Debate
“La mitad de las democracias que hoy practican el voto obligatorio en el mundo se encuentran en nuestra región”, dice investigador
En momentos en que la Cámara de Representantes se apresta a revivir la discusión sobre esta modalidad, una investigación reveló varias consideraciones sobre los riesgos y las ventajas de implementarlo.
Durante cinco meses, el PhD en ciencia política y director de Planeación de la Registraduría Nacional, José Fernando Flórez, se dedicó a estudiar los efectos del voto obligatorio en las democracias del mundo y encontró que aunque tiene dos impactos negativos, parece tener cinco avances para las sociedades que estarían a su favor.
Flórez le contó a SEMANA los resultados de su investigación académica, la cual, según dijo, lejos de tener pretensiones “político-electorales”, busca aportar al debate que hay en el país y el cual revivirá en la Cámara, donde ya hay varios representantes que han anunciado que lo propondrán en el estudio de la reforma política, la cual comenzará en las próximas semanas. El artículo fue archivado en el Senado, pero la discusión en la Cámara apenas comienza.
SEMANA (S): ¿Cuáles fueron las conclusiones del estudio sobre el voto obligatorio?
José Fernando Flórez (J.F.F.): Hice una investigación sobre los efectos que ha tenido el voto obligatorio en América Latina y esto debido a una razón: la mitad de las democracias que hoy practican el voto obligatorio en el mundo se encuentran en nuestra región. Hay 20 democracias que tienen esa modalidad de voto en el mundo y 10 de esos países se encuentran en América Latina. Lo que hice fue evaluar el impacto que esto ha tenido en nuestros países latinoamericanos, que viene a ser, al mismo tiempo, el mayor laboratorio de experimentación con el voto obligatorio.
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Pocos Estados en el mundo han establecido el voto obligatorio, esta medida en la #ReformaPolítica es un capricho que vulnera las libertades ciudadanas que tanto dicen defender algunos.
— Carlos Fernando Motoa (@senadormotoa) October 11, 2022
¡Los Colombianos tenemos derecho a decidir si votamos o no!#NoAlVotoObligatorio pic.twitter.com/eDlSew3qfI
S: A partir de la investigación, ¿qué riesgos y qué ventajas tiene el voto obligatorio?
J.F.F.: Se puede resumir de la siguiente manera: el voto obligatorio tiene fundamentalmente siete efectos sobre la democracia y la sociedad en general. Dos de estos efectos se podrían catalogar como negativos y cinco como positivos. El primer efecto negativo del voto obligatorio es que reduce la libertad y, por ello, vuelve la democracia menos liberal. A la gente no le gusta que la obliguen a nada y cuando se implementa esta modalidad, se está forzando al ciudadano a votar.
S. ¿Cuál es el otro efecto negativo?
J.F.F.: El segundo efecto negativo es que reduce la calidad del voto. Cuando se adopta el sufragio obligatorio aumenta la cantidad de votos nulos y arbitrarios, es decir los que el elector marca al azar. Es una especie de voto protesta, entonces marca cualquier cosa.
S: ¿Y cuáles son los puntos positivos que se encontraron en la investigación sobre el voto obligatorio?
J.F.F.: El primero es que reduce el abstencionismo electoral. Esa disminución varía con relación a la intensidad de las sanciones que se establezcan. Un segundo efecto es que reduce la desigualdad en el ingreso. Este es un impacto de mediano plazo. El Índice Gini se ve impactado positivamente cuando se implementa el voto obligatorio. El tercero es que reduce la desigualdad política, porque moviliza a los sectores más débiles de la sociedad. La gente que normalmente se abstiene son las personas menos educadas, de menor ingreso y más jóvenes y cuando hay voto obligatorio estas personas salen a sufragar y la participación es más equitativa en términos políticos.
S: ¿Cuáles son los otros dos efectos?
J.F.F.: El cuarto es que mejora la percepción de transparencia. Los países en los cuales se ha implementado marcan un mejor puntaje en el Índice de Transparencia Internacional que mide la corrupción. Y el quinto es que mejora la satisfacción con la democracia. En los lugares donde existe este mecanismo la gente dice estar más satisfecha con la democracia.
S: En Colombia el debate se ha centrado en el aumento de la participación y la reducción del abstencionismo. ¿Qué tan importante es este argumento?
J.F.F.: Hay que resaltar que el debate sobre el voto obligatorio es particularmente importante para Colombia por varias razones. La primera es que aquí se han presentado 11 intentos de reforma constitucional fallidos para implementarlo y actualmente estamos discutiendo el que sería el número 12. Es un debate que ha sido frecuente, pero que, lamentablemente, ha sido muy desinformado y pobre en el Congreso hasta ahora. El debate se ha limitado a plantear los efectos del voto obligatorio sobre el abstencionismo y ya sabemos -en la investigación está probado- que hay un efecto directo sobre la participación electoral. En esos casos el abstencionismo se reduce, en mayor o menos medida, en función de la intensidad de las sanciones que se establecen por el incumplimiento.
S: ¿Es decir que el impacto del voto obligatorio va más allá de aumentar la participación ciudadana?
J.F.F.: Exactamente. Existe una cadena de efectos mucho más amplia, por lo que esto se convierte no solo en una reforma de impacto electoral, sino prácticamente una reforma a la sociedad debido a los múltiples efectos que tiene.
S: ¿Cómo es el panorama de esas sanciones?
J.F.F.: En países como Bolivia, por ejemplo, los ciudadanos que no tengan el certificado de votación no pueden acceder a cargos públicos, no pueden obtener el pasaporte ni realizar trámites bancarios, por lo que no pueden, ni siquiera, recibir su salario durante los noventa días siguientes a la elección. Otro escenario de sanciones muy graves es Uruguay. Allí al abstencionista que no paga la multa por no votar, no lo dejan otorgar escrituras públicas, no puede ser funcionario público, no puede cobrar su sueldo ni tampoco comprar tiquetes para viajar al exterior en el año electoral, entre otras sanciones muy draconianas.
S: Dentro de lo que se ha planteado está que el voto obligatorio se implemente durante las dos siguientes elecciones solamente. ¿Esto qué tanto podría funcionar?
J.F.F.: Esa modalidad tiene todo un sentido que me parece acertado y es que cuando se plantea el voto obligatorio de manera temporal, es decir por dos ciclos electorales, es porque el legislador lo que quiere es experimentar con la medida para medir sus efectos. Esto tiene sentido porque al experimentar durante dos periodos lo que el legislador está tratando de incentivar es la construcción de cultura democrática. La apuesta aquí sería por movilizar a los votantes, sobre todo nuevas generaciones, personas de estratos socioeconómicos bajos y menos educadas, para intentar construir el hábito de votar y, en un momento posterior, ya no tener que forzar a las personas a votar, sino que lo hagan libremente. Algunas democracias lo han trabajado así y luego deciden tenerlo de manera indefinida, porque se mantienen los niveles de participación altos, o se puede decidir desmontarlo una vez conseguido el objetivo.
S: ¿Cuál fue la motivación de esta investigación sobre el voto obligatorio?
J.F.F.: Mis inquietudes sobre el voto obligatorio aparecieron hace más de una década. En ese momento era columnista de opinión y me declaré en contra, por mi filosofía liberal, pero a partir de ahí comenzó una indagación de largo aliento en la última década. Luego tuve la oportunidad de dirigir algunas tesis sobre ese tema y constituir un grupo de investigación sobre el voto obligatorio y ahí fue que me empecé a enterar de que el debate era mucho más profundo y complejo de lo que inicialmente consideré. El año pasado tuve la oportunidad de dedicarle cinco meses a esta investigación, que fue financiada por Fulbright Colombia y el Ministerio de Ciencia, en Washington, y estuvo dedicada a indagar sobre los efectos de esta modalidad de sufragio en Latinoamérica. Esta investigación no tiene carácter político-electoral, tampoco hace una defensa o una diatriba contra el voto obligatorio. La investigación busca aportar argumentos científicos en perspectiva comparada para subirle la calidad al debate público sobre el tema. La investigación completa se puede descargar en este link: https://revistas.registraduria.gov.co/index.php/democracia/article/view/87