La prima del ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, habla con SEMANA: “Tengo esperanza de que recapacite, él se debe al pueblo, no a Maduro”

Ludmila Padrino es prima hermana del ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, y habló con SEMANA este viernes 10 de enero, un día crucial para su país porque Nicolás Maduro, pese a todos los pronósticos, se posesionará como presidente aunque nunca mostró las actas del Consejo Nacional Electoral que lo validen como el ganador de las elecciones del 28 de julio pasado.

“No hablo con él desde 2012 personalmente y desde el 2019 vía telefónica”, le contó a SEMANA. La distancia —según ella— surgió específicamente en 2019 a raíz de la Operación Libertad, que se originó por la grave crisis que vivía Venezuela.

“La exposición pública de nuestro pensamiento y el llamado a él a apoyar a la Operación Liberal cerró canales de comunicación entre nosotros. Por eso, tuve que acudir a los medios de comunicación y las redes sociales para poder hacer llegar mi mensaje”, dijo.

En esta oportunidad, Ludmila le envió un mensaje a su primo: “Le pido que se ponga la mano en el corazón, que respete el juramento que hizo, que recuerde que un soldado le debe lealtad a su patria, a su bandera, a su pueblo, no a un político, no a Nicolás Maduro ni a un sistema. Le pido que, por favor, cumpla la voluntad del pueblo, que todo el mundo la conoce, ellos también. Las actas hablan por sí mismas, ratifican la voluntad del soberano y él, como militar, debe respetar eso”.

“Tengo mucha esperanza, es una situación muy difícil, hay demasiada incertidumbre. Yo tengo fe en nuestros líderes, son personas que nos han demostrado eficiencia, inteligencia y han sabido entregar resultados. Debemos confiar, el pueblo confía, la motivación es muy grande, creo que tienen una estrategia clara. No van a exponer al pueblo, sino que tienen una estrategia definida. Por eso, continúo con mi apoyo a María Corina Machado, Edmundo González y todo el equipo”, manifestó.

Por los lados de los Padrino, según Ludmila, la familia no está de acuerdo con el chavismo.

“Era una familia grande, por parte de los Padrino eran nueve hermanos, muchos de ellos ya han fallecido, de los pocos que quedan es mi papá, Jesús María Padrino, y él se manifestó en el 2019 haciéndole un llamado a Vladimir”, narró.

Jesús María es el padrino de bautizo del hoy ministro de Defensa de Venezuela, el padrino de boda y el padrino de una de sus hijas. “El vínculo es muy cercano, por eso, los pocos familiares que quedamos con vida hacemos el llamado, pero, lamentablemente, Vladimir, por las razones que sea, cortó vínculos, no hay comunicación”, detalló Ludmila.

Ella vive en Estados Unidos. “Salí de Venezuela cuando éramos felices y no lo sabíamos, en 1994, me tocó vivir toda esta lamentable transformación de mi país desde la distancia. Mis padres salen desde 2012 a raíz de que la situación allí era difícil e insostenible. La empresa familiar decayó, como la mayoría de las empresas, y mis familiares salieron porque mis hermanos empezaron a dejar el país. En el 2017, la crisis se agudiza, hay hambre y mi hermano, Ernesto, le hizo un llamado a Vladimir, críticas duras que nos trajeron algo de problemas. Y mi familia prefirió no regresar a Venezuela desde entonces”, contó a SEMANA.

Ludmila Padrino no cree que Vladimir, su primo, ataque a la familia. “No tengo miedo de que eso ocurra, mi temor es el resto de las personas que lo rodean. Hay que ser claros, él tiene un poder muy grande, pero no es el único poderoso ni peligroso”, dijo.

SEMANA le preguntó si Vladimir Padrino era peligroso. “Me pone en una circunstancia muy difícil, no lo creo capaz de ir directamente contra alguien, pero él ha permitido que se cometan abusos, crímenes de lesa humanidad, ha amparado y ha soportado a un régimen que ha asesinado. [A] toda persona que permita eso no [la] podemos catalogar de otra manera. Para mí es muy duro aceptar eso, pero es así”, respondió.

¿Cree que Vladimir Padrino la escuche?, le preguntó este medio. “No pierdo la esperanza de que mi primo me escuche, yo no me voy a cansar de hacerle el llamado, lo seguiré haciendo, no pierdo la esperanza”.