Política
Las calles contra Petro: el cóctel de razones por las que miles de colombianos protestarán este domingo
El domingo 21 de abril, distintos sectores saldrán a las calles por inconformismo. Podría ser la marcha más grande de la historia en Colombia. Los efectos políticos serán contundentes.
El 4 de febrero de 2008 será recordado como la fecha en que millones de colombianos se unieron para una movilización en contra del secuestro por parte de las Farc-EP. La marcha inició con convocatorias independientes, pero se sumaron sectores políticos y se aplicaron estrategias de comunicación que sirvieron para registrar las impresionantes imágenes de ciudadanos con camisetas blancas que estaban cansados de la guerrilla.
Esa marcha ha sido la de mayor afluencia en Colombia, y se inauguró una nueva era de protesta social en el mundo porque por aquella década se usó adecuadamente la magia del internet, que estaba en pleno auge.
Dieciséis años después, la historia podría repetirse porque se están conjugando múltiples factores de inconformismo en contra de las políticas del Gobierno Petro, que lleva 20 meses en la Casa de Nariño. Está claro el malestar en un sector mayoritario del país con las políticas del mandatario y el discurso que ha destapado en las últimas semanas.
Aunque el Pacto Histórico ha intentado reducir la jornada a “las marchas del uribismo” para desdibujar la convocatoria, está claro que serán unas movilizaciones sin color político, porque han llegado apoyos masivos de sectores que jamás se ubicarían en el espectro de la derecha.
La crisis de la salud, las intervenciones a las EPS, el riesgo de un apagón, la inseguridad, el crecimiento de los grupos criminales, la constituyente que quiere hacer Petro y la poca ejecución del Ejecutivo son algunos de los temas por los que los colombianos saldrán a marchar.
Justamente ese ‘coctel’ de razones podría motivar a millones a salir a las calles para demostrarle a Petro que un sector del país no está conforme con la manera en que está gobernando.
La reciente decisión del mandatario de decretar el 19 de abril como día cívico fue interpretada por la oposición como una estrategia del Ejecutivo para evitar que la gente saliera a las calles y prefiriera viajar o descansar. Sin embargo, con la situación económica del país no es viable armar un viaje de un día para otro. “El líder de la marcha en realidad es Gustavo Petro, que con tantas torpezas ha hecho que el país se una por primera vez, pero en su contra”, dijo el abogado Jaime Arizabaleta.
Por esa razón, no sorprende que importantes personajes de la política colombiana se hayan sumado a la marcha y abiertamente estén invitando a la ciudadanía a manifestar. Por ejemplo, Alejandro Gaviria, exministro del Gobierno Petro, está firme con la convocatoria y explicó en SEMANA por qué apoya la jornada.
“Asistiré a la marcha con una causa en mente: la defensa del sistema de salud; lo haré en compañía de asociaciones de pacientes y médicos para llamar la atención del Gobierno Petro y del Estado colombiano porque hay muchos problemas que están siendo desatendidos. Esta marcha es necesaria y urgente. Espero participación masiva”.
El exministro Rudolf Hommes, uno de los tantos que apoyó a Petro en las urnas y se siente desilusionado, también saldrá a las calles. “Vamos a marchar por la Constitución de 1991 y a defenderla. Hay que defender el Estado de derecho y hacerlo respetar. Queremos decirle al presidente Petro que no estamos de acuerdo con sus arbitrariedades ni estilo de gobierno. La economía debe crecer porque no podremos sacar al país adelante de otra manera. Hay que ponerle seriedad a la manera de gobernar”, dijo Hommes.
El excandidato presidencial Sergio Fajardo puso un mensaje en redes sociales con una foto dentro de un avión y con el siguiente mensaje: “De México a Colombia. Domingo”. Para muchos, es un guiño a la marcha, aunque también se ha interpretado que podría tratarse de su asistencia al juego Nacional vs. Medellín. El día de las movilizaciones se conocerá la verdadera razón.
En todo caso, la aspiración es convocar a más de un millón y medio de personas en el país y, según Diego Santos, el objetivo es poner contra las cuerdas la gobernabilidad de Petro. “Un estudio de la Universidad de Harvard dice que cuando el 3,5 por ciento de la sociedad sale a marchar, el Gobierno tambalea o hay cambio en las siguientes elecciones. Ese porcentaje es 1,5 millones de colombianos y por eso es nuestra aspiración”, dijo.
Las marchas, sin duda, serán un nuevo termómetro para medir la favorabilidad del Gobierno Petro y tendrán como efecto una importante presión para el Ejecutivo. Dependerá del presidente interpretar el mensaje de la ciudadanía. “La marcha será masiva y la gente se expresará en las calles porque hay inconformismo al sentir que el Gobierno quiere imponer reformas. Petro debería reconocer que la institucionalidad se debe respetar, ese camino es viable, pero hay otro donde habría más radicalización de Petro y su gobierno atrincherándose para generar una confrontación violenta”, dijo el director del Nuevo Liberalismo, Juan Manuel Galán.
Un escenario bastante complejo para Petro, quien, al parecer, desconoce que la mitad del país no votó por él y que exige respeto y gobernabilidad por la estabilidad de Colombia. Además, las movilizaciones llegan en momentos de decisiones judiciales y administrativas en tres frentes: Fiscalía, Comisión de Acusación y Consejo Nacional Electoral, por la presunta financiación irregular de la campaña Petro Presidente.
“La marcha será apoteósica, por sus efectos en el juicio político contra Gustavo Petro, que ya empezó en la Comisión de Acusación. El CNE está a punto de expedir una resolución certificando la violación de topes en la campaña presidencial de Petro. La Comisión de Acusación quiere dilatar el proceso porque dos investigadores del Pacto Histórico deben salir de allí. Hay que cumplir con el plazo para esta ponencia, porque el 13 de junio el tema debe pasar a la plenaria de la Cámara. La marcha servirá para exigir que se cumpla”, dijo Ingrid Betancourt, quien apoya la jornada.
Otro efecto político sería el trámite de la reforma pensional, que continuará su proceso legislativo un día después de dicha marcha. Si se convocan millones de ciudadanos en contra de las reformas de Petro, el proceso podría quedar en veremos si los congresistas entienden el llamado de la ciudadanía.
Además de todos los sectores mencionados, a la marcha irán representantes de los transportadores, que están cansados de la inseguridad y ahora del incremento del ACPM. “El sector transportador saldrá a marchar para proteger la economía del carbón, petróleo y construcción. Sobre todo las vías, porque estamos en riesgo. Por eso saldremos a las calles y buscamos que las políticas del Gobierno Petro cambien”, dijo Henry Cárdenas, presidente de Fedetranscarga.
No cabe duda de que el escenario preferido de Petro eran las calles, donde tenía un gran poder de convocatoria y respaldo popular, pero con el paso del tiempo ese poder político se ha ido desvaneciendo. Las últimas marchas de apoyo al Ejecutivo han pasado en blanco y las calles, antes sus mejores amigas, podrían convertirse en su mayor dolor de cabeza.