POLÍTICA
La expectativa de la reforma política, el siguiente debate candente del Congreso
A pesar de que ya fue aprobado el proyecto en el Senado, falta el debate en la Cámara de Representantes, donde podría iniciar su discusión en los próximos días.
Una vez surtido el trámite de la reforma tributaria en el Congreso, y a falta solamente de la conciliación que se dará esta semana, otro de los grandes que se avecina, y que es fundamental para el Gobierno, es la reforma política.
Se trata de un tema clave, no solo porque es una de las principales banderas del presidente Gustavo Petro, sino porque ha sido un proyecto que en gobiernos anteriores se ha intentado modificar pero nunca se ha logrado aprobar.
Esta vez la iniciativa tiene mayores respaldos y ya surtió sus debates en el Senado en donde no dejó de generar polémica. Uno de los puntos fundamentales es que se eliminó el voto obligatorio, sin embargo, ya han salido algunas voces que dicen que lo quisieran revivir en la Cámara.
Otro de los puntos que despierta mayores temores es que abre la posibilidad a que los congresistas puedan pasar a ser ministros, una inhabilidad que actualmente está consagrada en la ley. Asimismo, que se permita el “transfugismo”, es decir, que los políticos no tengan problemas por doble militancia y puedan saltar de una colectividad a otra.
Lo más leído
Hay otros puntos importantes que los congresistas debatirán en las próximas semanas y es que las listas a corporaciones públicas deberán ser cerradas. Uno de los principales propósitos del Gobierno y de la bancada del Pacto Histórico es replicar lo que hicieron en las pasadas elecciones en las que optaron por una lista cremallera en el que estén intercalados hombres y mujeres y los ciudadanos puedan votar por el partido o coalición y no por determinado candidato. Algunos cuestionan que este sería el principal propósito del Gobierno con la ley, consolidar el Pacto Histórico como plataforma política.
Por eso, este es uno de los temas álgidos, tanto así que en el debate del Senado algunos congresistas consideraron que si ese artículo se cae no tiene sentido el proyecto. “Toda la arquitectura de esta reforma tiene sentido siempre y cuando existan listas cerradas, si se caen lo de listas cerradas y se aprueba la eliminación de las inhabilidades, eso sería terrible”, aseguró Ariel Ávila.
Hay quienes dicen que eso fortalecería a los partidos políticos y desincentivaría la corrupción, pero otros alertan que en cambio podría generar que haya una dictadura del bolígrafo dentro de la colectividad, que pueda derivar en otros hechos de clientelismo dentro de los partidos con el objetivo de tener los primeros lugares de la lista.
También se habla de que habrá financiación netamente estatal en la que el 50 % será vía anticipos, mientras que el otro 50 % a través de reposición de votos.
El debate ya empieza a calentarse. El proyecto tiene que estar aprobado en la Cámara antes de que los congresistas salgan a receso legislativo, es decir, a final de año. Sin embargo, necesita de otros cuatro debates en ambas cámaras el próximo semestre por tratarse de un acto legislativo.
La senadora Piedad Córdoba, que volvió de su incapacidad por quebrantos de salud, anunció sorpresivamente que no respaldará el proyecto del Gobierno. Según argumentó, considera que es una “una reforma regresiva que está volviendo a los hechos que enrarecieron en la política” y que varias de esas ideas que se están planteando fueron aspectos que derogó la Constitución de 1991.
Córdoba cuestionó que se quiten las inhabilidades para los políticos. “Se basa en una puerta giratoria para que algunos salgan del Congreso y se puedan volver ministros y después dejen de ser ministros para nuevamente volver al Congreso”, aseguró.
Dijo que eso puede generar una “rosca” que obstruiría la posibilidad de que haya personas que impulsen nuevos liderazgos.
En la discusión se han involucrado otros congresistas de distintas bancadas. Uno de los que más ha reclamado es el senador David Luna, quien expresó que le preocupa la “aplanadora” de la coalición de Gobierno que claramente se impuso en ese debate.
Y lo mismo sucedió en la reforma tributaria. A pesar de la discusión que se alargó durante varias horas, es evidente que el Gobierno cuenta con las mayorías sólidamente.
La opinión pública aún sigue atenta a lo que finalmente se apruebe de la reforma tributaria, sin embargo, la reforma política ya calienta y una vez saldado el proyecto fiscal, el siguiente debate sin duda será las reglas de juego de la política en el país.