Las alarmantes cifras de colombianos que están siendo expulsados de Estados Unidos: de enero a la fecha van más de 80.000, ¿por qué razón?

La finalización del Título 42, la ley que le permitía a Estados Unidos expulsar migrantes ilegales de inmediato por la pandemia de covid-19, obligó al presidente de ese país, Joe Biden, a diseñar todo un nuevo sistema para evitar las oleadas de solicitantes de asilo que presionan la frontera sur.

Al llegar a la Casa Blanca, Biden prometió darles la bienvenida a todos los que huyen de sus países de origen, pero dos años después el asunto es diferente. Estados Unidos dará un giro en sus políticas migratorias, lo que no significa que serán laxos frente a los migrantes.

En el encuentro del presidente Gustavo Petro con Biden quedó claro que Colombia será un socio estratégico en esa nueva política con la creación de unos centros regionales de procesamiento en América Latina. Sin embargo, mientras que estos asuntos diplomáticos se resuelven, miles de colombianos han sido expulsados del país del Norte y lo más preocupante es que las cifras seguirán en aumento.

En la Comisión Segunda de la Cámara de Representantes se adelantó el 18 de mayo una audiencia pública sobre este tema, en la que se reveló que desde enero la deportación de connacionales viene en aumento y en promedio 17.000 personas han sido devueltas a tierras cafeteras.

La crisis pospandémica evidenció el problema migratorio. Los colombianos están buscando quedarse en Estados Unidos y los consulados no dan abasto con la cantidad de solicitudes. Elisabeth Castañeda, quien vive en Nueva York, contó en la audiencia en el Congreso que en esa ciudad la oficina colombiana que trata estos asuntos no tiene capacidad para atenderlos a todos y que hay inescrupulosos que están cobrando por citas, cuando son gratuitas. “Desde 2020 ha llegado mucha más gente, Nueva York está colapsada en temas de albergues, los consulados están muy mal”, precisó.

Además, denunció una violación de derechos humanos por parte de la patrulla fronteriza, que está deteniendo a los colombianos en la frontera sur y los deja meses en centros de retención, sin resolver su situación y en condiciones precarias.

Lenar Gómez, otro colombiano que vive en Houston desde hace dos décadas, dijo en la audiencia pública que las deportaciones se están haciendo bajo la figura de retornos seguros y que allí el Gobierno Petro debe ponerle la lupa al tema, sobre todo cuando existe una buena relación entre los dos países.

Cifras de Migración Colombia indican que en abril de este año llegaron 16 vuelos procedentes de Estados Unidos con familias retornadas y compuestas por 1.039 niños y adolescentes, 680 mujeres y 483 hombres. Aunque se hable de retornos, lo cierto es que en este momento hay un fenómeno de expulsión de colombianos desde Estados Unidos y los vuelos seguirán llegando a El Dorado, en Bogotá.

En todo caso, se está aplicando la Política Integral Migratoria de Colombia, en la que está definida una ruta de asistencia que es coordinada por la Cancillería, bajo el liderazgo del Departamento de la Prosperidad Social y la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo.

En ese sentido, hay diez entidades del Estado trabajando en la recepción de los colombianos deportados. Las familias que retornan del exterior en situación de vulnerabilidad han recibido apoyo en transporte, alojamiento, vestuario, alimentación, orientación y atención psicosocial, salud, restablecimiento de derechos, contacto con sus familias en el país, caracterización de las personas retornadas con condición de inclusión en el Registro Único de Víctimas, entre otros.

El retorno o deportación de colombianos desde Estados Unidos seguirá en aumento. El presidente Gustavo Petro deberá estrechar su alianza con el Tío Sam para atender este problema del que, por ahora, el embajador Luis Gilberto Murillo se ha mantenido al margen.