Politica
La levantada de Alejandro Gaviria a tuitero que dijo que SEMANA debía “correr la misma suerte de Charlie Hebdo”. Entonces mataron a 11 personas
El exministro aseguró que hay una clara intimidación violenta que amenaza la libertad de prensa.
El exministro de Salud y Educación, Alejandro Gaviria, cuestionó duramente a un tuitero que comentó que la revista SEMANA debía “correr la misma suerte” del semanario francés Charlie Hebdo, medio que fue víctima de un sangriento atentado en enero de 2015.
La discusión comenzó cuando Gaviria condenó el ataque contra SEMANA perpetrado por la minga indígena al medio día de este viernes (29 de septiembre), cuando integrantes de esa comunidad entraron por la fuerza a las instalaciones del medio de comunicación.
“Inaceptable lo ocurrido en la sede de la Revista SEMANA: una intimidación violenta que amenaza la libertad de prensa. Las palabras violentas (sobre todo las pronunciadas por quienes detentan el poder del Estado) pueden terminar alimentando la violencia. El respeto a la democracia comienza por el respeto a las distintas formas de expresión y pensamiento”, escribió Gaviria en su cuenta de X (antes Twitter).
A esa publicación, el tuitero identificado como “Clark, Jhon” respondió que: “¿Semana? ¿Libertad de Prensa? ¿Es un hijueputa chiste? Semana debería correr la misma suerte de Charlie Hebdo por mentir tanto y lanzar tanta calumnia!!!!!!” (sic).
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Entonces, el exministro le increpó: “¿Está Ud. sugiriendo una invitación al asesinato?”.
El atentado contra el semanario francés Charlie Hebdo ocurrió el 7 de enero de 2015 en París, cuando dos sujetos encapuchados y armados entraron a las instalaciones de ese medio de comunicación y dispararon de manera indiscriminada contra los periodistas y caricaturistas, asesinado a 12 de trabajadores de esa revista.
Los asesinos de los trabajadores del Charlie Hebdo eran integrantes del grupo terrorista Al Qaeda y le dispararon a sus víctimas mientras gritaban “Alá es el más grande” en su idioma nativo.
El ataque a SEMANA por parte de la minga indígena ha sido objeto de duras críticas desde organizaciones, sectores políticos y autoridades. Una de ellas es la Relatoría Especial para la Libertad Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que le pidió a las autoridades tomar medidas para proteger a la prensa.
”Frente a los reportes sobre el ingreso de un grupo de personas a las instalaciones de Revista Semana, la RELE llama a las autoridades a tomar las medidas necesarias para garantizar la integridad de los periodistas y proteger plenamente la libertad de prensa”, escribió esa relatoría en un comunicado.
El ataque de la minga a SEMANA
Este viernes 29 de septiembre, un grupo grande de indígenas entró a la fuerza al edificio de SEMANA. Los manifestantes rompieron vidrios, golpearon al personal de seguridad y estuvieron una hora gritando ofensas contra los medios de comunicación dentro del edificio de la revista.
La toma indígena duró casi una hora. Las personas presentes en el primer piso, algunas de ellas empleadas de SEMANA y de otras compañías que tienen sede en el edificio, se sintieron amedrentadas y atemorizadas por la violenta protesta.
Los trabajadores presentes vivieron momentos de pánico porque el acceso al edificio estaba completamente bloqueado por los participantes de la minga que hace exactamente dos días, el miércoles 27, participaron en las marchas convocadas por el presidente Petro.
Después de casi una hora de ataques verbales contra la compañía y la prensa por parte de la minga, estas personas fueron evacuadas por las autoridades.
La Policía se hizo presente en el lugar con agentes del Esmad y los indígenas desalojaron la sede de SEMANA. Una chiva se había parqueado frente a edificación, sobre la carrera 11 a la altura de la calle 77, y de allí descendieron los violentos manifestantes.
De cuenta de esa grave intimidación a la libertad de prensa, la entrada a la sede de SEMANA tuvo que ser custodiada por integrantes de la Policía. Incluso, uno de los vigilantes de la empresa de seguridad fue agredido por los indígenas que ingresaron al edificio.