POLÍTICA
La captura de Nicolás Petro sacude las elecciones regionales e impacta al Pacto Histórico
El escándalo que recae sobre Nicolás Petro sacudirá las elecciones regionales. Incluso, generará un impacto en el Congreso, donde el Gobierno espera la aprobación de las reformas en lo que resta de 2023.
La noticia de la captura de Nicolás Petro, el hijo del presidente Gustavo Petro, por enriquecimiento ilícito cayó como un baldado de agua fría en el Pacto Histórico, la coalición que lidera el jefe de Estado. Peor aún, tiene con los pelos de punta a los candidatos a concejos, asambleas, alcaldías y gobernaciones que compiten por la convergencia de izquierda.
Aunque ante la justicia todo el mundo es inocente hasta que no se le demuestre lo contrario y Nicolás Petro —señalado por Day Vásquez, su exesposa, de recibir mil millones de Santander Lopesierra y el hijo del Turco Hilsaca— deberá someterse a un juez de garantías que decidirá si continuará preso o en libertad, el escándalo en su contra a tres meses de las elecciones regionales tiene un impacto adverso en la izquierda y en los sectores progresistas.
De acuerdo con el comunicado de prensa de la Fiscalía, a Nicolás Petro se le investiga por lavado de activos y enriquecimiento ilícito, dos delitos que no son de poca monta en el Código Penal. Además, el hoy diputado del Atlántico se convirtió en el primer hijo de un presidente de Colombia en ser capturado por la justicia del país.
El senador de la Alianza Verde Ariel Ávila, quien además es cercano al gobierno del presidente Gustavo Petro, reconoció “que es un golpe durísimo mediático y político para el proyecto del presidente a tres meses de las elecciones”.
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De hecho, el propio candidato a la Alcaldía de Bogotá Gustavo Bolívar dijo en un mensaje de Twitter que “la orden de captura a Nicolás Petro es puro circo electoral que el fiscal Francisco Barbosa sabrá utilizar en los meses que le quedan”.
Al menos, en las regiones, los candidatos del Pacto Histórico que buscan quedarse con dignidades en 2024 tendrán que empezar a explicarle a la ciudadanía qué fue lo que ocurrió y tratar de separar la investigación judicial de Nicolás Petro con el gobierno de su padre, Gustavo Petro.
Aunque ambas cosas son diferentes, los delitos son individuales y el presidente ha sido claro en pedirle a la justicia que actúe con libertad y decida en derecho la suerte de su hijo, es imposible que una cosa no salpique a la otra, al menos en el plano político.
El problema para el Pacto Histórico es que deberá replantear la estrategia del discurso porque la lucha anticorrupción que llevó al poder al presidente Gustavo Petro será controvertida por la oposición porque el ingreso de dineros a Nicolás Petro se generó —según denunció Day Vásquez—, en medio de la campaña de 2022, cuando el hoy jefe de Estado competía por la Casa de Nariño.
Este es un nuevo problema para los candidatos del Pacto Histórico que, además, cargan el lastre del desgaste de los escándalos del primer año de gobierno, además de la crisis en la economía y los serios problemas de orden público en las regiones, entre otros.
Como si fuera poco, este escándalo podrá generar un coletazo al Gobierno en el arranque de la nueva legislatura del Congreso, un momento crucial en el que la Casa de Nariño busca que se aprueben las reformas estructurales como la de la salud, pensional, laboral, entre otras.
De la suerte jurídica de Nicolás Petro, además de la forma en que el presidente capotee el nuevo escándalo en su contra, dependerá que este se convierta en un escándalo más en su vida política. O, al contrario, le genere consecuencias políticas en las elecciones de octubre.