes tienen, y yo no vengo a que ustedes me escuchen, yo vengo es a escucharlos”. Así es que he hecho la campaña, escuchando la gente y ahí es donde uno se da cuenta realmente de la necesidad y la problemática.
SEMANA: Cuando usted sale con la máscara, por ejemplo, a un centro comercial o a un lugar cerrado, ¿alguna vez asustó a alguien por entrar a un lugar de máscara?
N.R.: No, al contrario. Dicen que qué máscara tan bonita, que regáleme una máscara, pero obviamente con la austeridad de la campaña... Yo tengo una máscara que está echa en 3D con filamento y con material reciclable, es un poquito costosa, cada máscara de esas sale como en cuarenta y cinco mil pesos. Tenemos muy poquitas máscaras para los que estamos dentro del movimiento, los que salimos a hacer calle, y nosotros estamos dando una máscara troquelada en donde explicamos cómo funciona la política y estamos dando, estamos haciendo una pedagogía.
Y le decimos a la gente: “Mire, la máscara significa una idea, una propuesta, un programa, no un rostro. ¿Sabe por qué? Porque los rostros los engañan cada cuatro años, así que vote por una propuesta, por un programa, no venda su voto, vote a conciencia. Y yo soy el único en la calle que tiene una mascarita que dice no vote por mí, vote por usted, vote por su sentido, vote por su calle, vote por su ciudad”.
SEMANA: Usted dice que voten por propuestas. ¿Cuáles son sus principales propuestas?
N.R.: Tenemos cinco pilares en el programa de gobierno, muy importantes, que buscan sacar a Bogotá del atraso. Nuestro enemigo es el atraso, no los rostros, por eso usamos la máscara. Así que la principal apuesta de nosotros es modernizar la administración distrital que está muy atrasada, muy desarticulada, por eso es que hay inseguridad, por el atraso es que hay congestión vial, por el atraso es que hay desempleo, por el atraso es que hay un mal manejo de la economía circular, particularmente la recolección de basuras y el relleno sanitario, por el atraso es que no se ha construido el metro de Bogotá.
Una, el cogobierno, que es una forma totalmente diferente de seleccionar los alcaldes locales y el secretario de gobierno. Seleccionar un secretario de Gobierno a través de mérito y a través de lotocracia, es decir, el mérito y el azar. Las diez mejores hojas de vida pasan a una urna de cristal y un veedor ciudadano saca un papelito y dice quién es el próximo secretario de gobierno. Así vamos a seleccionar también a los alcaldes locales y vamos a acabar con este tema de clientelismo.
También hablamos de una ciudad 5.0. Nosotros somos los que hablamos de la inteligencia artificial, de la tecnología. Mira que en seguridad, la inteligencia artificial puede ver ocho mil cámaras en un segundo y puede generar patrones de alarma para toda la red comunitaria. Mientras que un policía convencional, que si bien es cierto, se requiere, puede ver máximo quince cámaras en tres minutos y no alcanza alerta.
SEMANA: Pero si se usa la inteligencia artificial de esta manera para atender la seguridad, ¿es posible que haya un riesgo en la privacidad de las personas? ¿Que la privacidad del ciudadano a pie sea vulnerada al estar siempre monitoreado con cámaras?
N.R.: No. Esto es un tema a disposición del servicio público, de optimización de un servicio público como lo es la seguridad. La seguridad es un servicio público y por lo tanto la inteligencia artificial debe ser para optimizar y mejorar esos servicios públicos, no para ir en contra del ciudadano. Así que hay unos niveles de riesgo de la inteligencia artificial, quienes han adelantado este tema son el Parlamento Europeo donde hablan de riesgo bajo, riesgo medio y riesgo alto. Y por eso es que ahí uno tiene que adoptar un protocolo de riesgos para este tipo de tecnología.
Nosotros hablamos también de inteligencia artificial en la movilidad. Por ejemplo, yo garantizo a los bogotanos y a las bogotanas que van a tener solo un día de pico y placa con el sistema nuestro. Optimización de la recolección de basuras o el esquema de recolección de basuras a través de la misma.
SEMANA: ¿Qué mantendría de las políticas de la alcaldesa actual, Claudia López?
N.R.: La política distrital del cuidado me parece importantísima, me parece súper chévere y loable. Las famosas manzanas del cuidado. Pero quiero recordar algo. Yo quiero reconocerle este triunfo de esta política al colectivo o al consejo consultivo de mujeres de Bogotá, a todas esas lideresas de los territorios, de las 20 localidades que realmente llevaron a cabo este gran proyecto hasta que Claudia López lo adoptó.
Y hay que mejorarlo porque muchas de ellas nos expresaban que los servicios que se llevan a cabo al interior de estas manzanas del cuidado no son tan óptimos, no son tan chéveres, porque ellas tienen unos límites, por ejemplo, para lavar prendas en las lavadoras o de horarios. Ahí no se incluye a los hombres que están cuidando también, que son cuidadores. Hay que mejorarlo, potenciarlo y generar autonomía y sostenibilidad sobre ese programa del sistema del cuidado en el distrito.
SEMANA: Usted decía que Bogotá está en medio de un retraso. ¿A quién le echa la culpa usted de ese retraso de Bogotá?
N.R.: Todos han aportado un granito de arena. El Metro de Bogotá en 1988 iba a ser subterráneo, Samper había dejado los recursos para que Peñalosa lo contratara subterráneo, Peñalosa dijo que sí, que le gustaba el metro subterráneo, pero cuando hubo cambio de Gobierno Nacional con Pastrana, Peñalosa convenció a Pastrana para que los recursos los redistribuyeran hacia el Transmilenio.
Llega el 2000, se construye Transmilenio. Luego la izquierda hace planos y estudios para el metro subterráneo y llega casi que hasta la tercera fase de ingeniería, estudios y diseños. Y hubo cambio del Gobierno Nacional porque es el que ha dispuesto casi el 70% de la financiación de la obra. Luego hubo cambio del Gobierno Distrital y Santos, en su momento, firmó un cheque en blanco para poder sacar adelante el metro subterráneo, pero llegó Peñalosa y nuevamente Santos lo transformó al metro elevado.
Duque lo reafirmó y mira que en el Gobierno de Petro, cuando hubo el cambio, pues la mayoría del Gobierno santista estaba en el Gobierno de Petro. Entonces, ahí es donde uno se da cuenta que es de la izquierda, la derecha y el centro se. O sea, es culpa de todos. Se burlan del ciudadano.
SEMANA: En una segunda vuelta, entre Carlos Fernando Galán y Gustavo Bolívar, ¿usted con quién se iría?
N.R.: Haciendo honor a la filosofía de la máscara, en donde no son los rostros, sino los programas, tendríamos que hacer una convergencia en donde el candidato que se comprometa con la transparencia en la selección de los altos cargos del Estado de una forma lotocrática como la que proponemos, y que se comprometa a sacar a Bogotá del atraso con las novedosas ideas que nosotros tenemos, allí vamos a estar. Nosotros somos pragmatismo comunitario, pensamos en la solución puntual del ciudadano de a pie con la corresponsabilidad de la comunidad. Nos mamamos de la pelea del liberalismo, el conservadurismo, la social democracia, la izquierda, la derecha, el centro y que finalmente el problema sigue existiendo para el ciudadano. Así que yo no te puedo decir hoy, Bolívar, Galán, Oviedo...
SEMANA: En una segunda vuelta entre Juan Daniel Oviedo y Carlos Fernando Galán, por ejemplo, ¿tendría un favorito o se va con la misma respuesta?
N.R.: Lo que pasa es que si ellos van a seguir respaldando las causas que generan atraso a Bogotá, va a ser muy difícil poder tomar una convergencia, pero si ellos incluyen estas nuevas propuestas innovadoras para Bogotá que van a beneficiar al ciudadano de a pie, allí voy a estar.