Política
Las peleas por la presidencia del Senado están como para alquilar balcón: ¿por qué?
El Senado elegirá en menos de dos meses a igual número de presidentes. En ambas contiendas ya empiezan a hervir las tensiones.
El Senado deberá elegir a dos presidentes en menos de dos meses. Y ambas elecciones están como para alquilar balcón. La primera la motivó el Consejo de Estado tras quitarle la curul a Roy Barreras por doble militancia y la segunda, la habitual del 20 de julio.
La más reciente está casi que cantada en favor del senador del Polo Democrático, Alexánder López, un candidato que ungió esta semana el Pacto Histórico y que contó con el respaldo de las mayorías de la coalición petrista.
Si nada extraordinario ocurre, López –quien perdió el pulso con Roy Barreras en junio de 2022–, se convertiría en el presidente, al menos mientras termina el primer período legislativo. Sin embargo, como está el asunto, cualquier cosa puede pasar.
SEMANA indagó con varios senadores de distintos partidos políticos e insisten en que respetarán los acuerdos que consisten en que el sucesor de Roy Barreras, al menos hasta el 20 de julio, sea de la izquierda.
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Sin embargo, hay molestia porque el Pacto Histórico se apresuró en la designación de Alexánder López, un líder vallecaucano que, a juicio de más de un congresista, es un hombre radical de izquierda que tensionará más el ambiente del Senado en las próximas semanas, cuando las reformas de Petro atravesarán por su momento legislativo más álgido.
La animadversión desde otras corrientes políticas contra el nombre de Alexánder López son de tal quilate, que partidos tradicionales están impulsando al senador Paulino Riascos, del Partido Adas, para que postule su nombre a la presidencia del Senado. Esta revista estableció que el líder y periodista de López de Micay, Cauca, está contemplando seriamente pasar por alto los acuerdos y postular su nombre.
Si en el Pacto Histórico no detienen a Riascos, algunos sectores políticos tradicionales aprovecharían la debilidad de la coalición de gobierno para respaldar su nombre y derrotar a Alexánder López.
Recordemos que Riascos es cercano a Roy Barreras, quien ha sostenido varios enfrentamientos públicos con el senador López, que ha reclamado por su falta de coherencia con el proyecto de reforma a la salud de la exministra Carolina Corcho.
Si eso ocurre, sería la segunda vez en que Riascos se salta los acuerdos del petrismo. Cabe recordar que en julio de 2022, el senador se autopostuló a la presidencia de la Comisión Cuarta, que le correspondía al Pacto Histórico, y le ganó a Wilson Arias, quien tenía el respaldo anticipado. Riascos ganó con 11 votos a favor y cuatro en contra. Cambio Radical y La U, lo apoyaron.
Entretanto, la elección del nuevo presidente que elegirá el Congreso en el mes de julio tampoco está clara. Los acuerdos de 2022 contemplan que le corresponde a la Alianza Verde, pero la colectividad, como es su costumbre, apenas se acercan las temporadas electorales, se divide porque convergen varios sectores ideológicos.
Aspiran los senadores Angélica Lozano, Inti Asprilla y Ariel Ávila, pero el último, impulsado inicialmente por Roy Barreras, está casi que descartado por falta de apoyos. Al interior del partido la balanza está inclinada hacia los dos primeros.
Entre Lozano y Asprilla, la disputa parece agudizarse con el paso de los días. La Alianza Verde, de momento, no decide un mecanismo de selección ni ha hablado de la fecha en que se sentarán a definir, porque faltan dos meses. Sin embargo, si las elecciones fueran hoy, Angélica Lozano sería la ungida.
Además de ser mujer, es una senadora que no radicaliza, es sensata, lleva varios años en el Senado y tiene cercanía con distintas corrientes políticas. En varios partidos ven a Lozano como una figura que ofrece garantías.
En cambio, Asprilla es más botafuegos, hace parte de una izquierda radical y sectores como el Centro Democrático, Cambio Radical y otras corrientes de derecha, que se han sentido maltratadas por su tono y sus formas, difícilmente le respaldarían.
En los pasillos del Congreso tienen claro que el Legislativo quiere un nuevo presidente del Senado que no sea anti-Petro, pero tampoco de las entrañas del Gobierno, porque en el primer año legislativo, el Pacto Histórico quemó su cartucho con Roy Barreras en la presidencia del Senado y David Racero, en la Cámara.
A eso se suma que la coalición de gobierno está debilitada porque Petro la voló en mil pedazos y sus ministros del Interior y Salud tratan de recomponerla, mientras su popularidad cae en picada a medida que pasan los días. Para rematar, la desaprobación del presidente está en un 61 %, según sondeos de opinión.
Inti Asprilla es la figura petrista de la Alianza Verde. En plena campaña presidencial sostuvo fuertes enfrentamientos con Angélica Lozano porque quiso volcar la colectividad a los brazos de Petro, pero no lo consiguió. Las bases y la dirigencia quedaron en libertad.
Gustavo Petro quisiera que Asprilla fuera el ungido. Es de su confianza, su padre Guillermo Asprilla fue su secretario de Gobierno en la Alcaldía de Bogotá. Sin embargo, el presidente es consciente de que no puede acaparar la presidencia del Senado en los cuatro años legislativos y menos con el desgaste que ya carga entre pecho y espalda en sus primeros meses de mandato.
Una fuente de la Alianza Verde le confirmó a SEMANA que hace un par de meses Inti Asprilla dialogó con Gustavo Petro sobre su aspiración a la presidencia del Senado. Sin embargo, el jefe de Estado no se comprometió.
De 8 senadores Verdes, Inti Asprilla tendría 3 respaldos (Fabián Díaz, Iván Name y su voto), mientras que Angélica Lozano alcanzaría cinco: Andrea Padilla, Carolina Espitia (cercana a Carlos Amaya), Ariel Ávila, eventualmente Jota Pe Hernández y su voto.
Sin embargo, si la rivalidad entre Lozano y Asprilla crece como espuma y no logran ponerse de acuerdo, nacería un tercer candidato: Iván Name.
El abogado de la Universidad Javeriana es el más veterano de los congresistas de los Verdes y un líder que respeta el partido.
SEMANA habló con él y dijo que no está buscando la presidencia del Senado. “No estoy haciendo campaña para eso”, dijo. Sin embargo, Name ha venido recibiendo llamadas, mensajes e invitaciones a reuniones donde le piden abiertamente que postule su nombre.
Name, a diferencia de Lozano y Asprilla, tendría los votos asegurados de la plenaria porque le respaldarían, sin su mayor esfuerzo, todos los partidos políticos, incluso el propio Centro Democrático.
Recordemos que el 20 de julio de 2021 –el último período legislativo en el gobierno del expresidente Iván Duque–, Name se convirtió en el vicepresidente del Senado porque a Gustavo Bolívar, a quien le correspondía el turno, según los acuerdos, lo derrotó el voto en blanco con 66 votos en contra y 32 en favor.
Name no polariza, está ubicado en el centro de la Alianza Verde y permanece alejado de los extremos del petrismo y el de los seguidores de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López.
De momento, el escenario es incierto. Angélica Lozano sigue haciendo lobby para convertirse en la presidenta del Senado porque ha dicho que no regresará al Legislativo después de 2026. Además de algunos senadores amigos de los Verdes, ella tiene el respaldo de su esposa, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, quien seguramente se moverá políticamente.
López y Petro hoy sostienen buena relación, pese a que la cercanía entre ambos ha transitado sobre una montaña rusa por diferencias políticas, entre ellas el contrato de la primera línea del Metro de Bogotá que el presidente ha querido modificar tras su lucha histórica por que el metro sea subterráneo.
Se desconoce si el presidente se meterá en esa disputa política porque es un año crucial para la aprobación de varias de sus reformas que, eventualmente, quedarían pendientes, entre ellas la salud, laboral, pensional y agraria. O, al contrario, dejar que la Alianza Verde escoja con independencia.
Quien seguramente sí meterá sus manos en favor de Inti Asprilla es Carlos Ramón González, el nuevo director del Dapre. Fue codirector de la Alianza Verde, hoy está en el Gobierno y reconoce al joven senador como la ficha de confianza. Aunque González está en la Presidencia, dejó sus hilos en su partido: Rodrigo Romero, uno de sus aliados, asumirá como presidente del partido en los próximos días. ¿Quién ganará la puja?