Política
Las reuniones secretas en Bucaramanga: ¿corrupción en la Alcaldía?
El exalcalde y expadrino político Rodolfo Hernández señala al actual alcalde de sostener encuentros “clandestinos” con el empresario Álvaro Rodríguez para firmar contratos “corruptos”. En respuesta, este dice que dichos encuentros nunca han ocurrido y que quien lo acusa parece tener “problemas psicológicos”.
Un ruido ronda los pasillos de la Alcaldía de Bucaramanga y genera múltiples preguntas desde que hace algunos meses diferentes críticos empezaron a alzar la voz por lo que consideran una “sospechosa” relación entre el alcalde Juan Carlos Cárdenas y un grupo de empresarios, liderados por Álvaro Rodríguez Acosta. Y de los simples rumores algunos han pasado a los señalamientos de posibles casos de corrupción.
Entre quienes ven la relación Cárdenas-Rodríguez no solo llamativa, sino también “sospechosa”, está el exalcalde y ahora candidato presidencial Rodolfo Hernández. En diálogo con SEMANA, el ingeniero y político dijo que el actual alcalde de la capital del departamento de Santander tiene sus motivos para ocultar su relación con el empresario, presidente de Ventura Group.
Según Hernández, las reuniones giran en torno a acuerdos sobre supuestos contratos de temas tecnológicos, enmarcados dentro del concepto de Smart City o Ciudad Inteligente, una de las banderas del programa del actual mandatario. “Según ellos, son supuestos softwares para procesos en el área de la salud y de generación de empleo, entre otros, pero todo es con el fin de sacar plata”, dijo.
Como ejemplo de esos acuerdos, Hernández habló de un contrato del que dice está seguro que se llegó a firmar la minuta inicial. “No sé si al final lo hicieron oficial o lo están ejecutando en el Instituto Municipal de Empleo y Fomento Empresarial para hacer supuestos análisis de empresarios a partir de unos cuestionarios ‘chimbos’. Por cada persona que aplica a estos le cobrarían a la ciudad alrededor de $380.000 y estamos hablando de unos 24.000 cupos. Al multiplicar eso da un montón de millones que robarían”, señaló Hernández. Según el exalcalde, diferentes funcionarios conocen el tema, porque fueron sacados de sus cargos por no aceptar poner su firma en el contrato.
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“Una persona que va en un jet privado de varios millones de dólares, lujoso, a reunirse con un alcalde de forma clandestina no es para hacer cosas legales. Hasta sé que lo iba a recoger al aeropuerto alguien cercano a Cárdenas, llamado Nicolás Pinzón, que lo llevaba hasta un apartamento donde lo hospedaban para después programar sus encuentros a puerta cerrada en el despacho”, dijo Hernández.
Las diferencias entre Hernández y Cárdenas cada día son más evidentes, sin importar que el primero fue uno de los que impulsó la campaña para que el actual mandatario llegara al cargo. Sin embargo, el ingeniero ahora lo califica como “un ladrón solapado en potencia, a quien en más de 10 ocasiones le ha preguntado de manera directa y pública a qué se deben sus reuniones con Rodríguez” y, según cuenta, “nunca ha respondido”. Eso sí, insiste en que va a seguir vigilando “porque le va a quedar muy ‘arrecho’ robarse la plata de los bumangueses”.
La de Hernández, sin embargo, no es la única voz que habla con sospecha de la relación con el empresario. El pasado mes de marzo en el Concejo Municipal, durante la presentación de informes de la Secretaría de Tránsito, la concejal Silvia Pinzón cuestionó que, presuntamente, “Álvaro Rodríguez Ferrero y su socio Nicolás Pinzón, a quienes llamó socios de la hija del alcalde, estarían detrás de un contrato de concesión de fotomultas por 20 años”.
Álvaro Rodríguez Acosta es el presidente de un poderoso conglomerado empresarial llamado Ventura Group y su hijo Álvaro Rodríguez Ferrero, esposo de la modelo y presentadora Laura Tobón, es el vicepresidente estratégico. La historia inicial de la compañía, publicada en sus sitios web, indica que fue fundada en febrero de 1985 por el propio Rodríguez Acosta y un socio de nacionalidad chipriota. El primer mercado al que entraron fue la comercialización de carbón de piedra mineral y la administración del muelle 13 del terminal marítimo de Buenaventura, con lo que ganaron renombre nacional. En ese momento la empresa se llamaba Inatlantic S. A. y luego pasó a ser el consorcio SSM Coal Colombia - Inatlantic Ltda.
Desde 2006 hasta la actualidad, la empresa ha tenido varios cambios y fusiones de diferentes operaciones con temas relacionados con logística y transporte de graneles terrestres. En 2015 es creado oficialmente Ventura Group, conformado por Inatlantic cómo holding de logística integral. El año pasado sumaron a su oferta la comercialización de materias primas de importación y exportación y el control y mantenimiento de equipos de transporte, a través de diferentes sociedades.
Según el abogado Óscar Jahir Hernández, quien también le ha seguido la pista al tema, Juan Carlos Cárdenas fue miembro de las juntas directivas de las empresas de Álvaro Rodríguez, “quien desde antes de que Cárdenas fuera alcalde, ya lo había presentado como su alcalde”. Eso también dice el ingeniero Rodolfo Hernández. “Es una relación que viene de vieja data, en la cual Cárdenas comparte ‘visiones’ de negocios tecnológicos con el hijo de Álvaro Rodríguez”, le dijo Jahir Hernández a SEMANA.
En respuesta a los señalamientos, Álvaro Rodríguez dijo que estos no tienen asiento. Entre sus argumentos está que, según sus cuentas, la última vez que visitó Bucaramanga fue en septiembre de 2018, con motivo del XIX Congreso Nacional Avícola de Fenavi, lo que aprovechó para hacer una visita familiar.
Por eso, toma con asombro las acusaciones de Rodolfo Hernández, a quien dice no conocer ni haber tenido ninguna relación. “Ha dado unas declaraciones totalmente absurdas y fuera de lo real. No sé qué problemas psicológicos tiene ese señor, qué problemas tiene en su vida personal, me extraña mucho. Tengo una actividad empresarial muy grande y gremial. No tengo jet privado, nunca lo he tenido, como él dice que yo voy en un jet al estilo Messi o Ronaldo. Me movilizo por Avianca, a mí me queda muy fácil”. Indicó, además, que cualquier persona que tenga dudas puede verificar fácilmente en la Aeronáutica Civil.
Sobre las supuestas reuniones “clandestinas”, dijo que nunca han ocurrido, aunque sí reconoció que conoce al alcalde Cárdenas hace 18 años porque compartieron trabajo en el sector privado, a quien catalogó como “un excelente profesional, que hizo una excelente carrera de ingeniero y que formó parte de las juntas directivas, como suplente, en dos de las empresas del grupo”.
Según Rodríguez, Cárdenas renunció a sus cargos en las juntas de dichas empresas desde el 28 de marzo de 2019 para aspirar a la Alcaldía de Bucaramanga, las cuales debieron quedar registradas en la Cámara de Comercio.
El empresario le hizo un llamado al exalcalde Hernández para que “corrija su comportamiento grosero y deshonesto, que lo único que trata es de dañar a las personas”. En política eso de insultar a la gente tiene réditos. Obviamente, hacer campaña sobre la honestidad y la ética de las personas es muy fácil porque eso vende, lo vuelve famoso en redes. Creo que la política en Colombia no se debe ejercer de esa forma, y lo llamo (a Rodolfo Hernández) a que respete a mi familia, al grupo empresarial que tanto ha ofendido. Cuando quiera le muestro las pruebas, los certificados de Cámaras”.
Frente a los señalamientos de Hernández, el actual mandatario bumangués, Juan Carlos Cárdenas Rey, manifestó que “a las mentiras no se les hace caso”. Y reconoció que aunque la relación de amistad con Rodríguez viene desde hace unos 20 años, no se han reunido en la ciudad ni para hacer campaña ni para hacer negocios.
“Lo único que digo es que acá nosotros hemos estado jugados con lo que realmente nos comprometimos con la ciudad, con la lucha contra la corrupción. Eso es como en la casa, él lo que empezó a barrer, nosotros lo estamos trapeando”, aseguró.
Y afirmó que en ese trabajo no se sigue la consigna de que “en esta Alcaldía no va a haber negocios ni para particulares ni para intereses de pocos. Acá estamos siempre gobernando para beneficio colectivo. Puedo entender que a veces esta buena administración puede generar molestias cuando uno no gobierna para intereses particulares”.