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Una nueva polémica enloda a la Cancillería. | Foto: GUILLERMO TORRES REINA-SEMANA

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La Cancillería adjudicó un contrato a dedo pese a alertas internas sobre la idoneidad del contratista

El Fondo Rotatorio adjudicó un convenio por 10.364 millones de pesos para prestar servicios tecnológicos a un oferente que, al parecer, no cumple los requisitos para ejecutarlo. Esta es la historia.

Redacción Semana
19 de octubre de 2024

El Ministerio de Relaciones Exteriores acaba de adjudicar un contrato para el mejoramiento de los sistemas de información de esa cartera en los trámites internos y externos sobre el que hay un manto de duda.

Se trata de un convenio aprobado el pasado 9 de octubre por el Fondo Rotatorio de la Cancillería y suma un monto de 10.364 millones de pesos a fin de prestar esos servicios durante solo 82 días. Lo particular es que fue adjudicado de manera directa a un contratista sobre el que se advirtió que no cumplía los requisitos para ejecutarlo.

La licitación fue entregada de forma directa a Aldesarrollo (Alianza Pública para el Desarrollo Integral), una entidad descentralizada de carácter público que en sus estatutos se define como una organización sin ánimo de lucro conformada por tres instituciones académicas.

Sin embargo, llama la atención que en el objeto de la licitación que se lee en el Secop se solicita la prestación de servicios de tecnología a la Cancillería, pero las instituciones que conforman esa alianza pública que terminó quedándose con la licitación están dedicadas a asuntos de comercio, agrícolas y educativos.

  De la ejecución del contrato de 10.364 millones de pesos depende la mejora en la prestación de servicios de información de la Cancillería.
De la ejecución del contrato de 10.364 millones de pesos depende la mejora en la prestación de servicios de información de la Cancillería. | Foto: Suministrada a Semana A.P.I.

Textualmente, ese acuerdo se suscribió para la “prestación de servicios para la actualización y mejoramiento de los sistemas de información-Fase I Sitac, para la optimización de trámites internos y externos del Ministerio de Relaciones Exteriores”. Pero, según lo pudo constatar SEMANA, el oferente que ganó la revisión de viabilidad fue otro.

El Sitac es el sistema de información para trámites de atención al ciudadano que soporta todos los servicios que brinda la Cancillería, es decir, es la misma plataforma de la que depende el diligenciamiento de citas y de otros servicios.

En la licitación participaron cuatro alianzas públicas y la revisión interna indicó que la idónea para suscribir ese contrato interadministrativo era la Corporación Agencia Nacional de Gobierno Digital, otra entidad descentralizada vinculada al Ministerio de las TIC y que ha tenido bajo su responsabilidad convenios para asuntos tecnológicos del Estado. Esa firma ya tenía certificada la idoneidad para ejecutar el convenio.

Pruebas del contrato. | Foto: Suministrada a Semana A.P.I.

Pese a ese claro antecedente, una movida interna designó a Aldesarrollo como el primer candidato para la adjudicación del contrato interadministrativo, sin tener en cuenta que esta entidad es de naturaleza académica.

Ese no es el único componente polémico de la adjudicación. Una alerta interna a la que tuvo acceso SEMANA indicó que la falta de información sobre la composición accionaria de Aldesarrollo imposibilitó a la Cancillería conocer qué porcentaje de participación accionaria pertenecía al Estado y mucho menos determinar si esta es una entidad pública descentralizada directa.

Logo de Aldesarrollo. | Foto: Suministrada a Semana A.P.I.

Aldesarrollo ha establecido convenios con actores públicos como el Área Metropolitana de Barranquilla, el departamento del Atlántico, la Contraloría y la Procuraduría para tareas ajenas a la prestación de servicios tecnológicos, lo que indica que la firma sí tiene experiencia como contratista, pero, al parecer, no sería la más idónea para el contrato en cuestión.

SEMANA intentó contactar a esa entidad sin ánimo de lucro, pero no recibió respuesta a las llamadas telefónicas. Por su parte, la Cancillería no había contestado el cuestionario enviado por este medio al cierre de la edición. Lo cierto es que la adjudicación podría originar una investigación de los entes de control a la contratación del Ministerio.