POLÍTICA
La rebeldía de algunos congresistas verdes contra el Gobierno de Gustavo Petro: pasaron de ser aliados a convertirse en fuertes críticos
Todo apunta a que las mayorías en el partido alternativo estarían a favor de declararse en independencia frente al Gobierno del presidente Gustavo Petro. Se espera un nuevo golpe a la bancada oficialista.
La agenda legislativa del presidente Gustavo Petro corre peligro por el rompimiento de la coalición oficialista, situación que provocó la declaración de independencia por parte de los partidos Conservador y La U. El mandatario podría recibir un duro golpe de una colectividad que lo acompaña desde el progresismo.
La Alianza Verde es un partido sui géneris que en pocas oportunidades actúa como un bloque homogéneo en torno a una causa. Es de centro con matices de izquierda y derecha, que, frente a los últimos escándalos del Gobierno, podría retirar el apoyo al presidente y migrar hacia la independencia.
El partido cuenta con 8 senadores y 15 representantes a la Cámara para un total de 23 congresistas. SEMANA hizo las cuentas y todo apunta a que las mayorías están de acuerdo con declararse en esa condición.Las voces se escuchan desde el inicio del gobierno, momento en el que unos cuantos pidieron tomar distancia. Sin embargo, las mayorías decidieron respaldar al mandatario.
El primero en dar a conocer su inconformismo con el Ejecutivo fue el senador Jota Pe Hernández, cuya independencia es pública. Criticó duramente la reforma tributaria, la paz total y es uno de los más fuertes opositores a las reformas sociales.
Tendencias
Katherine Miranda, quien fue jefe de debate de la campaña Petro, sorprendió con sus duros reparos contra la reforma política, denunciando micos en el articulado. Luego, le puso freno al artículo del Gobierno que buscaba la expropiación exprés en el Plan Nacional de Desarrollo y pidió que se archivara la reforma a la salud.
”Yo no llegué a la campaña porque sí, el presidente me pidió el apoyo. Fue completamente condicionado a que se respetara mi derecho al disenso. Dijimos que al cumplir un año del presidente se iba a discutir si valía la pena mantenernos como Gobierno. Esperamos discutirlo después del 20 de julio, pero ya se está dando”, expresó Miranda en SEMANA.
Catherine Juvinao también está indignada por los escándalos del Gobierno. Tampoco está de acuerdo con algunos puntos de las iniciativas y con la cercanía del presidente al exsenador Julián Bedoya. Así se creó un bloque crítico al Gobierno en la Cámara, junto con Cristian Avendaño y Carolina Giraldo, que pone públicamente sobre la mesa la posibilidad de declararse en independencia.
“El electorado nos pide irnos a la independencia. Seguir apoyando las cosas convenientes, pero tener una postura más crítica cuando consideremos que así debe ser. Ya lo estamos haciendo varios”, manifestó Giraldo.
El otro grupo de congresistas opina que no es momento para retirarse del Gobierno porque solo han pasado diez meses. “Ha aumentado una tendencia independentista. Hay otros que no lo han dicho, pero actúan como oposición. Creo que nosotros no deberíamos hacer parte de la retirada, deberíamos continuar porque todavía falta el 80 por ciento del periodo”, expresó Duvalier Sánchez.
Ariel Ávila no cree que sea una tendencia mayoritaria en la colectividad: “Pasamos de dos pidiendo independencia a unos cinco o seis. La gran mayoría no está contemplando eso, ni siquiera es un tema sobre la mesa”.
Lo que también está en juego es la presidencia del Senado, que le corresponde a la Alianza Verde. Ávila, Inti Asprilla, Iván Name y Angélica Lozano necesitan el respaldo del Pacto Histórico para ganar la elección, lo cual podría posponer la decisión para después del 20 de julio y sería crucial para definir algunas posturas indecisas frente a la independencia.
La elección de Carlos Amaya como copresidente de la Alianza Verde fortalece el ala independentista, que también convencería a varios congresistas cercanos.
Al mismo tiempo, los nombramientos de Carlos Ramón González como director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República y el de la exsenadora Sandra Ortiz como consejera para las regiones parecen no tener mayor peso en la decisión.
SEMANA consultó y haciendo cuentas concluyó que, por el momento, la mayoría de senadores podrían estar de acuerdo con cambiar la postura. En la Cámara la balanza se inclinaría a favor del presidente, con la posibilidad de que 7 de los 15 estén dispuestos a irse por la independencia. Por ahora, parece que existiría un ambiente propicio para la decisión.
Si bien se trata de un golpe al Gobierno, cabe resaltar que la Alianza Verde no es una colectividad que pida disciplina o amenace con sanciones frente al disenso de congresistas. Varios coinciden en que ya se ejerce la independencia sin declararse como tal. Por lo tanto, los aliados del presidente seguramente lo seguirán apoyando en cualquiera de los casos.