Política

La historia de cómo la defensora del Pueblo, Iris Marín, ya marcó distancia frente a Petro: estos seis episodios fueron clave

La funcionaria lleva tres meses en el cargo y está demostrando que no obedece órdenes de la Casa de Nariño.

Redacción Semana
15 de diciembre de 2024
Iris Marín y Gustavo Petro
La defensora del Pueblo, Iris Marín, y el presidente de la República, Gustavo Petro. | Foto: SEMANA

La defensora del Pueblo, Iris Marín, ha dado muestras de que es una funcionaria independiente y que, contrario a lo que muchos pensaron desde su posesión, no recibe órdenes de la Casa de Nariño y mucho menos del presidente Gustavo Petro.

Cuando se presentó la terna para la Defensoría del Pueblo, compuesta por Doris Arias; Jomary Ortegón; e Iris Marín, hubo voces que señalaron que la funcionaria elegida sería del total manejo del Presidente de Colombia.

Finalmente, el 17 de agosto Marín fue elegida por amplias mayorías en la Cámara de Representantes y desde ese momento empezó a marcar su independencia con el Ejecutivo. En su discurso ante los congresistas dijo que podían esperar de ella un trabajo independiente y basado en los derechos humanos. En ese instante hubo escepticismo ya que llegó al cargo tras ser ternada por Petro.

El día de su posesión, el 30 de agosto de 2024, Petro usó dicho evento para descalificar a las mujeres periodistas y las definió como “muñecas de la mafia”. “Las periodistas del poder, las muñecas de la mafia, construyeron la tesis del terrorismo en la protesta y la criminalización del derecho genuino a protestar y a decir basta”, dijo Petro.

De inmediato la funcionaria respondió a las declaraciones del mandatario y fue la primera ocasión en que marcó distancia de las posturas del jefe de Estado colombiano.

“No esperen de mí como defensora del pueblo que justifique el lenguaje discriminatorio o que estigmatiza a las mujeres. Seré coherente: la columna de esta Defensoría del Pueblo es la igualdad. Rechazo toda forma de violencia contra las mujeres. No hay espacio para estigmatizaciones o agravios frente a las periodistas. Nada lo justifica. No somos muñecas ni instrumentos de nadie. Debatamos las diferencias, no violentemos a las mujeres”, respondió Marín.

Como fue su primera declaración, muchos pusieron en duda que pudiera ser una funcionaria independiente, pero con el paso del tiempo está claro que su postura es institucional.

En total han sido seis episodios en los que Marín ha dejado claro que la Defensoría del Pueblo no es un apéndice de la Casa de Nariño y que hará respetar su independencia hasta el 2028, año en que terminará su periodo.

La funcionaria tiene su propia agenda, se declara feminista, ha fijado posturas en temas complejos de país e incluso sectores de la oposición han resaltado su labor. “Yo creo que es un contrapeso muy importante, tiene un balance positivo en un momento donde el presidente Petro está haciendo todo lo posible para apropiarse de la Corte Constitucional. Creo que es una garantía institucional y esperamos que el mismo rumbo tenga el procurador electo Gregorio Eljach”, dijo el representante a la Cámara del Centro Democrático, Hernán Cadavid.

Otro episodio donde Marín no estuvo de acuerdo con Gustavo Petro ocurrió el 12 de octubre cuando se dio inicio a la Operación Perseo en el Cauca para recuperar el corregimiento de El Plateado de las manos de las disidencias. El mandatario usó sus redes para pedirle a la población de ese lugar que dejara de atender las órdenes de este grupo criminal y eso molestó a la defensora.

Marín le pidió a Petro “abstenerse de pedir a la población civil que adopte posición alguna frente a los grupos armados que operan en esa región del departamento, pues puede incrementar el riesgo de dicha población”.

No es de poca monta llevarle la contraria a Petro porque nadie lo hace y cuando ocurre, el mandatario suele atacar a quien lo cuestiona. Por ahora, esto no ha ocurrido y ha sido prudente.

Diego Cancino e Iris Marín
Diego Cancino e Iris Marín | Foto: Foto Concejo de Bogotá - foto Defensoría del Pueblo

Posteriormente el 27 de octubre, Marín volvió a fijar una postura clara ante la posibilidad de que Diego Cancino asumiera como director de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), tras la postulación de la Casa de Nariño. La funcionaria se opuso férreamente a dicha designación que posteriormente se cayó ante las denuncias contra Cancino por presunto acoso sexual.

“Inadmisible. @FiscaliaCol tiene evidencia para avanzar en la investigación. Mientras tanto, Diego Cancino debe renunciar y el Gobierno debe exigírselo”, dijo la defensora en su cuenta en X.

Veinte días después, el 15 de noviembre, Petro sorprendió al país con el nombramiento de 18 exjefes paramilitares como gestores de paz. El mandatario justificó su decisión en que se busca avanzar en la “construcción de paz y garantizar la no repetición de la violencia armada en el país”. Si embargo, Marín cuestionó dicha decisión de manera pública.

“Quedan dudas. ¿Por qué esta vez si podemos confiar en que van a contribuir a la paz, si en el pasado no lo han hecho? ¿Porqué llamarlos hoy gestores de paz, si han sido gestores de guerra? ¿Qué mensajes le mandamos hoy a quienes cometieron delitos de gravedad comparables con los que ellos cometieron en el pasado?”, se preguntó la defensora Marín.

En su extenso escrito agregó que los exparamilitares no pueden ser vistos como referentes morales de la construcción de la paz en Colombia. “La resolución expedida por el gobierno señala que el reconocimiento como gestores no modifica su situación jurídica, ni su libertad, ni conlleva a ningún beneficio judicial. Sería conveniente, entonces, que la gestoría se desarrolle con base en un plan de trabajo muy preciso y público, que pueda ser objeto de monitoreo para evitar cualquier riesgo que permita que desvíen la labor de gestoría que se les va a solicitar”.

Armando Benedetti e Iris Marín.
Armando Benedetti e Iris Marín. | Foto: SEMANA

Otro episodio ocurrió el 27 de noviembre cuando la defensora se opuso al aterrizaje de Armando Benedetti en la Casa de Nariño, tras su renuncia a la embajada de Colombia ante la FAO.

“El propio gabinete del Gobierno y congresistas cercanas al Gobierno han manifestado su preocupación e indignación sobre el eventual nombramiento del señor Benedetti. El señor Benedetti debería asumir la responsabilidad por sus comportamientos pasados y retirarse de sus aspiraciones de ocupar estos altos cargos públicos”, dijo Marín.

En aquella ocasión, Marín recordó la denuncia de Laura Sarabia contra Benedetti por los ataques, según su relato, que sufrió cuando fue nombrada al inicio del gobierno como jefe de gabinete. El pronunciamiento de la funcionaria tuvo bastante eco porque se produjo justo el día que se conmemoraba el día internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres.

Y para terminar con los seis episodios donde Marín se ha desmarco del Gobierno Petro, este sábado 14 de diciembre, la funcionaria publicó un video de tres minutos donde rechazó la posibilidad de que Daniel Mendoza fuera nombrado como embajador de Colombia en Tailandia por sus escritos contra las mujeres y niñas en redes sociales.

Una vez más Marín contradijo a Petro quien defendió a capa y espada dicha designación que finalmente se cayó por decisión del propio Mendoza, quien rechazó la posibilidad de ser embajador.

“El señor Mendoza ha expresado públicamente su satisfacción con relaciones sexuales con niñas que en ocasiones se refiere a que se encuentran en estados alterados de la conciencia. También con mujeres adultas, a quienes se les ha suministrado previamente drogas. Eso no es amor, son modalidades de violencia sexual contra la mujer y, peor aún, contra las niñas”, afirmó Marín.

En tres meses, Marín ha logrado demostrar una independencia de la Casa de Nariño y probar que su llegada a la Defensoría del Pueblo realmente está basada en su agenda y compromiso para luchar por los derechos humanos y la protección de la población vulnerable.

No cabe duda de que, por ahora, la funcionaria está ejerciendo sus funciones adecuadamente y que sus posturas sirven para demostrar que cada entidad debe tener una independencia que debe ser respetada por todas las ramas del poder.