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La Embajada de Colombia en Chile está al garete: denuncian que el cónsul Sebastián Guanumen está mandando y su prioridad son los petristas
Luego de 15 meses de Gobierno, la Cancillería no ha nombrado a un embajador en propiedad en Chile, a pesar de las estrechas relaciones entre Gustavo Petro y Gabriel Boric. ¿Qué está pasando?
El presidente Gustavo Petro alardea de su cercana relación política e ideológica con su homólogo de Chile, Gabriel Boric. Ambos se identifican con un discurso de izquierda y tienen en común que llegaron al poder prometiendo grandes cambios, pero no los han concretado y enfrentan un fuerte rechazo popular, según las encuestas.
Recientemente, Petro ha viajado a Chile en tres ocasiones. La primera fue en marzo de 2022, cuando aún era candidato para asistir a la posesión de Boric. En las dos restantes, en enero y septiembre de este año, se anunciaron alianzas en varios frentes. La segunda visita oficial fue en el marco de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado en Chile, en la que Petro arremetió contra Pinochet y hasta comparó ese hecho con la toma y retoma del Palacio de Justicia en Colombia.
Incluso, Boric y Petro han enviado mensajes similares en distintos temas. Por ejemplo, han tenido posiciones críticas sobre Israel en medio del conflicto con Palestina y pelearon con otros líderes de la región, como el presidente de El Salvador, Nayib Bukele. Se podría decir que, en materia geopolítica latinoamericana, Boric y Petro son los principales aliados de la región.
Sin embargo, esa cercanía no se demuestra en las relaciones diplomáticas entre ambos países. Hoy en día, no hay un embajador de Colombia nombrado en propiedad en Chile y, según conoció SEMANA por testimonios de colombianos que viven en ese país, se trataría de una embajada que ha cambiado desde que llegó Petro al poder. Como le confirmaron fuentes de la Cancillería a esta revista, actualmente quien lidera ese canal diplomático es René Correa, encargado de negocios.
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Correa es un funcionario de carrera diplomática de más de 25 años de experiencia. Egresó de la Academia Diplomática de San Carlos en diciembre de 1997 y está adscrito a esta Misión Diplomática como Encargado de Negocios a.i. desde el 03 de marzo de 2023.
Antes de ocupar el cargo actual, era el cónsul general de Colombia en Santiago de Chile. También tuvo una trayectoria profesional en Caracas, Cairo, Washington y Montevideo. A su vez, hizo parte de la Comisión de estudios como Tercer Secretario en la Escuela Diplomática de España en Madrid y una suplencia consular y diplomática en la Embajada en Managua.
En manos de Guanumen
Pero, con la llegada de Petro, la Cancillería de Álvaro Leyva tomó la decisión de que Correa saliera del cargo. En su reemplazo llegó el polémico Sebastián Guanumen como cónsul en la capital chilena. Él es recordado por ser uno de los principales estrategas de Petro en la pasada campaña. En ella orquestó una antiética estrategia que quedó evidenciada en los ‘petrovideos’. Daba línea sobre cómo presentar a Federico Gutiérrez como un “depravado” y hasta reconoció que se debía “correr la línea ética” con tal de que Petro ganara. Su nombramiento como cónsul en la capital chilena desató un escándalo, dada su nula experiencia en relaciones internacionales.
¿Por qué hasta el momento no ha sido nombrado un embajador en propiedad en Chile? Por ahora, no hay una respuesta clara del Ministerio de Relaciones Exteriores. A comienzos de este año, cuando Leyva y Petro seguían organizando las embajadas y consulados, se designó al exsenador Temístocles Ortega para el cargo. A pesar de que formaba parte de Cambio Radical, Ortega venía mostrando posiciones cercanas a la centroizquierda y respaldó a Petro en campaña.
El decreto con su nombramiento fue publicado oficialmente y, a pesar de las dudas, Ortega insistía en que se mantendría su designación. Sin embargo, al final nunca se dio la posesión y ese cargo quedó acéfalo hasta el día de hoy.
Unas versiones apuntan a que entre las razones por las que no se habría efectuado su nombramiento fue por las investigaciones en su contra en la Fiscalía a causa de una presunta responsabilidad en el delito de contrato sin cumplimiento de requisitos legales cuando fue gobernador del Cauca. Otras, cercanas al exsenador, señalan que se trató de temas personales por los que finalmente desistió de ese cargo. Sin embargo, el trasfondo, que era el nombramiento de un embajador, nunca fue resuelto. Desde ese momento, Correa quedó a cargo ‘temporalmente’ hasta que nombraran al nuevo embajador, pero eso hasta el momento no ha sucedido.
Ante la ausencia de alguien en ese puesto, lo que más ha llamado la atención es que Guanumen viene dando línea, conforme al testimonio de algunas personas que han vivido de primera mano lo que pasa en el canal diplomático.
Según le contaron a SEMANA algunos colombianos que residen en Chile, y que prefirieron hablar bajo reserva por temor a represalias o que les cierren las puertas de la embajada, Guanumen estaría politizando la embajada y dándoles prioridad a los que manifiesten ser petristas. Reclaman que el cónsul tiene una línea política marcada con la que buscaría favorecer a los colombianos que están de acuerdo con el proyecto de la Colombia Humana.
Eso ha generado reproches de algunos compatriotas residentes en ese país y que sienten que hubo un cambio en el trato de los canales diplomáticos desde que llegó Petro al poder. Independientemente del Gobierno de turno, cualquier connacional debería encontrar ayuda y respuestas a sus inquietudes, más allá de su ideología y pensamiento político, en las embajadas y consulados.
Chile es uno de los países en donde más residen colombianos. Allí viven unos 240.000 compatriotas, la mayoría en la región metropolitana de Santiago. Se calcula que el 12 % de los migrantes en ese país son colombianos, el cuarto país con mayor número de ciudadanos extranjeros luego de Venezuela, Perú y Haití.
Algunos connacionales se quejan de las estrategias para ganarse su confianza a través de eventos efímeros y populistas. Por ejemplo, dicen que se están haciendo actividades con música en vivo, regalos y hasta comida en los que las personas aprovechan para tomarse fotos con los diplomáticos. Narran que comúnmente se llevan a cabo eventos en las distintas comunas de la región metropolitana de Santiago.
La embajada también ha implementado algunos talleres de manualidades. Aunque hay ciudadanos que destacan esos hechos, otros reclaman que los temas de fondo por los que necesitan el canal diplomático están quedando relegados.
“A la gente la están manipulando”, dijo una de las personas que ha conocido esta situación y que considera que se trataría de un show para ganar adeptos. Dice que ese objetivo se ha ido logrando.
Este panorama llama la atención, pues hasta el momento no hay una gestión de la Embajada de Colombia en Chile que haya sido exaltada ni se han mostrado resultados.
Algunos de los colombianos que residen en ese país y que hablaron con esta revista piden un tratamiento más diplomático y abierto a todos sin importar su ideología u orientación política. Solicitan que la Cancillería en Bogotá tome medidas para que pueda haber un embajador en propiedad que lidere esos procesos y se enfoque en los temas realmente importantes para ambos países. Por ahora, lo claro es que el polémico Guanumen está manejando las relaciones de Colombia con un aliado tan fundamental como Chile, en medio de las críticas de los connacionales porque la gestión se politizó y no hay resultados de fondo a la vista.