La Corporación Excelencia en la Justicia le reclamó al presidente Gustavo Petro “respeto a la dignidad de la justicia y a su independencia”

El comentario del presidente Gustavo Petro desde España en contra del fiscal general Francisco Barbosa, en el que dijo que era su jefe, sigue generando un gran revuelo en la rama judicial. La Corporación Excelencia en la Justicia (CEJ) emitió un comunicado en el que expresaron su molestia con esa declaración.

“La Corporación Excelencia en la Justicia (CEJ) solicita nueva y expresamente al presidente de la República, Gustavo Petro Urrego, respeto a la dignidad de la justicia, a su independencia y a los órganos que la componen, entre ellas la Fiscalía General de la Nación”, aseguraron.

Consideran que “equívocamente se atribuye poder jerárquico frente a este organismo en abierto desconocimiento constitucional”.

El centro de pensamiento aseguró que es “inadmisible” que un presidente de la República “se inmiscuya en las funciones judiciales, afectando su independencia y eludiendo el principio de separación de poderes”. Y que esa “omisión resulta para todos los fines institucionales francamente alarmante”.

La rama judicial ha cerrado filas en torno al fiscal y ha cuestionado las declaraciones del mandatario. El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Fernando Castillo Cadena, aseguró que el fiscal general “no tiene superior jerárquico” y que precisamente es elegido por el Alto Tribunal, de una terna que envía el jefe de Estado. “Desconocer o malinterpretar las bases de nuestro Estado de Derecho crea incertidumbre, fragmentación e inestabilidad institucional”, afirmó Castillo.

El presidente Petro no ha reconocido su impase, en cambio, ha contestado a todo aquel que lo ha cuestionado. “El articulo 115 de la Constitución nacional designa al presidente de la República elegido por mandato popular como jefe de Estado, jefe de gobierno y máxima autoridad administrativa”, dijo, luego de conocerse el pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia.

Petro afirmó que no ha faltado a su palabra ni a la Carta Magna y que su respuesta al fiscal es porque él lo ha “irrespetado” como jefe del Estado. “Soy representante de la Nación ante el mundo y ante el pueblo”, aseguró.

Barbosa tampoco se ha quedado callado y le ha contestado a Petro, diciendo que el mandatario no es su jefe. Afirmó que se trata de una “seria amenaza a la independencia de la justicia”.

“Esa es una gravísima manifestación contra la independencia judicial en Colombia y la división de poderes. Estas declaraciones ponen en riesgo la existencia del Estado de derecho”, aseguró Barbosa a SEMANA.

El fiscal general hizo un llamado a la comunidad internacional para que se respete la independencia de poderes en el país. “Porque lo que acaba de hacer Petro es un primer zarpazo a la justicia en Colombia, y a la existencia del Estado de Derecho. Sus declaraciones ponen en riesgo la existencia de la Corte Suprema de Justicia”, señaló Barbosa.

El fiscal responsabilizó al mandatario de lo que pueda ocurrirle a él o a su familia, tras las críticas que ha hecho a su cargo. Anunció que sacará a sus seres queridos del país por “temor a que sean asesinados”.

“Es una declaración que atenta contra la autonomía e independencia de la rama judicial colombiana. Es una advertencia, que le hace al Fiscal General de Colombia, de que si no obedezco seguramente tendré consecuencias, en ese sentido el presidente de la República con sus manifestaciones de sujeción del fiscal general de la nación me insta a decirle que debo incumplir mis funciones constitucionales y obedecerle al jefe de estado en Colombia”, aseguró Barbosa.

El debate ha llegado al panorama internacional. La organización Human Rights Watch (HRW) cuestionó las declaraciones de Petro. Juan Pappier, subdirector en funciones de la organización de derechos humanos, dijo que son “preocupantes” lasdeclaraciones del mandatario.

”Según la Constitución Política del 91, la Fiscalía es parte de la rama judicial y, por lo tanto, independiente del ejecutivo”, afirmó Pappier. El director de HRW dijo que “las crecientes tensiones entre el fiscal y el presidente, motivadas por actitudes irresponsables de ambos lados, ponen al país en una situación institucional preocupante”.