Política
La estatua del temido guerrillero Gentil Duarte pondría en apuros al internado del Yarí que inauguró la comunidad y las Farc
La comunidad alega que construyó la edificación. Entonces, ¿por qué permitieron hacerle homenaje a uno de los máximos jefes de las disidencias que fue abatido en los límites con Venezuela?
El día en que la periodista colombo-española Salud Hernández- Mora llegó hasta la vereda El Diamante, a 172 kilómetros de San Vicente del Caguán, Caquetá, la comunidad le reiteró que el internado agropecuario, cuya obra luce como una gran construcción en medio de la lejana selva había sido construido con dinero de los pobladores. Y aclararon que las disidencias de las Farc no tenían que ver en la obra.
Sin embargo, este 11 y 12 de abril, cuando el internado fue inaugurado, una estatua de Gentil Duarte, el temido guerrillero que fue uno de los primeros hombres en rebelarse al proceso de paz de Juan Manuel Santos junto con Iván Mordisco y sumarse a las disidencias, lucía gigante, imponente, por encima de la comunidad.
La figura, cuyo rostro es casi exacto al del extinto guerrillero abatido en límites con Venezuela el 4 de mayo de 2022, fue ovacionada por el grueso de los asistentes. La guardia indígena estuvo presente. También la comunidad y varios guerrilleros reconocidos en la región.
La inauguración fue con bombos y platillos y a plena luz del día. Centenares de personas se agolparon frente a una enorme carpa que parecía más bien puesta para un concierto multitudinario. Merengue a todo volumen, bombas con la bandera de Colombia y sobre todo jolgorio se vivía en el evento. Igualmente, sonó el himno de las Farc, el de la guardia campesina y del colegio Gentil Duarte, como anunció el presentador.
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El maestro de ceremonia dio la bienvenida con entusiasmo. “Reciban el mejor de los saludos. Hoy es un día que marca la historia. Y para marcar la historia vamos a dar inicio a la inauguración del internado agropecuario y ambiental Gentil Duarte”, dijo visiblemente emocionado.
¿Qué necesidad había de exhibir la estatua con el rostro de Duarte y la bandera de Colombia con una marca de las Farc?, se preguntan distintos sectores políticos que tienen claro que esa chapa, lastimosamente, pondrá en apuros al colegio con las autoridades civiles y judiciales.
De un lado, la comunidad clama casi a gritos que la Gobernación del Caquetá- encargada de la educación del departamento- envíe a los docentes para que instruyan académicamente a los jóvenes. Además, viabilice el plantel educativo, le otorgue el registro de funcionamiento y financie la dotación: se necesitan sillas, mesas, tableros, entre otros elementos.
El escenario para la comunidad es complejo. Aunque los pobladores habían anunciado que le cambiarían el nombre de internado agropecuario y ambiental Gentil Duarte, el Ministerio de Educación Nacional informó desde Bogotá que la institución no tenía su aval. Al fin y al cabo, se desconoce de dónde provino su verdadera financiación.
Ahora, tras conocerse públicamente los videos donde se exalta a Duarte, el escenario se complica.
El alcalde de San Vicente del Caguán, Luis Trujillo Osorio, dijo que había intercedido por el internado ante la Gobernación del Caquetá, pero que no tenía idea que se llamaría como el exguerrillero. Ante eso, él, por prudencia y temor de las autoridades, se apartó del tema.
“Me sorprendió el video que dice que se va a llamar alusivo a un líder guerrillero. Si va a entrar a funcionar, debería concertarse el nombre de la institución con las autoridades. Si va a funcionar legalmente, no se le puede hacer apología al delito”, concluyó en su momento el mandatario.
¿Qué pasará con la infraestructura?
Si el Departamento no envía maestros, la comunidad, eventualmente, podría pagarlos del dinero que recaudan de peajes improvisados en la vereda, además de ayudas de ganaderos y campesinos de la región. Sin embargo, la institución debe contar con el registro de funcionamiento para que los estudiantes que pasen por el colegio agropecuario obtengan sus certificados válidos de aprobación de sus cursos académicos.
Por otro lado: ¿La comunidad le cambiará el nombre? ¿La Gobernación, finalmente, flexibilizará? ¿Qué figura jurídica adoptará? ¿Investigarán la procedencia de los recursos para su construcción? Esas respuestas solo se conocerán las próximas semanas cuando se determine si la institución funcionará o se convertirá en un elefante blanco, pese a que fue inaugurada con bombos y platillos.