POLÍTICA
Legalización de la marihuana, muy cerca de ser realidad en el país, ¿desde cuándo aplicaría?
La Comisión Primera del Senado aprobó el proyecto en el séptimo de ocho debates.
La Comisión Primera del Senado acaba de darle un importante impulso al proyecto de reforma constitucional que legaliza el consumo y la comercialización de marihuana en Colombia.
Por amplia mayoría, la corporación aprobó esta iniciativa, de autoría del representante liberal Juan Carlos Losada, en su séptimo de ocho debates. Nunca antes una iniciativa de este tipo había llegado tan lejos en el Congreso de la República.
“Desde que las restricciones respecto del cannabis se han levantado, en el mercado se ha dado mayor dinamismo, además, se espera que el sector otorgue aproximadamente 44 mil puestos de trabajo para 2030″, indicó el representante Juan Carlos Losada.
De esta manera, la legalización de la marihuana para consumo adulto queda muy cerca de convertirse en realidad. Sin embargo, para que esto ocurra, aún hay varios obstáculos por superar. El primero tiene que ver con el propio futuro del proyecto. Por tratarse de una reforma constitucional, esta iniciativa debe superar un debate más antes del próximo 20 de junio, día en que finalizan las sesiones ordinarias del Congreso. Es decir, está contra el tiempo.
No se puede olvidar que, contrario a los proyecto de ley ordinarios, las reformas a la Constitución no se pueden discutir en sesiones extra.
No obstante, en caso de culminar todo su trámite, esta reforma no entrará en vigencia de forma inmediata, sino “12 meses después de su promulgación”, pues en ese lapso se deberá tramitar una norma reglamentaria para definir los detalles de la legalización. Es decir, antes de 2024 no estará completamente legalizada la marihuana en Colombia.
“Después de aprobada la reforma tendremos que hacer una ley que regule integralmente la producción, distribución, comercialización y consumo de cannabis en adultos”, le explicó a SEMANA el representante Losada.
Adicionalmente, el texto otorga seis meses al Gobierno para formular una política pública integral en torno a la prevención y atención del consumo del cannabis. Esta obligación supone que el Ejecutivo, en el marco de esta política pública integral, pueda proteger a los menores frente al consumo de marihuana.
El mercado
Si se logra aprobar esta iniciativa en su totalidad, Colombia se convertiría en el tercer país de América Latina –detrás de México y Uruguay– en legalizar el consumo en adultos a nivel nacional.
Actualmente, en Colombia, la industria del cannabis está permitida con fines medicinales, lo que ha atraído una inversión extranjera que alcanza un valor cercano a los 292 millones de dólares. Canadá es el principal país inversionista.
Pero el potencial económico de la planta, en caso de que se transite hacia la legalización, podría ser mayor. A partir del cannabis, además del famoso cachito, se elaboran esencias medicinales, prendas de vestir, artículos para el hogar y hasta materiales de construcción.
Según un estudio de Fedesarrollo, la marihuana podría generar más empleos y crecimiento para el agro colombiano que el banano y las flores. Se espera que para 2025 esta industria produzca más de 50.000 millones de dólares en el mundo. También puede ser una fuente de recaudo fiscal. Dejusticia estima un recaudo potencial de 1,4 billones de pesos al año.
Potencias mundiales como Estados Unidos también están dando señales de ese nuevo enfoque. Hace dos semanas, el presidente de ese país, Joe Biden, anunció el perdón de condenas federales por posesión de marihuana, una medida que medios internacionales y analistas consideran que allana el camino hacia la despenalización total del uso del cannabis en ese país.
Actualmente, 23 estados legalizaron la venta de la planta y sus derivados de forma total o parcial, y casi siempre con fines médicos. Hay casos como el de Denver, Colorado, donde ya hay más comercios de marihuana que Starbucks.
Otros países están repensando la relación con la marihuana. Portugal la despenalizó. Israel, Canadá y Holanda tienen programas médicos de marihuana. El mundo, inevitablemente, se ha empezado a mover en esta dirección y Colombia parece no querer quedarse atrás.