POLÍTICA
La polémica reforma a la salud de Carolina Corcho rompería la coalición de Gobierno, ¿qué pasará ahora?
La Casa de Nariño pidió la renuncia de algunos viceministros cercanos al Partido Conservador y de La U, al parecer en retaliación a la negativa de la aprobación de la reforma a la salud.
En la Casa de Nariño tienen claro que la reforma a la salud de la ministra Carolina Corcho, tal y como está redactada en la ponencia, no será aprobada en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes. Los votos de los congresistas del Partido Conservador, La U, el Partido Liberal, además de Cambio Radical y Centro Democrático –los dos últimos declarados en oposición–, aplastarán a los dirigentes de la Alianza Verde, Comunes y el Pacto Histórico que respaldarán la iniciativa hasta el final.
Corcho no quiere ceder y La U, el Partido Liberal y los conservadores insisten en que así hagan parte de la coalición del Gobierno, en esta oportunidad se hacen a un lado y no respaldan al 100 % la propuesta de la ministra que busca estatizar el sistema de salud en Colombia. Aunque han surtido varias reuniones, han sido en vano. El equipo de Carolina Corcho acuerda verbalmente modificar el articulado, pero no lo plasma en el texto y los partidos se sienten burlados por el Ministerio de Salud.
El escenario es complejo y se terminó de enrarecer este viernes 14 de abril porque, al parecer, desde la Casa de Nariño empezaron las presiones.
Como una primera mostrada de dientes por parte del Gobierno, se pidieron las renuncias protocolarias de los viceministros, entre ellos, los de Transporte y las TIC, los primeros cercanos al Partido Conservador y los segundos al partido de La U.
Ni el palacio presidencial ni las casas políticas se han pronunciado frente al tema, pero los congresistas de las colectividades encendieron las alarmas. En La U, por ejemplo, algunos pidieron un cónclave virtual urgente para tratar de analizar lo sucedido, entre ellos el senador José David Name. En el Partido Conservador ocurrió lo mismo. La presión también cayó en el Partido Liberal, que forma parte de la coalición de Gobierno, pero está en oposición a la reforma de Corcho.
Más allá de los puestos, los partidos políticos no están dispuestos a dar su brazo a torcer. Aunque no lo dicen públicamente, prefieren quedarse sin mermelada –que además, en algunos casos, no ha sido la esperada–, en lugar de aprobar la ponencia de la reforma a la salud a la que cada vez le observan más ‘micos’.
De hecho, este viernes algunos congresistas de La U y del Partido Conservador insistían en que a nadie le gustan los “chantajes” y reiteraron que “así no funciona el Congreso”.
Petro permanece en silencio, pero respalda a la ministra Corcho, quien ha querido manejar directamente el Legislativo, pero no lo conseguirá.
Menos después de este gesto de provocación que, a juicio de algunos analistas consultados por SEMANA, anticipó la ruptura entre la Presidencia y la coalición mayoritaria.
Las diferencias entre Dilian Francisca Toro, Efraín Cepeda y hasta César Gaviria ya no son con la ministra Carolina Corcho. En este caso, entró a jugar directamente el presidente, quien habría pedido la renuncia de los viceministros.
Los tres partidos políticos no se dejarán provocar. Dilian Francisca Toro, César Gaviria y Efraín Cepeda guardan silencio. Saben que tienen la sartén por el mango y será el próximo martes 18 de abril cuando le demuestren al Gobierno quién verdaderamente manda en el Congreso porque en la Comisión Séptima de la Cámara empezarán a tramitar las 133 proposiciones que trasquilarán casi toda la reforma a la salud de Carolina Corcho.
La U, el Partido Conservador y el Partido Liberal tendrán la solidaridad del Centro Democrático y Cambio Radical, que estarían dispuestos a sumar apoyos para imponerse sobre la propuesta de Carolina Corcho.
¿Qué pasará después de esta crisis? ¿Se romperá en pedazos la coalición mayoritaria del Gobierno? La respuesta es incierta, pero lo más probable es que se anticipe la ruptura del matrimonio político entre el Ejecutivo y el Legislativo porque no hay confianza entre las partes. Y menos si el presidente insiste en sostener a la ministra Carolina Corcho, que no solo torpedeó su reforma a la salud, sino que amenaza con tumbar toda la estantería de las otras reformas del Gobierno.